presentación de un agobiado por las puñeteras deudas

Lo primero sería que cancelaras todas las tarjetas de crédito. Con una de débito sobra. Lo segundo fuera lujos. Si fumas, deja de fumar, las comidas fuera que sean de picnic, fiambreras con tortilla de patatas y magro frito con tomate. Las compras en el dia, la ropa la de años anteriores (si te urge alguna prenda, busca en los contenedores de ropa, siempre se encuentran cosas interesantes). Las próximas navidades a brindar con don simón y gaseosa. La carne pollo entero, el pescado latunes. Secado de ropa en la terraza, apaga la secadora. La adsl fuera, el teléfono fijo fuera, el teléfono móvil de prepago y solo para que te llamen. Si gastas dinero en otras cosas, si no son imprescindibles, entonces te las puedes dejar.
 
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Me hace gracia cuando recomendais comprar latunes como modo de ahorro, os habeis fijado el precio del kg de eso?? sale mejor ir al mercado y comprar el pescado fresco y de oferta.... y ojo adoro los latunes, todas las semanas cae alguna lata, pero no por ahorro ni mucho menos.
 
YO creo que el problema de aqui el amigo es solo uno: No saber decir que no a algo.

No me refiero a decir que no a un viaje a N.Y. sino a presupuestar algo y lo que salga de ahi, NO SE HACE. Con lo cotidiano. 300 euros para comer al mes, a partir de ahi a hervirse las suelas de los zapatos. 50 euros de todas las telecomunicaciones, lo que salga de ahi, ATPC. Y asi.

A mi es que me joroba tanto que me recuerden que debo dineor qeu prefiero no deberlo.
 
300€ de comida al mes? No sabes lo que estas diciendo! Yo recorto en todo menos en comida... Somos 5 y no bajo de los 900. Suponen menos de 11000€ al año. Lo siento mucho pero de esa partida no se puede recortar a me os que ganase menos de esa cantidad
 
Ahi esta, tan facil como rellenar las casillas y el resto lo hace solo

Ah!!! est hoja esta configurada para mi por lo que algunos detalles como los ingresos tienen nombres que quizas no se comprenden a primera vista...tan facil como customizarlo a gusto cambiadole el nombre

que lo disfruten!!!


Muchísimas gracias por la aportación!!! Normalmente yo apuntaba los gastos en word guarro. Esto ya es otra cosa. Ahora solo me falta aprender a manejarlo... :pienso:
 
Voy a aportar mi pequeño grano de arena:

Lo primero que hay que hacer es cambiar de mentalidad. Es difícil renunciar a lo que nos gusta: viajar, hacer una reforma en la casa, comprar algo que deseamos... Sobre todo, si estás acostumbrado a lo bueno. Pero asumir que hay que echar el freno es lo primero.

Corren tiempos difíciles. La gente está sin blanca. Y el que tiene trabajo y recursos, reprime el gasto por lo que pueda pasar. ¿Cómo adaptarse a la nueva situación lonchafinista? Lo primero es aceptarlo con naturalidad. Ahora toca plegar una temporada. Ya volveremos a viajar o a salir cuando la situación lo permite. Pero siempre con cabeza. Ya le hemos visto las orejas al lobo. Aunque salgamos de esta, nuestra generación quedará marcada por la crisis (como nuestros abuelos quedaron marcados por la guerra).

Una vez que has asumido tu nueva condición lonchafinista, descubres que, en realidad necesitamos mucho menos de lo que pensamos para vivir. No necesitamos comprar tanta tecnología, ni móviles de última generación, ni ropa que ya no nos cabe en los armarios. Hay que aprovechar las cosas hasta que ya no sirvan. Y si se rompen, intenatar arreglarlas.

Es mejor comprar poco y bueno que mucho y malo. Unos buenos zapatos nos durarán mucho más y a la larga serán más económicos. Y, además, lo bueno casi siempre se puede arreglar. Lo malo nunca merece la pena, porque vale más el arreglo que otro nuevo. Hay que romper ese círculo consumista de comprar cosas baratas y malas que se estropean a los pocos usos. Me refiero, por ejemplo, a a ropa y al calzado.

Hay que volver a lo natural. A reducir el número de productos químicos que compramos. Además de perjudiciales para la salud, resultan más caros. ¿Qué progenitora no usaba vinagre para fregar los suelos de madera? Es un excelente limpiador/abrillantador y resulta baratísimo.

Lo mismo ocurre con los cosméticos: hay miles de mascaras naturales o ungüentos que se preparan con lo que tenemos en la despensa: huevo, yogur, miel, aceite... Te puedes ahorrar una pasta en cremas y no te expondrás a aditivos peligrosos (pensad en las cremas de Mercadona).

