Silverdaemon6
Madmaxista
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La he copiado de otro foro, pero creo que da mucho juego y os hará pensar
Llegas a casa tras subir los 4 pisos sin ascensor que separan tu piso de 19 m2 del suelo. Te descubres jadeando, sin aliento. "Es por culpa del puñetero cubreboca" te dices, sin ignorar que llevas casi 1 década sin hacer más deporte que la masturbación y las carreras de 20 metros para no perder el metro. Antaño dejaste el gimnasio porque suponía un gasto que no merecía le pena. Estabas convencido de que en casa podías ponerte en forma con ejercicios de calistenia, pero ese impulso duró dos semanas.
Pero eso no fue el único sacrificio económico que realizaste desde que te incorporaste al mercado laboral. Te prometiste a ti mismo que vivirías de forma austera hasta poder acumular suficiente riqueza como para acceder a la vivienda sin depender de los "puñeteros bancos". Para perpretar tal hazaña, decidiste estudiar un CFGS de DAM ya que sabías que el mercado laboral te recompensaría el esfuerzo con sueldos altos que te permitirían llevar una vida más que cómoda. Y así es, un sueldo de 31 K€ en la capital de España es "un sueldazo te pongas como te pongas". Para complementarlo, procediste a reducir tus pasivos al máximo.
Tras malas experiencias compartiendo piso, decidiste que alguien de tu status no podía seguir aguantando las flatulencias lejanas de otras habitaciones. Además ya tenías 32 años. Buscaste durante meses hasta que encontraste la ganga en la que te encuentras actualmente, de la que siempre presumes pero nunca enseñas. El dueño de ese ático centenario - como te gusta llamarlo - en el que vives actualmente lo había heredado de su abuelo - que lo empleaba como palomar -, y ahora lo alquila por 380€, aunque no tenga cédula de habitabilidad. Te mueres de frío en invierno y de calor en verano. El único radiador eléctrico que tiene lo intentas poner lo mínimo posible. No obstante estás estropeado porque por culpa de Filomena y el precio del PVPC durante esos días te ha llegado una factura de 42 €, cuando lo normal es que pagues 24. Esos pequeños desvíos son los que marcan la diferencia y te pueden alejar de tu objetivo. Te dices a ti mismo que ante una eventualidad futura de características similares te apretarás el cinturón. Ya estás planificando reducir el uso del ventilador en verano para amortiguar el gasto excesivo que has tenido este mes.
Por otro lado, intentas alimentarte de la manera más ahorrativa posible. Has leído por internet que hay personas que gastan 100 € al mes en comida y pensaste que podías ser uno de los miembros de ese selecto club de ascetas. No obstante en la excel pormenorizada de los gastos que tienes, ves que la cifra sube a 120 o incluso 130 € al mes. Sabes que se debe a las lasañas y pizzas precocinadas - que encarecen la cesta de la compra - además del caprichito semanal en Uber eats que pides con los descuentos que te llegan a tu bandeja de entrada. Por supuesto no le das propina al repartidor que ha subido los 4 pisos a pie para dejarte la bandeja del Taco Bell en la puerta de tu loft. "Yo no tengo culpa de que cobren una cosa, es el mercado amigos", te dices a ti mismo mientras recuerdas el gif de Rodrigo Rato.
Los acontecimientos del último año (el bichito), lejos de amedrentarte, han supuesto un soplo de aire fresco, ya que te permiten ahorrar más. Ya no hay afterwork con los del trabajo, por lo que ese gasto en cerveza de los jueves no lo tienes que llevar a cabo. Los fines de semana te encierras en tu ático y no asomas la cabeza. A veces piensas que si murieses en esas circunstancias y la policía, en el momento del levantamiento del cadáver, accediese a tu PC, saldría horrizada de ese casa. Xhamster, Xvideos, Pornhub. Filias de lo más diverso. Eso te recuerda que una vez incluso te planteaste pagar el onlyfans de una excompañera de clase, pero esos 5 € al mes es un gasto que no merece la pena teniendo todo el prono que quieras gratis. "Siempre multiplico los gastos mensuales que evito por 12 para hacerme a la idea del tremendo ahorro anual que suponen". Por eso no pagas nada a lo que puedas acceder de manera gratuita. Todo el contenido multimedia al que accedes es pata de palo mediante.
