Pacohimbersor
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Los futuros descuentan para 2022 un dividendo en Europa un 30% inferior al precovid
Los futuros de retribución del EuroStoxx 50 descuentan que los pagos en 2022 serán un 30% inferiores a los de 2019, lo que supone una rentabilidad en los precios actuales del 2,6%. De hecho, estos números apenas descuentan una ligera recuperación del 2% con respecto al suelo que se espera que los pagos toquen en 2021.
"La parada repentina de actividad por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo ha obligado a las compañías a preservar capital y el flujo de caja, pero en general los balances son más saludables que antes de la gran crisis financiera. Sin embargo, muchas empresas tienen presiones para preservar los puestos de trabajo y priorizar la responsabilidad social por encima de la distribución de beneficios, dadas las enormes ayudas gubernamentales recibidas. Tanto los dividendos ordinarios como los especiales y las recompras han sido recortados este año", apuntan en Barclays.
Sin embargo, los analistas no son tan pesimistas como los inversores y creen que los pagos se recuperarán de forma más veloz de lo estimado por los futuros. El consenso de mercado recogido por FactSet estima que la retribución de 2022 estará solo un 5% por debajo de la abonada en 2019 y un 38% por encima de lo que descuenta actualmente el mercado.
Qué espera el mercado de los dividendos en Europa
"Pensamos que los futuros, especialmente en los años más alejados como 2022, deberían beneficiarse de dos fuentes de retorno: la recuperación cíclica que incrementará el beneficio por acción y el dividendo y que el descuento actual se vaya erosionando a medida que el futuro se acerque a su vencimiento", indican en la entidad.
En todo caso, buena parte de la recuperación que se produzca en el dividendo dependerá -además de la velocidad de recuperación de las ganancias- de lo dispuestas que estén las cotizadas a elevar su payout. Según cálculos de UBS, si esta ratio se sitúa en niveles medios con cargo a los resultados de 2021 -buena parte se distribuiría en 2022-, la rentabilidad por dividendo se iría al 3,1%. Mientras, si se situase en el rango bajo histórico se iría al 2,4% y en el más elevado al 4,1%.
"Las compañías parecen estar buscando más flexibilidad en lugar de atarse a un abono regular de dividendos. Tienen la intención de incrementar las recompras y los pagos especiales y en scrip y recortar los comprometidos", aseguran en el banco helvético.
El argumento a favor
A pesar de que se espera que el camino de recuperación en los dividendos sea largo y complicado -en la crisis financiera llevó 5 años volver al pico de retribución al accionista-, los analistas siguen viendo el principal atractivo de la bolsa en términos relativos. Aunque por distintas métricas la renta variable parece cara, mirando otros activos parece la única opción interesante, dado el interés mínimo o incluso negativo que ofrece la deuda.
"Los pagos en Europa han sufrido su mayor declive de la historia y, aunque están empezando a recuperarse, es probable que su rebote sea más lento que el de los beneficios. A pesar de todo esto, el diferencia de rentabilidad entre los bonos y la bolsa sigue cerca de máximos, lo que implica que siguen siendo una fuente importante de retorno", apuntan en Morgan Stanley.
El interés del bono alemán se acerca al -0,6% y la búsqueda desesperada de rentabilidad ha llevado el de la deuda portuguesa y española a la zona de 10 puntos básicos y al de la italiana a mínimos históricos. Mientras, la deuda corporativa con grado de inversión apenas da el 0,5%. "Pensamos que el argumento del interés de las acciones será cada vez más importante a medida que los retornos a 12 meses de los activos de renta fija caigan más o se vuelvan negativos. A pesar de la mayor recesión global en al menos 60 años, el Bund ha dado un retorno negativo a 12 meses. Es difícil ver qué más podría pasarle a la economía para que se generasen ganancias. La deuda de EEUU ha dado rentabilidades sólidas durante el último año con la caída en el interés, pero con un rendimiento de unos 70 puntos básicos parece difícil de repetir en los próximos 12 meses", apuntan en UBS.
El caso de la banca
Históricamente una de las fuentes más importantes de retribución en la renta variable de la región ha sido la banca. En 2006 sus pagos llegaron a suponer el 27% del total de la retribución. A la espera de que el BCE levante su prohibición al reparto de dividendos, los niveles a los que vuelvan estos pagos serán clave para ver hasta qué punto pueden recuperarse la retribución europea.
"Los bancos tienen suficiente margen para distribuir capital y apoyar la economía. Aquellos que han tenido una aproximación conservadora a las provisiones estarán en buena posición para convencer al regulador sobre la estabilidad de sus ganancias", inciden en Jefferies.
