Cuento. Una máquina de mercancías de RENFE, una 4000 o una 333, aguantaba un millón de km sin tocar -estirando el motor-, pero el motor giraba a 900 rpm máximo, con protecciones de todas clases. Después de eso tocaba revisión en los talleres de RENFE, que era rectificar el motor entero.
Yo no, pero mi hermano fue maquinista de RENFE, pero falleció. Él sabía, yo una chispilla de lo que me contaba. Por ahí tengo manuales de las locomotoras, y no veas...
Arza! Montar a las tías en la cabina y zurrearle a la máquina, que se escuchaba el turbo a un kilómetro. Ya no puedo decir nada ni nada, pero sí lo hacían. Los chavales...