Claro por eso hay ingenieros de software que se levantan en un par de años lo que tu vas a ganar en toda tu vida. Lo de reparar ordenadores es trabajo poco cualificado, básicamente son curros para niñato de grado medio de microinformática. Cuesta creer que ahora te dediques a redactar textos jurídicos, suena un poco a invent, pero buen cambio desde luego. Sabes lo que es el chatgpt verdad? Todo lo que es redactar textos, en cualquier registro lingüístico tiene las horas contadas.
Es increíble la facilidad con la que recurrís algunos al ataque personal en cuanto no os gusta lo que leéis.
Verás, tete... sí, lo de reparar ordenadores es un trabajo poco cualificado. Yo aprendí en la habitación de la casa de mi progenitora destripando ordenadores viejos que me iban regalando (8088, 286, 386... y los 486 y Pentium que yo me iba comprando). No me enseñó nadie ni a poner 'dir' en MS-DOS siquiera, y en esa época no había internet donde consultar.
La cualificación es una bonita cartulina que se encarga de pedir a la imprenta el que te enseña. Del diferente
esfuerzo que conllevan la cualificación y el aprendizaje autodidacta ya hablaremos en otro capítulo.
Sólo te diré que acabé como jefe de departamento con 25 personas a mi espalda en la empresa de ordenadores más grande de España en aquel momento (Infinity System - Airis), y me encargaba yo de enseñar a los chavales que venían de haberse hecho una FP. A día de hoy estoy desconectadísimo de ese tema (para mí el mundo se paró en el Pentium-4), pero tú no serías capaz de conseguir lo que yo logré.
Lo de redactar textos jurídicos ya lo dejé hace un año; entré en ese mundillo porque me defendí yo mismo en un juicio y me hice "famoso" en los juzgados, a raíz de lo cual conocí al que después fue mi jefe.
Ahora conduzco un tráiler y gano bastante más que la mayoría de ingenieros, alguno de los cuales fue compañero mío en la cocina de una pizzería.
Y aparte de lo dicho también he trabajado en artesanía del alabastro, en reconstrucción de palets, en artesanía de asientos de eneas, en una imprenta, en una prensadora, como chófer de Uber, en una empresa de estudios de mercado, en una fábrica de horchata artesanal, en suministros de fontanería, como conductor de furgoneta... y ahora con el tráiler.
Hay gente con muchas cualificaciones y nulas capacidades, y gente como yo con muchas capacidades y nulas cualificaciones. Yo a ti te regalo todas las cartulinas que quieras, pero eso no te hará ser experto ni merecedor de nada.