Hay que aprender a divertirse sin gastar tanto dinero. Volver a salir al campo, a montar en bici, a disfrutar de la familia y de los amigos. Hay muchísimas formas de ocio que son gratis (o muy baratas). Lo que pasa es que nos han acostumbrado a pagar por todo.

Hay que disfrutar de nuestro entorno. Ser lonchafinista no significa recluirse en casa. Hay muchos sitios cercanos a los que nunca prestamos atención, porque siempre anhelamos viajar a la otra punta del mundo. Sin infravalorar los grandes viajes (que enriquecen la personalidad y la vida de cualquier persona inquieta), hay que aprender a valorar los pequeños placeres que están a nuestro alcance. Dice el refrán que hay que conocer, al menos, un nuevo lugar cada año. Pero no quiere decir que tenga que estar necesariamente a miles de kilómetros. Hay que ver las pequeñas cosas con ojos curiosos.

Y, por supuesto, hay que volver a cocinar. Hacerte tu propia comida es mucho más barato y más sano. Para las sobras, el congelador es un gran aliado.

Hay, en definitiva, que hablar con las abuelas y las madres y preguntarles cómo lo hacían. Porque las generaciones anteriores fueron lonchafinistas a la fuerza. Hiceron auténticos milagros: con muy poco dinero consiguieron sacar a su familia adelante.

En fin... Perdonad la chapa, jeje...
 
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Voy a aportar mi pequeño grano de arena:

Lo primero que hay que hacer es cambiar de mentalidad. Es difícil renunciar a lo que nos gusta: viajar, hacer una reforma en la casa, comprar algo que deseamos... Sobre todo, si estás acostumbrado a lo bueno. Pero asumir que hay que echar el freno es lo primero.

Corren tiempos difíciles. La gente está sin blanca. Y el que tiene trabajo y recursos, reprime el gasto por lo que pueda pasar. ¿Cómo adaptarse a la nueva situación lonchafinista? Lo primero es aceptarlo con naturalidad. Ahora toca plegar una temporada. Ya volveremos a viajar o a salir cuando la situación lo permite. Pero siempre con cabeza. Ya le hemos visto las orejas al lobo. Aunque salgamos de esta, nuestra generación quedará marcada por la crisis (como nuestros abuelos quedaron marcados por la guerra).

Una vez que has asumido tu nueva condición lonchafinista, descubres que, en realidad necesitamos mucho menos de lo que pensamos para vivir. No necesitamos comprar tanta tecnología, ni móviles de última generación, ni ropa que ya no nos cabe en los armarios. Hay que aprovechar las cosas hasta que ya no sirvan. Y si se rompen, intenatar arreglarlas.

Es mejor comprar poco y bueno que mucho y malo. Unos buenos zapatos nos durarán mucho más y a la larga serán más económicos. Y, además, lo bueno casi siempre se puede arreglar. Lo malo nunca merece la pena, porque vale más el arreglo que otro nuevo. Hay que romper ese círculo consumista de comprar cosas baratas y malas que se estropean a los pocos usos. Me refiero, por ejemplo, a a ropa y al calzado.

Hay que volver a lo natural. A reducir el número de productos químicos que compramos. Además de perjudiciales para la salud, resultan más caros. ¿Qué progenitora no usaba vinagre para fregar los suelos de madera? Es un excelente limpiador/abrillantador y resulta baratísimo.

Lo mismo ocurre con los cosméticos: hay miles de mascaras naturales o ungüentos que se preparan con lo que tenemos en la despensa: huevo, yogur, miel, aceite... Te puedes ahorrar una pasta en cremas y no te expondrás a aditivos peligrosos (pensad en las cremas de Mercadona).

Hay que aprender a divertirse sin gastar tanto dinero. Volver a salir al campo, a montar en bici, a disfrutar de la familia y de los amigos. Hay muchísimas formas de ocio que son gratis (o muy baratas). Lo que pasa es que nos han acostumbrado a pagar por todo.

Hay que disfrutar de nuestro entorno. Ser lonchafinista no significa recluirse en casa. Hay muchos sitios cercanos a los que nunca prestamos atención, porque siempre anhelamos viajar a la otra punta del mundo. Sin infravalorar los grandes viajes (que enriquecen la personalidad y la vida de cualquier persona inquieta), hay que aprender a valorar los pequeños placeres que están a nuestro alcance. Dice el refrán que hay que conocer, al menos, un nuevo lugar cada año. Pero no quiere decir que tenga que estar necesariamente a miles de kilómetros. Hay que ver las pequeñas cosas con ojos curiosos.

Y, por supuesto, hay que volver a cocinar. Hacerte tu propia comida es mucho más barato y más sano. Para las sobras, el congelador es un gran aliado.