Los futuros descuentan para 2022 un dividendo en Europa un 30% inferior al precovid
- La recuperación de la retribución será más lenta que la de los beneficios
- Los pagos rentarían un 2,5%, muy por encima de lo que ofrece la deuda
Los futuros de retribución del EuroStoxx 50 descuentan que los pagos en 2022 serán un 30% inferiores a los de 2019, lo que supone una rentabilidad en los precios actuales del 2,6%. De hecho, estos números apenas descuentan una ligera recuperación del 2% con respecto al suelo que se espera que los pagos toquen en 2021.
"La parada repentina de actividad por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo ha obligado a las compañías a preservar capital y el flujo de caja, pero en general los balances son más saludables que antes de la gran crisis financiera. Sin embargo, muchas empresas tienen presiones para preservar los puestos de trabajo y priorizar la responsabilidad social por encima de la distribución de beneficios, dadas las enormes ayudas gubernamentales recibidas. Tanto los dividendos ordinarios como los especiales y las recompras han sido recortados este año", apuntan en Barclays.
Sin embargo, los analistas no son tan pesimistas como los inversores y creen que los pagos se recuperarán de forma más veloz de lo estimado por los futuros. El consenso de mercado recogido por FactSet estima que la retribución de 2022 estará solo un 5% por debajo de la abonada en 2019 y un 38% por encima de lo que descuenta actualmente el mercado.
Qué espera el mercado de los dividendos en Europa
"Pensamos que los futuros, especialmente en los años más alejados como 2022, deberían beneficiarse de dos fuentes de retorno: la recuperación cíclica que incrementará el beneficio por acción y el dividendo y que el descuento actual se vaya erosionando a medida que el futuro se acerque a su vencimiento", indican en la entidad.
En todo caso, buena parte de la recuperación que se produzca en el dividendo dependerá -además de la velocidad de recuperación de las ganancias- de lo dispuestas que estén las cotizadas a elevar su payout. Según cálculos de UBS, si esta ratio se sitúa en niveles medios con cargo a los resultados de 2021 -buena parte se distribuiría en 2022-, la rentabilidad por dividendo se iría al 3,1%. Mientras, si se situase en el rango bajo histórico se iría al 2,4% y en el más elevado al 4,1%.
"Las compañías parecen estar buscando más flexibilidad en lugar de atarse a un abono regular de dividendos. Tienen la intención de incrementar las recompras y los pagos especiales y en scrip y recortar los comprometidos", aseguran en el banco helvético.
El argumento a favor
A pesar de que se espera que el camino de recuperación en los dividendos sea largo y complicado -en la crisis financiera llevó 5 años volver al pico de retribución al accionista-, los analistas siguen viendo el principal atractivo de la bolsa en términos relativos. Aunque por distintas métricas la renta variable parece cara, mirando otros activos parece la única opción interesante, dado el interés mínimo o incluso negativo que ofrece la deuda.
"Los pagos en Europa han sufrido su mayor declive de la historia y, aunque están empezando a recuperarse, es probable que su rebote sea más lento que el de los beneficios. A pesar de todo esto, el diferencia de rentabilidad entre los bonos y la bolsa sigue cerca de máximos, lo que implica que siguen siendo una fuente importante de retorno", apuntan en Morgan Stanley.
El interés del bono alemán se acerca al -0,6% y la búsqueda desesperada de rentabilidad ha llevado el de la deuda portuguesa y española a la zona de 10 puntos básicos y al de la italiana a mínimos históricos. Mientras, la deuda corporativa con grado de inversión apenas da el 0,5%. "Pensamos que el argumento del interés de las acciones será cada vez más importante a medida que los retornos a 12 meses de los activos de renta fija caigan más o se vuelvan negativos. A pesar de la mayor recesión global en al menos 60 años, el Bund ha dado un retorno negativo a 12 meses. Es difícil ver qué más podría pasarle a la economía para que se generasen ganancias. La deuda de EEUU ha dado rentabilidades sólidas durante el último año con la caída en el interés, pero con un rendimiento de unos 70 puntos básicos parece difícil de repetir en los próximos 12 meses", apuntan en UBS.
El caso de la banca
Históricamente una de las fuentes más importantes de retribución en la renta variable de la región ha sido la banca. En 2006 sus pagos llegaron a suponer el 27% del total de la retribución. A la espera de que el BCE levante su prohibición al reparto de dividendos, los niveles a los que vuelvan estos pagos serán clave para ver hasta qué punto pueden recuperarse la retribución europea.
"Los bancos tienen suficiente margen para distribuir capital y apoyar la economía. Aquellos que han tenido una aproximación conservadora a las provisiones estarán en buena posición para convencer al regulador sobre la estabilidad de sus ganancias", inciden en Jefferies.
Los futuros descuentan para 2022 un dividendo en Europa un 30% inferior al precovid