Markkus
Madmaxista
Tras varios años de consistente -casi rígida a pesar de ser un coche muy versatil- conducción de un diésel 330D me dispongo a jubilarlo luego de una avería bastante subida de peso y con casi 350.000 km de rodaje a sus espaldas.
El caso es que llevaba ya un tiempo sopesando la idea de adquirir un coupe de los 90. Si fuera católico acaso diría que el Señor ha obrado un milagro: me ha revelado que de momento de coche de recreo nada, la necesidad se impone y es esta partera de un coche eficaz y potente para el día a día. Teniendo la mira puesta en algún Volvo C70 la (re)aparición de un Rover 220 Coupe Turbo aka La Catapulta supongo y sé que ha trastocado mi criterio inicial. Si bien ya conocía la existencia de este coche no me había apenas fijado en él. Hasta que subí en uno en calidad de piloto, claro
Tras las respectivas consultas con gente entendida y la experiencia que me brinda haber probado unos cuantos (incluido uno de su hermanos pequeños, aquél con el que más semejanzas guarda: el 220 Coupe con motor 2.0 Rover T.16. Que por cierto ofrece bastantes más cv que los discutibles 136) tengo claro que llevar uno equipado de serie seria semejante a llevar un billete de ida al cementerio con salida aún por determinar. Máxime teniendo en cuenta que le voy a hacer 15.000 km anuales por lo menos; son muchas horas al volante y la seguridad es fundamental si no se quieren tener sustos. Porque el coche es un misil, vuela; la relación entre el pie que empuja al acelerador y el motor es tan directa que acojona. Hace los 0 - 100 en 6,55. Sus 1.994 cc a repartir entre cuatro cilindros, equipados con un turbocompresor Garret T25 e inyección electrónica y cuatro válvulas cada cilindros rinden, teóricamente 200 cv. Y digo teóricamente porque en bancos de pruebas los ha superado con creces.
Posee una estética que no decae. Cargado de espíritu deportivo (es ligerísimo, pesa poco más de 1200 kg) mantiene intactos sus sobrios destellos clásicos tan característicos de la marca británica. Si bien los interiores dejan mucho que desear (evidente, por otro lado, para un coche de casi veinte años; y más para los que estamos acostumbrados a otros diseños) sus firmes asientos tapizados en cuero ofrecen una posición muy cómoda. Personalmente debo decir que me tras*mite bastante más proximidad con el marchar del coche que otros coupes y alguna que otra berlina de lujo. Subirse en él, echar un vistazo por encima (techo de cristal desmontable) encender el motor y meter primera es suficiente para encapricharse de este coche. A pesar de llevar un limitador de la presión del turbo en primera y en segunda desde la primera revolución deja patente su potencia. Provoca una atmósfera acústica delicada pero firme y hasta apasionada nada más empezar a coger velocidad. En tercera (que entra a los 130 km) empieza ya a tirar y a partir de cuarta impone respeto.
Todo sea dicho: hay que saberlo llevar ya que exige una conducción delicada, entre otras cosas por el autoblocante que incorpora.
Dispongo de un presupuesto aproximado de 8.000 euros; bien es cierto que con esta cantidad podría conseguir quizá algo más nuevo, fiable o acaso cómodo pero por lo que tras*mite este coche bien vale la pena arriesgarse. Mi intención luego de haberlo comprado por menos de la mitad es hacerle una buena puesta a punto. Según el mecánico que tengo de confianza el coche no está quemado ni mucho menos. Apenas supera los 90.000 kilómetros y con una buena sustitución de algunas partes del motor algo gastadas, así como un cambio de frenos, unas llantas de mayores pulgadas, suspensiones algo más duras y algunas cosas más el coche estaría en el mejor estado posible. Por otro lado decir que mi presupuesto anual para eventuales reparaciones (sospecho que no can a ser pocas) estaría a la altura. Sí notaré seguramente más el bolsillo por el consumo que tiene, que si bien no es nada elevado en ciudad, a partir de 130 se dispara exponencialmente.
Seguramente me deje algunas cosas en el tintero pero de momento es suficiente. Espero poder subir fotos en cuanto lo tenga listo.