peste bubónica
Madmaxista
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Leyendo a David Irving sobre la Segunda Guerra Mundial algo de lo que dice me ha llamado mucho la atención:
-En la Segunda Guerra Mundial no existió un equilibrio de fuerzas, desde el principio las fuerzas del Eje se encontraban en una desventaja brutal.
Una desventaja en todos los campos (economía, recursos, capital humano, geografía, etc.... ) que las fuerzas del EJE intentaron compensar con una política militar mucho más agresiva y audaz, equivalente a la que tuvieron que adoptar los cartagineses en la Segunda Guerra Púnica.
Como dice David Irving e incluso Pat Buchanan la agresividad de Alemania y sus aliados no era más que una medida defensiva. Del mismo modo que la campaña de Anibal en Italia, las ofensivas del Eje eran la única esperanza del débil para vencer al bando más poderoso. Con la abrumadora superioridad de recursos de los aliados, una actitud defensiva les hubiera llevado a una derrota segura.
También, del mismo modo que los historiadores romanos, los historiadores de los vencedores de la IIGM crearon después la ilusión de que las fuerzas estaban equilibradas - haciendo al "enemigo" mucho más fuerte de lo que era - para así exagerar los propios méritos.
Una práctica que ya descubrimos entre los primeros historiadores de la antigua Grecia.
En realidad es que hiciera lo que hiciera, Alemania ya estaba condenada de antemano a perder la guerra.
La sorpresa no fue la victoria aliada, la sorpresa fue que Alemania diera tanta "guerra". Lo esperado era que Alemania se hubiera empantanado en Polonia y hubiera sido aplastada en poco tiempo para terminar el trabajo que se inició en la Primera Guerra Mundial: el troceo de Alemania y la eliminación definitiva de una posible potencia militar continental europea que pudiera poner en dificultad los intereses anglosajones.
En lo que respecta al escenario Pacífico: ya es de verdadero chiste pretender crear la fantasia de que aquello fue una guerra equilibrada.
-En la Segunda Guerra Mundial no existió un equilibrio de fuerzas, desde el principio las fuerzas del Eje se encontraban en una desventaja brutal.
Una desventaja en todos los campos (economía, recursos, capital humano, geografía, etc.... ) que las fuerzas del EJE intentaron compensar con una política militar mucho más agresiva y audaz, equivalente a la que tuvieron que adoptar los cartagineses en la Segunda Guerra Púnica.
Como dice David Irving e incluso Pat Buchanan la agresividad de Alemania y sus aliados no era más que una medida defensiva. Del mismo modo que la campaña de Anibal en Italia, las ofensivas del Eje eran la única esperanza del débil para vencer al bando más poderoso. Con la abrumadora superioridad de recursos de los aliados, una actitud defensiva les hubiera llevado a una derrota segura.
También, del mismo modo que los historiadores romanos, los historiadores de los vencedores de la IIGM crearon después la ilusión de que las fuerzas estaban equilibradas - haciendo al "enemigo" mucho más fuerte de lo que era - para así exagerar los propios méritos.
Una práctica que ya descubrimos entre los primeros historiadores de la antigua Grecia.
En realidad es que hiciera lo que hiciera, Alemania ya estaba condenada de antemano a perder la guerra.
La sorpresa no fue la victoria aliada, la sorpresa fue que Alemania diera tanta "guerra". Lo esperado era que Alemania se hubiera empantanado en Polonia y hubiera sido aplastada en poco tiempo para terminar el trabajo que se inició en la Primera Guerra Mundial: el troceo de Alemania y la eliminación definitiva de una posible potencia militar continental europea que pudiera poner en dificultad los intereses anglosajones.
En lo que respecta al escenario Pacífico: ya es de verdadero chiste pretender crear la fantasia de que aquello fue una guerra equilibrada.