Yo también lo creo, que te gusten los defectos de alguien tiene que ser lo más, entonces todo es perdonable. Cuando estás seguro de que tus defectos no le importan a la persona que tienes enfrente es cuando te puedes abrir y para mí la complicidad y la confianza con alguien es lo que más valoro.
Y al hilo de esto, he recuperado una cita de un libro que me encanta (y que gracias a este hilo he buscado y me he descargado, porque no lo tenía en digital y el físico hace años que lo perdí en una mudanza), es "No digas que fué un sueño" de Terenci moix, y para poner en antecedentes, Octavia, la esposa de Marco antonio, tiene un criado que es su preferido y a quien da la libertad. este criado está enamorado de un jardinero (esclavo también) tartamudo. Octavia, educada en el amor a la perfección, no puede evitar pensar que su confidente y amigo merecería algo mejor que un pobre jardinero tartamudo como compañero de vida y no entiende cómo puede amarle con su defecto:
"Cuando todavía estaban en el pórtico, esperando la llegada de los carros y las literas, Adonis descubrió que su señora miraba a Fedro con una extraña luz en la mirada. Al interesarse el efebo por sus pensamientos, contestó ella:
-Fui educada en el culto a la perfección y hay ciertas cosas que no alcanzo a entender...
-¿Cuáles son esas cosas, noble Octavia?
-No sé expresarlo. Además no quisiera parecer brusca... ¿tú amas realmente a Fedro?
-Más que a mi propia vida.
-Pero él es tartamudo.
-Si no fuese tartamudo no sería Fedro.
-Entonces el secreto del amor consistiría en amar a un ser a pesar de su defecto...
-En cualquier caso, el mérito de Fedro no reside en su tartamudez. ¿Comprendes, noble Octavia?... "
A lo mejor, todo se reduce a esto...