Llevo ya varios meses sin apenas consumirlo, aunque en el confinamiento me puse fino, jojojo.
Esta misma semana me bebí una birra después de varias horas de ñapas caseras, pero estoy en plan marcar calendario cuando me tomo una caña o un vino. Igual es culpabilidad católica, pero tengo el convencimiento de que YA he bebido lo suficiente para dos vidas. Los excesos de juventud fueron casi semanales, de momento no he tenido ningún susto hepático pero ha sido dejar de beber y empezar a bajar peso, descansar mejor, tener tiempo para otras aficiones...
No quiero adoptar una postura radical y dejarlo 100%, porque siempre hay excepciones, sobre todo en jamadas especiales, pero mi objetivo real es el dejar de tomar alcohol como parte de tu rutina diaria (Esa cervecita con el pintxo/tapa. ese vinito después de hacer la compra, ese chupito de hierbas después de una copiosa comida...). De la misma manera que no como chuletones o cochinillo habitualmente, pues lo mismo con la priva.
No veo perjuicio alguno a dejar de beber alcohol.