La teoría de la evolución que cambiará el mundo de los dividendos
- Sectores con rentabilidades no tan elevadas ocupan una cuota mayor
- Y las industrias tradicionales van perdiendo cada vez más posiciones
Históricamente durante las crisis económicas los dividendos
han actuado de forma más defensiva que los beneficios, recortándose aproximadamente la mitad que las ganancias. Sin embargo, en esta ocasión los recortes están alcanzando niveles no visitados anteriormente y la escabechina ha sido especialmente fuerte en algunos sectores que históricamente han sido líderes por dividendo y que ven como la teoría de la evolución va haciendo palidecer sus dividendos.
La crisis del cobi19 va a dejar una fotografía completamente cambiada de la retribución en el Viejo Continente, pero esta es una tendencia que lleva viéndose desde hace años. Tomando las previsiones de 2021, el peso de
los dividendos del sector bancario sobre el total desembolsado en bolsa europea será del 10%, frente al más del 27% de 15 años antes. El segundo sector con mayor caída de peso es el de las telecos, que pasarán de suponer el 10% a poco más del 5%. Mientras, otras industrias que quizás no prometían rentabilidades por dividendos tan altas -pero sí más seguras- han ido ganando peso. La salud ha incrementado su importancia en 5,6 puntos, hasta el 7,6%, y los bienes industriales y las químicas lo hacen en 3,9 puntos y en 3,3 puntos, respectivamente.
Todo esto viene a reforzar la teoría de que es mejor invertir en aquellas firmas con un dividendo creciente y sólido antes que en aquellas que simplemente ofrecen un pago con una rentabilidad elevada. Según un estudio de Ned David Research, las firmas que empiezan a pagar dividendos y las de pagos crecientes han sido las que mejor lo han hecho en mercado desde 1972, además de ofrecer la volatilidad más baja. "Las empresas que de manera constante aumentan sus dividendos históricamente han mostrado unos fundamentales fuertes, planes de negocio sólidos y un intenso compromiso con sus accionistas", indican en Hartford.
Por sí sola una elevada rentabilidad por dividendo no garantiza unos retornos futuros, especialmente en momentos de estrés para determinados sectores con problemas estructurales, por lo que resulta más interesante buscar dividendos crecientes, de industrias que muestran solidez, aunque el rendimiento del pago sea más reducido.
El sector salud
Durante los últimos años el peso del sector de la salud en la bolsa europea se ha disparado, pasando a ser la tercera industria con mayor ponderación, con un 9,5%, frente al 6,5% de hace 15 años. En el año 2006 las firmas de la industria repartieron unos 2.200 millones en dividendos, frente a los más de 10.000 millones que se prevé que distribuyan en 2021, 4,6 veces más. Así, mientras sus pagos apenas suponían el 2% del total distribuido en 2006 ahora equivalen al 7,6%. Pero, ¿qué empresas ofrecen un dividendo interesante y lucen una buena recomendación?
La mejor opción por recomendación es Bayer, una clara compra que, además, lleva incrementando su dividendo de forma constante desde el año 2009. De cara al año 2021 los analistas esperan que pueda elevar sus pagos cerca del 10% frente a 2019, hasta los 3,06 euros por título. En los precios actuales esto supone una rentabilidad cercana al 5%.
La acción se encuentra deprimida por
los problemas legales en torno a la acusación de que su herbicida Roundup provoca cáncer. "Pensamos que hay potencial al alza significativo desde distintas aproximaciones a su valoración. Sin embargo, el riesgo legal está reteniendo a las acciones (...) y entendemos que el mercado necesita claridad en la dirección que lleva el asunto judicial", indican en UBS. La empresa ha anunciado que tiene acuerdos por 95.000 casos que costarán entre 10.100 y 10.900 millones de dólares, con otros 1.000 millones para futuras reclamaciones. Sin embargo, la gran preocupación es que sea capaz de evitar futuros litigios. "Un marco que funcione para prevenir futuras reclamaciones no solo es importante para la compañía, también para permitir a la acción revalorizarse, ya que consideramos que está muy infravalorada. Sin el mismo, probablemente Bayer seguiría afrontando juicios largos y ruidosos, lo que continuará creando una fuerte amenaza para el caso de inversión", señalan en Deutsche Bank.
La segunda opción favorita de los analistas -y sin un embrollo legal comparable- es la francesa Sanofi. Los pagos de la firma gala rentan apenas un 3,6%, pero lo cierto es que llevan desde que comenzó a abonarlo en 1997 sin sufrir un recorte. Asimismo, el sector de la salud cotiza a 19,5 veces sus ganancias de 2021, Sanofi lo hace en las 14 veces, un descuento que los analistas consideran excesivo. "La generación de flujo de caja libre es muy sólida, esperamos que los dividendos sigan creciendo y que el director financiero continúe controlando el crecimiento de los costes al 1%. Antes de las elecciones en EEUU en noviembre, la reforma del sistema de salud en el país vuelve a ser noticia y vemos a la francesa como una de las mejor posicionadas del sector al tener menor exposición y en productos de precios más bajos", indican en Credit Suisse.