Cuando miras el saldo de tu cuenta, te reconforta y te sigue dado fuerzas para seguir con ese estilo de vida. "No hay mayor satisfacción que cuando veo la nómina ingresada en mi cuenta y calculo el ahorro que he tenido el mes pasado". Tienes 87.355 €. Cada año has ido incrementando tu capacidad ahorrativa, y ahora se encuenta en 15 K€ al año. Pese a que ya has abandonado ese sueño revolucionario de juventud en el que te imaginabas pagando a toca teja una vivienda, sabes que en el mejor de los casos necesitarás 3 o 4 años más para acceder a una vivienda con los precios que hay hoy en día. Pero eres un estoico, y sabes que apretarás los dientes el tiempo que haga falta para lograr ese objetivo.
Fantaseas con tu futuro en 10 años. Estás fervientemente convencido de que habrás alcanzado un sueldo de 35 K "como mínimo" que te permitirá vivir más desahogado y podrás empezar a vivir otro tipo de vida diferente a la que has llevado hasta ahora.Te imaginas viendo mundo y pese a tu misoginia exacerbada, viviendo con una mujer preciosa, "pero no una Charo, que con mi sueldo tengo que empezar a cuidarme de aprovechadas divorciadas que sólo quieren un hombre que les mantenga y con el que tener larvas". LO QUE NADIE TE HA DICHO Y DESCUBRIRÁS DE FORMA DRAMÁTICA es que tu mente ya se ha moldeado para vivir así. Nunca podrás vivir despreocupado por el dinero y siempre se presentarán objetivos económicos delante de tus ojos que nublarán cualquier otro aspecto de tu vida. Eres codicioso, y las caricias mentales de futuro que te haces, son sólo eso, caricias mentales. El dinero te dominará siempre y ya no hay nada que puedas hacerlo para evitarlo. Te perderás momentos y experiencias de la vida, que por tu soberbia y por tu obsesión monetaria, no eres capaz de alcanzar todavía. Directamente serás incapaz de disfrutarlos porque tu cerebro enfermo no te dejará. Los momentos de mayor satisfacción de tu vida te los provocarán unos dígitos en la pantalla de tu móvil.
Quien cambia felicidad por dinero
no podrá cambiar dinero por felicidad.
Llegas a casa tras subir los 4 pisos sin ascensor que separan tu piso de 19 m2 del suelo. Te descubres jadeando, sin aliento. "Es por culpa del puñetero cubreboca" te dices, sin ignorar que llevas casi 1 década sin hacer más deporte que la masturbación y las carreras de 20 metros para no perder el metro. Antaño dejaste el gimnasio porque suponía un gasto que no merecía le pena. Estabas convencido de que en casa podías ponerte en forma con ejercicios de calistenia, pero ese impulso duró dos semanas.
Pero eso no fue el único sacrificio económico que realizaste desde que te incorporaste al mercado laboral. Te prometiste a ti mismo que vivirías de forma austera hasta poder acumular suficiente riqueza como para acceder a la vivienda sin depender de los "puñeteros bancos". Para perpretar tal hazaña, decidiste estudiar un CFGS de DAM ya que sabías que el mercado laboral te recompensaría el esfuerzo con sueldos altos que te permitirían llevar una vida más que cómoda. Y así es, un sueldo de 31 K€ en la capital de España es "un sueldazo te pongas como te pongas". Para complementarlo, procediste a reducir tus pasivos al máximo.
Tras malas experiencias compartiendo piso, decidiste que alguien de tu status no podía seguir aguantando las flatulencias lejanas de otras habitaciones. Además ya tenías 32 años. Buscaste durante meses hasta que encontraste la ganga en la que te encuentras actualmente, de la que siempre presumes pero nunca enseñas. El dueño de ese ático centenario - como te gusta llamarlo - en el que vives actualmente lo había heredado de su abuelo - que lo empleaba como palomar -, y ahora lo alquila por 380€, aunque no tenga cédula de habitabilidad. Te mueres de frío en invierno y de calor en verano. El único radiador eléctrico que tiene lo intentas poner lo mínimo posible. No obstante estás estropeado porque por culpa de Filomena y el precio del PVPC durante esos días te ha llegado una factura de 42 €, cuando lo normal es que pagues 24. Esos pequeños desvíos son los que marcan la diferencia y te pueden alejar de tu objetivo. Te dices a ti mismo que ante una eventualidad futura de características similares te apretarás el cinturón. Ya estás planificando reducir el uso del ventilador en verano para amortiguar el gasto excesivo que has tenido este mes.
