Eric Draven
Al filo de una lúgubre media noche
Yo vivo algo parecido a tí, le he puesto un mosquetón enorme a la correa, personalmente junto al spray de pimienta de chorro, me da mucha paz mental a la hora de pasear a mi chucho. Por mi zona, hay también muchos perros desquiciados (ya que los macho cabríoes de sus dueños los mantienen encerrados constantemente), enormes, y también sospecho que algún día me va a salir alguno de una puerta mal cerrada.
Ya ves, tío. No sé en tu zona, pero aquí prácticamente todos los meses tienes un chucho fugado de un chalet que la lía. Sin ir más lejos, hace unas semanas se escaparon tres pastores alemanes de un chalet (y no era la primera vez) y atacaron a una vecina y a su perrita, nada grave, por suerte. Y lo bueno es que esta vez al me gusta la fruta del dueño sí que se lo han crujido, porque se ha cambiado la cosa de vaya que tenía por una decente.
En cuanto al spray, aún no lo he usado, pero me rallo un poco pensando si llegado el momento tengo que tirar de él y para lo único que sirve es para cabrear aún más al dogo argentino de turno. Llevo la navaja, pero eso ya supone pegarse mucho al perro...
Me ha intrigado lo del mosquetón, cómo lo haces, lo enganchas en el asa de la correa y lo usas todo en plan látigo en caso de emergencia? ¿Es esa la idea?