Con perdón, pero más que lonchafinista me pareces un gorrón. Ser lonchafinista no es gastar poco a costa de que los otros lo paguen por ti. Ser lonchafinista tampoco es robar, aunque sea en pequeña cantidad (bolis, folios, papel del váter), como he visto en algunos hilos. :abajo:
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En mi caso, por ejemplo, estuve viviendo unos meses sola y recogía el agua pre-caliente de la ducha para fregar, cocinar y regar las plantas. El agua con jabón la usaba para tirar de la cadena. Ahora, con compañeras de piso, me da cosica molestarlas con el agua para aquí y para allá así que no lo hago.
Cuando cocino algo con el horno siempre lo apago unos minutos antes y dejo que se haga la comida con el calor que queda. También está lo de desenchufar los aparatos cuando no los usas, aunque no lo hago con las cosas comunes (tele) por mis compañeras. Voy apagando las luces del pasillo que siempre se deja encendidas una de mis compañeras, aunque sin ir riñéndola como una progenitora.
Y planear siempre si voy a quedarme a comer a la universidad o a algún otro sitio para llevarme un tupper y no tener que comprar comida. De hecho, si olvido la comida vuelvo a casa a hacerme comida antes que comprarla.
Estudiantilmente: ir hasta la otra punta de la universidad porque en una copistería concreta tienen las impresiones unos céntimos más baratas que en el resto del monopolio. Parece una tontería pero por un libro por el que mis compañeros pagaron 14 euros por imprimirlo en nuestra facultad, yo pagué 9. No malgastar dinero en folios y folios y folios de los powerpoints de los profesores, que luego no sirven para nada. Si los necesito, los miro en el ordenador. Además, imprimir siempre a dos caras. No ahorro dinero directamente porque te lo cobran como 2 fotocopias pero uso la mitad de papel.
No tirar nada de comida. Si veo que algo está cercano a caducar o que incluso ha "caducado" (consumo preferente =/= caducar, sigue pudiéndose comer perfectamente) hace unos días, lo como ese día, aunque tuviera pensado o tuviera ganas de comer otra cosa.
Por supuesto nada de ir a comprarse trapitos cada dos por tres, malgastar el dinero en maquillaje, peluquería ni tonterías. La última vez que fui a una peluquería fue hace casi 3 años: ahora una amiga me corta las puntas, no necesito una peluquera para eso. Hace muchísimo que no compro ropa, todavía uso alguna de cuando iba al instituto. De hecho, tengo unas botas desde que iba a 2º de la ESO que todavía uso (tengo 22 años), y eso que son de mercadillo.
No renovar aparatos a no ser que se estropeen o empiecen a funcionar mal y apañarme con lo que tengo también es importante. Nunca he comprado un móvil "por cambiarlo", y si quiero comprar algo de más de 50 euros (incluso menos) nunca lo hago en el momento. Eso de consultar con la almohada es algo muy sabio; hay veces que al día o a la semana siguiente se te pasa el capricho y te arrepientes. Hay que esperar al menos 7 días y si lo sigues necesitando ya lo piensas en serio. El reproductor mp3 me lo va a prestar una amiga, que tiene uno de sobra, y mientras lo uso ya veo yo si realmente quiero uno o no. :Baile:
Mi futura gesta lonchafinista será no tener móvil. Un gran pecado no-lonchafinista del último año fue cambiarme de operadora con contrato, no con tarjeta. Resulta que el consumo mínimo al mes son 6 euros (+IVA) y yo ahora gasto bastante menos que eso.
Me arrepiento mucho pero sólo me quedan unos meses de contrato. Y entonces seguramente me desharé del móvil.
Me dejo muchas cosas en el tintero pero no quiero aburrir.
PD: me ha quedado un poco tocho esto y realmente dudo de que os esté contando nada nuevo. Pero la presión de mi entorno no-lonchafinista es grande y este es un pequeño desahogo. Somos lonchafinistas por convicción (quizá alguno también por necesidad) y no debemos avergonzarnos de ello.