Hay, en definitiva, que hablar con las abuelas y las madres y preguntarles cómo lo hacían. Porque las generaciones anteriores fueron lonchafinistas a la fuerza. Hiceron auténticos milagros: con muy poco dinero consiguieron sacar a su familia adelante.

En fin... Perdonad la chapa, jeje...

Tu te crees el discurso que has hecho ?se os da muy bien el rollo del lonchafinista o como se diga pero la realidad es otra muy distinta...Si no hay un trabajo estable y que se cobre decentemente es imposible comprar ropa cara como tu dices y ya se que dura mas etc etc..
 
Creo que no me has entendido: no se trata de gastar más. En mi opinión, es mejor tener 3 pares de zapatos buenos que 6 o 7 malos. Al final lo barato sale caro. Ese era mi razonamiento. Obviamente, el que no tenga un duro no podrá comprar ni caro ni barato :/

Un saludo.
 
Muchas gracias a todos/as, por vuestros consejos, puntos de vista, recomendaciones, archivos (el excel de control de gasto), lecturas recomendadas...

He estado leyendo "Padre pobre, padre rico" de Kiyosaki, y me ha abierto los ojos, me ha ayudado a ver una realidad evidente, pero que no estaba percibiendo... mi problema no son las tarjetas de crédito, mi problema es la relación con el dinero. Cuando hablaba del "padre pobre", el "cuadro de flujo de efectivo" y la "carrera de la rata" he sentido que estaba hablando de mí, porque era punto por punto mi caso.

Mi problema es que todo lo que he comprado,y hecho estos años no ha sido más que cargarme de pasivo, cada cosa que he podido alcanzar no ha hecho más que "sacar dinero de mi bolsillo"... el coche que me genera gastos, el reloj al que hay que cambiarle la pila... nada de lo que he hecho con mi dinero me ha reportado ningún beneficio que no fuese una falsa ilusión consumista. Las tarjetas son el "summum" de este concepto, no solo no te dan nada, sino que te "roban" tu dinero del futuro (por cada 100 euros que gastas, no solo pierdes de tu patrimonio futuro esos 100 euros, sino otros 24 euros más cada año que no volverán... es evidente, pero hay que querer/poder verlo.

Tengo un billete de 10 euros en mis manos, y lo estoy viendo con otros ojos, no como algo que me permite comprar más cosas, a la postre inútiles, sino como un bien precioso (y costoso de obtener) que debe aspirar a crecer y multiplicarse en mi poder... y mi obligación es velar por él, y luchar (conmigo mismo) para evitar todas esas tentaciones y peligros que amenazan con llevárselo... me estoy dando cuenta de que ese trozo de papel, por muy fiduciario que sea, es en realidad una posesión más bonita y útil que muchas de las cosas sencillas que compraba hasta ahora con otros como él que pasaron por mis manos.

10_euros_v_g_anv.jpg


Hasta ahora, veía cada nuevo aumento de sueldo como un peldaño que iba subiendo en mi "nivel de vida" ¡que ciego estaba!, sin darme cuenta de que lo único que estaba haciendo era cavar cada vez un agujero mayor... ahora me puedo permitir ese garaje mejor, ese seguro médico privado, la camisa de marca, un móvil nuevo, etc, etc... nuevos gastos mensuales que, al poco tiempo, equilibraban siempre el saldo final de mi cuenta a cero o negativo... más ingresos, más gastos, y la montaña de deuda creciendo.

¡quiero tener dinero!, no las falsas cuentas de cristal que me dan a cambio de él los que saben que el dinero es lo realmente valioso.

Y por ahora, mientras trabaje por eliminar mis deudas, cada euro que pueda "salvar" de mis ingresos no trabajará aún para mí, pero sí podrá salvar a otros de sus "hermanos futuros" ahora cautivos de la deuda... así hasta que todos sean libres

Saludos y gracias a todos
 
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Voy a aportar mi pequeño grano de arena:

Lo primero que hay que hacer es cambiar de mentalidad.

He trabajado con un número notable de gente que habían formado familia y que esta se tragaba cualquier sueldo que hubiera, ya fuera más grande o más pequeño.

Al final, el problema es que las personas no quieren cambiar y no son conscientes ni lo serán de que tienen un problema en relación a saber gastar el dinero de forma algo responsable, o que tienen que ahorrar sí o sí por puro acto de supervivencia para llegar a fin de mes o para no ir tan aperreados.

Cualquier consejo bien intencionado lo interpretarán como un atentado a su libertad. En el caso del forero/a, el puede ser sensato/a, pero si su parienta/o y sus hijos/as, son personas de gastar como si no hubiera mañana, tiene poco que hacer, estará pillado de las narices/ovarios, porque su prole y pareja no entienden eso de apretarse el cinturón.
 
