Preparacionismo: Truco para ahorrar en la comida

Nefersen

Nuncio Apostólico
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En estos tiempos de alta inflación, he descubierto un truco para ahorrar en la comida.

Hasta hace un par de meses, hacía la compra de la siguiente manera:

Una vez al mes -generalmente a principio de mes- iba los tres o cuatro supermercados de confianza, y hacía una sola gran compra para todo el mes, sin tener nada decidido de antemano. Según veía productos, los ponía en la cesta, a veces de dos en dos o de tres en tres.

Posteriormente, a lo largo del mes, iba consumiendo lo comprado, pero a menudo me encontraba con que, para una receta concreta me hacía falta otro producto, lo que me obligaba a volver para comprarlo, y de paso, compraba algunas cosas más.

También me ocurría que compraba más con los ojos que con la cabeza, sin tener en cuenta la caducidad de algunas cosas. Por ejemplo, compraba una ensalada de paquete, y si no la comía en la primera semana, se había estropeado y tenía que tirarla. O a los tomates le sale moho, o la fruta se pasaba, etc.

Ambos problemas producían un gasto extra de entorno a un 20% a 25%. Es decir, si mi consumo estimado era de 400 euros, terminaba por irme fácilmente a los 500.

El método que empleo desde hace un mes es el siguiente:

1) Redacto unos menús semanales (en mi caso, yo sólo hago una comida al día, por lo que mi menú es algo parecido a esto):

LUNES

CREMA DE CHAMPIÑONES

PAVO CON MIEL Y MOSTAZA con COLES DE BRUSELAS AL ROMERO

MARTES

SOPA DE MISO

ATÚN con BRÓCOLI AL AJILLO

MIÉRCOLES

BERENJENAS RELLENAS​


A partir de aquí, elaboro una lista de la compra -semanal, no mensual- con las cantidades exactas que voy a emplear. Así, cuando compro, no compro ni un solo producto de más. Pero además, al ser semanal, tengo en cuenta la caducidad de los productos, y procuro poner en el menú los más perecederos antes que los más duraderos.

El ahorro, como digo, alcanza el 25%.
 
Algunos trucos básicos más:

1-. Para productos no perecederos: comprar mucha cantidad cuando estén en oferta y que consumas habitualmente. Arroz, pasta, frutos secos, frascos de alubias, lentejas y garbanzos... Y, cómo no, latunes.

2-. Para perecederos: consume productos frescos de temporada. Melón, caballa, sandía, uvas... Si están las berenjenas a buen precio, preparar algo con berenjenas. Nada de fresas en diciembre.

3-. No tirar nada jamás a la sarama. Lo cuál implica saber en todo momento el stock de tus productos y su estado.

4-. No circunscribirse tan rígidamente a platos concretos. Si hay que dar salida a champiñones y bemoles, tortilla de champiñones. ¿Tomates a puntos de ponerse pochos? Ensalada o gazpacho. Y así con todo.

5-. Cocina de más y congela. Especialmente indicado para potajes y legumbres. Implica tener tuppers disponibles, espacio en el congelador, planificar de antemano descongelar.


Puedes sacarle perfectamente otro 25% de ahorro.
 
Yo me voy a medio apiolar de hambre enseguía porque cuatro esquerosos infames quieran dejar España hecha un barbecho.
 
En estos tiempos de alta inflación, he descubierto un truco para ahorrar en la comida.

Hasta hace un par de meses, hacía la compra de la siguiente manera:

Una vez al mes -generalmente a principio de mes- iba los tres o cuatro supermercados de confianza, y hacía una sola gran compra para todo el mes, sin tener nada decidido de antemano. Según veía productos, los ponía en la cesta, a veces de dos en dos o de tres en tres.

Posteriormente, a lo largo del mes, iba consumiendo lo comprado, pero a menudo me encontraba con que, para una receta concreta me hacía falta otro producto, lo que me obligaba a volver para comprarlo, y de paso, compraba algunas cosas más.

También me ocurría que compraba más con los ojos que con la cabeza, sin tener en cuenta la caducidad de algunas cosas. Por ejemplo, compraba una ensalada de paquete, y si no la comía en la primera semana, se había estropeado y tenía que tirarla. O a los tomates le sale moho, o la fruta se pasaba, etc.

Ambos problemas producían un gasto extra de entorno a un 20% a 25%. Es decir, si mi consumo estimado era de 400 euros, terminaba por irme fácilmente a los 500.

El método que empleo desde hace un mes es el siguiente:

1) Redacto unos menús semanales (en mi caso, yo sólo hago una comida al día, por lo que mi menú es algo parecido a esto):

LUNES

CREMA DE CHAMPIÑONES

PAVO CON MIEL Y MOSTAZA con COLES DE BRUSELAS AL ROMERO

MARTES

SOPA DE MISO

ATÚN con BRÓCOLI AL AJILLO

MIÉRCOLES

BERENJENAS RELLENAS​


A partir de aquí, elaboro una lista de la compra -semanal, no mensual- con las cantidades exactas que voy a emplear. Así, cuando compro, no compro ni un solo producto de más. Pero además, al ser semanal, tengo en cuenta la caducidad de los productos, y procuro poner en el menú los más perecederos antes que los más duraderos.

El ahorro, como digo, alcanza el 25%.
Cuál es la receta de la sopa de miso que haces? me interesa...
 
Pones un alga combu en agua la noche anterior.
Pones a hervir el agua con la alga y añades dasi en granulado o sobres, bonito deshidratado.
Le puedes añadir tofu en dados.
Incorporas pasta miso y con un cazo o cuchara la diluyes en el agua cuando ya esta cocido.
Le incorporas tallo de cebolla cortada.
Esto es medicina como dicen los Japos, se toma para desayunar.
 
Para ahorrar en comida hay que tener, huerto, gallinas, hacer encurtidos y congelar verduras. Saber cocinar, saber comprar los productos de temporada. Comprara proveedores las cantidades grandes. Comprar la comida al día y en pequeñas cantidades para consumo rápido. Todo lo demás es hacer rico al dueño de Mercadona y a sus herederos que lo han invertido todo en la salud( tu mala salud del futuro).
 
Cocinar y congelar las raciones que no consumes, tener siempre la nevera, congelador y despensa organizada, para evitar que se te estropeen o caduquen los alimentos

"La escalera ha de barrerse empezando por arriba"
 
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