Claro hombre, se esperaron dos años a entrar, cuando los cadáveres ya se habrían enfriado.
El Maine se hundió en Febrero de 1898, y EEUU nos declaró la guerra en Abril de 1898.
Las Torres Gemelas volaron en Septiembre de 2001, y EEUU invadió Afganistán en Octubre del mismo año.
Pero en la 1GM, se esperaron dos años desde el hundimiento del Lusitania, porque patata.
El desencadenante de la entrada de EEUU en la 1GM en Abril de 1917 fue el Telegrama Zimmermann, cuya autoría fue reconocida por Alemania en Marzo de 1917.
La magnitud de la tragedia conmocionó enormemente al Reino Unido y a los Estados Unidos, de donde procedía la mayoría de los pasajeros fallecidos. Aquella fue la primera ocasión en la que se habló de "crimen de guerra".
Pero el paso del tiempo sugiere un cambio de paradigma. El mar del Norte, donde se produjo el hundimiento,
había sido declarado zona de guerra por los propios británicos, que eran partidarios de mandar al fondo del mar cualquier embarcación con pabellón alemán, aunque ésta sólo tras*portara alimentos.
Londres despreciaba a los submarinos por considerarlos un arma "huidiza, tramposa y asquerosamente no inglesa".
Esta estrategia se apoyaba en el poderío naval británico que imponía su superioridad en los mares.
Sin embargo, el Almirantazgo no tuvo en cuenta la irrupción de los submarinos U-Boot, a los que Londres despreciaba por considerarlos un arma "huidiza, tramposa y asquerosamente no inglesa". Sin embargo estas "armas huidizas" resultaron ser terriblemente efectivas y letales.
Un arsenal en alta mar
Por su parte, Alemania se defendió de las acusaciones argumentando que
el Lusitania era realmente un barco militar, aunque iba camuflado como un barco de pasajeros. Su misión era la de romper el bloqueo de las Islas británicas y por ello, en sus bodegas, viajaban cuatro millones de proyectiles fabricados en Estados Unidos repartidos en 5.400 cajas, además de cobre y latón para uso militar.
El paso de los años ha demostrado que era cierto. Según se pudo comprobar por los manifiestos de carga reales, que fueron sustituidos por otros que sólo informaban del embarque de comida y pasaje, entre las provisiones que se subieron al barco en Nueva York figuraba el denunciado material de guerra.
Investigación
Años más tarde, todos estos datos fueron ratificados por una expedición submarina que en verano de 2011 accedió a los restos del
Lusitania que descansan en el fondo del mar. La investigación confirmó que los alemanes no mentían y que
las bodegas del gran tras*atlántico estaban repletas de munición cuya presencia explicaría las diversas explosiones que se sucedieron a causa del impacto del torpedo alemán y que acabaron hundiendo al
Lusitania pese a que fue alcanzado por un solo impacto. Este descubrimiento también daría respuesta a la siguiente pregunta: ¿Por qué se hundió tan rápido un barco de su tamaño, construido con compartimentos estancos?
Se acusó a Churchill de saber que la probabilidad de un ataque contra el tras*atlántico era elevada y más aún cuando en una reunión mantenida en la sala de mapas del Almirantazgo, el 1 de mayo, se le advirtió de que espías británicos desplegados en Alemania habían informado de la salida del U-20 del capitán Walther y de que éste podía cruzarse en la ruta del
Lusitania. A pesar de las advertencias, Churchill ordenó que el
Juno, el crucero que debía escoltar al
Lusitania una vez hubiera entrado en el mar del Norte, abandonase la zona y se dirigiera a puerto.
A pesar de las advertencias, Churchill ordenó que el Juno, el crucero que debía escoltar al Lusitania una vez hubiera entrado en el mar del Norte, abandonase la zona.
El hundimiento del
Lusitania deja varias preguntas en el aire: ¿Fue el gran tras*atlántico una víctima sacrificada ex profeso para que los Estados Unidos pudieran justificar su participación en la Primera Guerra Mundial? ¿Fueron las 1.200 personas que murieron en el ataque "daños colaterales" perfectamente asumibles? Y aunque los Estados Unidos no participaron en la contienda hasta dos años más tarde, con la declaración del presidente Woodrow Wilson, muchos historiadores han considerado que el ataque al
Lusitania fue un acontecimiento determinante para que Washington decidiera participar en el conflicto.