Yo creo que a los que no estamos endeudados y por tanto somos "algo" libres, nos van a perseguir y exterminar, el poder quiere al pueblo endeudado y viendo futbol.
 
Muchas gracias a todos/as por vuestras respuestas. Está claro que tenemos muchas fugas de dinero... muchos pocos y algún mucho que otro. Estoy harto de pagar facturas de fijo+ADSL que no bajan de 90-100 €, lo curioso es que me pasé de Telefónica a Jazztel para ahorrar, y sigo pagando casi lo mismo (habrá que limitar las llamadas no se como), la electricidad es otra sangría, me parece un buen consejo lo de apagar los "standbys", y habrá que ser más cuidadoso con las luces que hay encendidas.

Otro problema son las muchas mensualidades, no me preocupa demasiado el préstamo, porque tiene un bajo interés y las mensualidades de algo más de 300 € son altas, pero asumibles, el problema son las tarjetas, que entre todas suman otros 400-500 € al més de pagos atomizados, y que apenas amortizan capital, esa es la raíz del cancer, luego están los coches, tengo dos, porque dependo del coche para ir al trabajo (no tengo otras alternativas), y el segundo coche (ambos viejos y más que amortizados) está un poco "de repuesto".. creo que habrá que tomar la decisión de quedarse solo con uno (un solo garaje, un solo seguro, etc), y arreglarse sobre la marcha cuando se estropee (a lo mejor echo cuentas, y me sale más barato alquilar uno barato los días que esté estropeado el mío, en lugar de estar pagando por dos coches.

Las compras del super son a lo que sale, no solemos mirar mucho precios, y cro que ese es otro problema

En resumen, creo que la base del problema es que, ahora mismo, no sabría decir con exactitud de memoria los gastos que tengo, o sea, que tengo un cierto descontrol, habrá que coger la libreta y mirar cada euro (algo que ahora no hago ni de lejos, entra por un lado, y sale por el otro)

Así que habrá que apuntarse al lonchafinismo militante, no queda otra. Lo que tengo claro es que quiero salir de esta.

En los cálculos ideales que he hecho, con el sistema de la bola de nieve saldría en unos 3 años. Vosotros proponéis que es mejor ir primero por la de mayor tipo de interés, pero todas son similares. Empezar por la más alta (unos 6.000 de saldo) tiene el problema de que tardaría mucho en eliminarla, con el sistema de la bola de nieve se supone que es más incentivador, te cargas la más pequeña (en mi caso unos 600 €) en 3 o 4 meses, y sumas lo que pagabas de mensualidad a la de la siguiente menor (1200 €), con ello y poniendo todo lo que se pueda a mayores, liquidas la segunda en unos meses, a partír de ahí cada vez es mayor la mensualidad que vas destinando al pago de la que estás liquidando en ese momento, hasta que (en teoría), llegue un día en que estés amortizando la de 6.000 € a razón de 600 € al més... esto es sobre el papel, luego vienen los gastos imprevistos que alteran el proceso, pero supongo que la clave está en mantener siempre el rumbo, y no dejar que esos imprevistos te hagan caer de nuevo en el hoyo. Mucha autodisciplina, porque ya liquidé tarjetas en un par de ocasiones, y cuando vinieron imprevistos volví a caer.

Saludos

tu vives como un arzobispo chaval !!

con los consejos que te han dado y un poco de CABEZA Y SENTIDO COMÚN, saldrás de esta....pero ,lo siento ,mi no entender,no sé cómo todavia te das cuenta ahora .

progenitora mia dos coches y dos GARAJES el señorito !!
eso es de un porqueyolovalguismo total !
igual también tienes una amoto de repuesto por si falla el coche de repuesto:roto2:



-Leéte todos los post de consumo responsable.
-Cambia de actitud y se más disciplinado (con la cesta la compra ,los caprichines,llevando una contabilidad doméstica al detalle...)
-Aprietáte el cinturón ,y en poco tiempo saldarás deudas,ahorrarás para los imprevistos y te sentirás mejor al ver que tú controlas la situación y que cada vez "necesitas " menos cosas
 
Algunas sugerencias.
Olvídate de las tarjetas, saca una cantidad semanal/mensual y paga en efectivo.
Revisa tus aficiones, las más satisfactorias pueden ser gratuitas o semigratruitas. Si te gusta leer, Bibilioteca Pública, si te gusta la música consíguete un instrumento y colegas, si te gusta el deporte una bici o correr, son cosas que ocupan mucho tiempo y poco dinero.
Si tu mujer está poco mentalizada, empieza por ahí.
 
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