Hace tiempo que sigo la misma estrategia, hacerme recetas para los siguientes tres o cuatro días, apuntar los ingredientes y comprarlos. La comida que se desperdicia es 0. No he tirado nada de nada. En mi caso el ahorro ha sido del 30%. No obstante, hay elementos que siempre voy reponiendo, aunque eso depende de los gustos y necesidades de cada uno. Por ejemplo: bemoles, arroz, leche, lechuga, etc. Y sí, una ventaja inesperada es que se sociabiliza más, al salir más a menudo. Pero lo veo más para uno solo. Con pareja manirrota o hijos, sería un infierno.