Bienes y servicios industriales
Desde el año 2006 el peso de los dividendos de este segmento en Europa ha crecido en 3,9 puntos porcentuales y se espera que en 2021 las empresas del sector hayan duplicado el dinero que distribuían a sus accionistas en 2006. Una vez más, las firmas francesas y alemanas destacan como las mejores opciones -ver gráfico-.
La empresa de correos
Deutsche Post fue una de las muchas compañías que retiró sus previsiones para este año con la crisis del el bichito-19. Ahora, ha presentado unas nuevas guías que han sido bien recibidas por los analistas -están por encima del consenso- y ha propuesto mantener con cargo a 2019 el dividendo de 2018, en los 1,15 euros, frente a los 1,25 previstos inicialmente. En todo caso, para 2021 los analistas ya esperan que se sitúe por encima de este nivel, en 1,29 euros. "Nos gusta la historia de largo plazo de la empresa, tiene un porfolio de compañías líderes en el mercado logístico y la joya de la corona es su división Express, con buenos catalizadores estructurales en el ecommerce y las subcontratas", indican en Berenberg.
Para 2022 han previsto un beneficio operativo entre los 4.700 y los 5.300 millones, en función de distintos escenarios de recuperación, una visibilidad que el mercado ha recibido de forma positiva. "Creemos que los datos ponen de manifiesto la favorable evolución operativa de la empresa, donde la parte más defensiva del negocio permite amortiguar las caídas de las actividades más cíclicas. A pesar de la positiva evolución del valor desde los mínimos de marzo y de la aún limitada visibilidad sobre el ritmo de recuperación, creemos que hay potencial de revalorización", indican en Sabadell.
La segunda mejor opción es la también teutona Siemens, con un dividendo del 3,3% para 2021 -recuperando el nivel de 2019- y con la expectativa de que un año después su beneficio esté más del 10% por encima del de 2019. "El tamaño y la diversificación de la empresa ofrece una solidez por encima de la media y un balance fuerte. La simplificación continuará con el spin off de la sección de energía esperado en septiembre, lo que será un catalizador incluso si se retrasa. La incertidumbre macro causará volatilidad en los fundamentales y en la acción. Sin embargo, su valoración por flujos de caja y beneficio implican un potencial del 50%, por lo que vemos la valoración como atractiva", indican en RBC, donde la señala como una de las acciones que podrían beneficiarse de una perspectiva económica para Europa mejor de lo esperado tras el acuerdo del fondo de recuperación.
Químicas
Frente al crecimiento constante de las firmas de bienes y servicios e industriales y de salud,
las compañías químicas han atravesado unos años complicados, pero aun así el peso de sus dividendos sobre el total del índice prácticamente se ha duplicado en 15 años. Una de las mejores opciones es Evonik. La alemana tiene su operativa dividida en tres segmentos: nutrición y cuidados, eficiencia de recursos y materiales de rendimiento. El segmento en el que los analistas ven una mayor capacidad de crecimiento es en el aminoácido metionina, que es utilizado como aditivo para alimentar a las aves de corral y en el que tiene una cuota de mercado de 40%. "Puede hacer la carne más sostenible, al ahorrar áreas de cultivo y tiene potencial como invernadero", indican en DZ Bank. "Estimamos que el crecimiento de la metionina continúe ganando momentum durante el año debido a la alta demanda. Los programas de eficiencias y sinergias de costes en marcha probablemente compensen parte de la carga del el bichito-19", explican. Ofrece un dividendo del 4,7% en 2021, si bien está previsto que sus pagos sigan estancados en los 1,15 euros por título.
Otra de las opciones dentro del segmento es la neerlandesa Azko Nobel, con la mejor recomendación pero un dividendo sensiblemente más bajo, del 2,5%. La empresa especializada en pinturas rebota un 50% desde mínimos, pero los analistas aún ven potencial. Con un balance saneado (una vez deuda/ebitda) la directiva ha señalado su intención de realizar adquisiciones, una estrategia que los analistas aplauden. "Dadas la madurez de su porfolio y su bajo crecimiento orgánico, el propósito de incluir geografías y productos de mayor crecimiento tiene sentido estratégico", indican en BofA. Por su parte, en Deutsche Bank la ven como "un participante clave" en el proceso de consolidación de la industria de revestimientos.
Bancos, telecos y medios... en la Edad de Piedra
Mientras algunos sectores van ganando peso poco a poco en el universo de los dividendos, otras industrias con problemas estructurales cada vez pierden más protagonismo. La banca ha pasado de suponer más de una cuarta parte de los pagos a apenas una décima parte en 2021 a la espera de que se levante la prohibición del BCE de que reparta dividendos. Y es que si en 2006 entregó casi 30.000 millones el próximo ejercicio se espera que apenas pueda repartir unos 13.500 millones. Así, serán las aseguradoras las que aportarán un pedazo del pastel más grande al accionista, con más de 14.500 millones, un 38% más que en 2006.
Otro de los sectores que ha visto como su peso en los dividendos ha caído en picado es el de las telecomunicaciones. Frente al 10% que pesaban hace 15 años ahora distrubirán apenas el 5%, uno de los niveles más bajos de su historia en una industria que afronta como los bancos problemas tanto regulatorios como de concentración. El tercer sector que más peso pierde son los medios, que pasarán a suponer el 1,1% muy por debajo del 3% de 2006 y mucho más aún del 4,6% que alcanzaron en 2015.
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