Por otro lado, intentas alimentarte de la manera más ahorrativa posible. Has leído por internet que hay personas que gastan 100 € al mes en comida y pensaste que podías ser uno de los miembros de ese selecto club de ascetas. No obstante en la excel pormenorizada de los gastos que tienes, ves que la cifra sube a 120 o incluso 130 € al mes. Sabes que se debe a las lasañas y pizzas precocinadas - que encarecen la cesta de la compra - además del caprichito semanal en Uber eats que pides con los descuentos que te llegan a tu bandeja de entrada. Por supuesto no le das propina al repartidor que ha subido los 4 pisos a pie para dejarte la bandeja del Taco Bell en la puerta de tu loft. "Yo no tengo culpa de que cobren una cosa, es el mercado amigos", te dices a ti mismo mientras recuerdas el gif de Rodrigo Rato.
Los acontecimientos del último año (el bichito), lejos de amedrentarte, han supuesto un soplo de aire fresco, ya que te permiten ahorrar más. Ya no hay afterwork con los del trabajo, por lo que ese gasto en cerveza de los jueves no lo tienes que llevar a cabo. Los fines de semana te encierras en tu ático y no asomas la cabeza. A veces piensas que si murieses en esas circunstancias y la policía, en el momento del levantamiento del cadáver, accediese a tu PC, saldría horrizada de ese casa. Xhamster, Xvideos, Pornhub. Filias de lo más diverso. Eso te recuerda que una vez incluso te planteaste pagar el onlyfans de una excompañera de clase, pero esos 5 € al mes es un gasto que no merece la pena teniendo todo el prono que quieras gratis. "Siempre multiplico los gastos mensuales que evito por 12 para hacerme a la idea del tremendo ahorro anual que suponen". Por eso no pagas nada a lo que puedas acceder de manera gratuita. Todo el contenido multimedia al que accedes es pata de palo mediante.
Cuando miras el saldo de tu cuenta, te reconforta y te sigue dado fuerzas para seguir con ese estilo de vida. "No hay mayor satisfacción que cuando veo la nómina ingresada en mi cuenta y calculo el ahorro que he tenido el mes pasado". Tienes 87.355 €. Cada año has ido incrementando tu capacidad ahorrativa, y ahora se encuenta en 15 K€ al año. Pese a que ya has abandonado ese sueño revolucionario de juventud en el que te imaginabas pagando a toca teja una vivienda, sabes que en el mejor de los casos necesitarás 3 o 4 años más para acceder a una vivienda con los precios que hay hoy en día. Pero eres un estoico, y sabes que apretarás los dientes el tiempo que haga falta para lograr ese objetivo.
Fantaseas con tu futuro en 10 años. Estás fervientemente convencido de que habrás alcanzado un sueldo de 35 K "como mínimo" que te permitirá vivir más desahogado y podrás empezar a vivir otro tipo de vida diferente a la que has llevado hasta ahora.Te imaginas viendo mundo y pese a tu misoginia exacerbada, viviendo con una mujer preciosa, "pero no una Charo, que con mi sueldo tengo que empezar a cuidarme de aprovechadas divorciadas que sólo quieren un hombre que les mantenga y con el que tener larvas". LO QUE NADIE TE HA DICHO Y DESCUBRIRÁS DE FORMA DRAMÁTICA es que tu mente ya se ha moldeado para vivir así. Nunca podrás vivir despreocupado por el dinero y siempre se presentarán objetivos económicos delante de tus ojos que nublarán cualquier otro aspecto de tu vida. Eres codicioso, y las caricias mentales de futuro que te haces, son sólo eso, caricias mentales. El dinero te dominará siempre y ya no hay nada que puedas hacerlo para evitarlo. Te perderás momentos y experiencias de la vida, que por tu soberbia y por tu obsesión monetaria, no eres capaz de alcanzar todavía. Directamente serás incapaz de disfrutarlos porque tu cerebro enfermo no te dejará. Los momentos de mayor satisfacción de tu vida te los provocarán unos dígitos en la pantalla de tu móvil.
Quien cambia felicidad por dinero
no podrá cambiar dinero por felicidad.