Pues yo pienso que igual si que es cierto lo que dice. Hace años, cuando ella estaba en la cumbre de su éxito televisivo, una vez la vi esperando el metro como cualquier otro hijo de vecino, sin dárselas de nada ni comportarse excéntricamente como suelen hacer los famosetes. Ni tampoco tenía un séquito de pelota. Es una de las pocas famosas que no me ha dado mal rollo en persona.