Repito la frase de Filón, que deja bien claro tu resistencia a negar la evidencia:
Todo aquel que es consciente de que todos tenemos un Padre común es llamado con todo derecho hijo de Dios (es decir, un ángel). (
Confusión de Lenguas, 28)
La evidencia la niegas tú. CINCO CITAS de la biblia canónica frente a una fuera de contexto de Filón, que no dice lo que tú malamente interpretas que dice, cuando el propio autor defiende la lectura de Hijos de Dios como ángeles. 5 contra 1 (discutible). Creo que el punto está ganado, aunque sea por un criterio cuantitativo.
¿Y qué opinas de esta cita bíblica?
Cuantas veces te tendré que repetir que el HIJO es David.
Es que NO HAY OTRO HIJO. Jesús ES EL DAVID de los profetas, el Hijo Celestial. Por eso se llama Retoño de Isaí.
¿Puedes demostrar que era celestial? ¿Iba a reinar en el cielo o en la tierra?
Sí, en el próximo post.
No sé a qué pasaje te refieres. Me gustaría que lo cites y que, con tus amplísimos conocimientos de lenguas, demuestres que el Dr. Piñero altera la traducción y que lo hace por mala fe.
Piñero no desmiente esta traducción, sino que dice que "se puede" entender de otra manera -es decir, como SÓLO ENTIENDE ÉL de esa manera. Eisenman, como muchos más conocimientos de hebreo antiguo que Piñero, prefiere la traducción que he aportado. Discúte esto si quieres con Eisenman, el mayor experto mundial en Qumram. Y no acuso al Dr. Piñero, que es un caballero al que admiro y respeto, de mala fe, sino de engañarse a sí mismo en su desesperada búsqueda del hombre que nunca estuvo allí.
Sí, Pablo tuvo alguna visión, aunque falseas la realidad al decir que subió en carne y hueso al cielo.
Bueno, esto te lo concedo. Aunque no lo aclara, quizá subió en una experiencia fuera del cuerpo. De hecho, Pablo dice: "si fuera del cuerpo, no lo sé." O sea, que ni el mismo nos puede contestar a esto.
¿Por qué debe aparecer Galilea en un texto litúrgico o en una carta circunstancial, como lo son todas las cartas de Pablo?
Dejeré a los lectores opinar si las cartas son "circunstanciales" o teológicas.
Sería la primera vez que una corrrespondencia privada se convirtiera en dogma canónico, pero vaya, tú mismo.
1. Los esenios desaparecen el año 70, décadas después de que apareciesen los cristianos.
2. Hay explicaciones racionales de por qué no mencionan a los esenios.
1. Confirmas lo que digo. Yo no dije que se fusionasen ANTES del 70, sino que los esenios desaparecen misteriosamente después del 70.
2. Da alguna de esas explicaciones "racionales". La mía es bastante racional: Desaparecen después del 70 porque se convierten al nuevo credo evolucionado de los cristianos, es decir, de los esenios cristianos.
Hebreos está escrito por un autor de la segunda generación de cristianos.
Es preciso que prestemos mayor atención a lo que hemos oído...El propio Señor comenzó a anunciar esta salvación, que luego fue confirmada por la palabra de quienes le oyeron (Hb. 2)
Podría ser de una segunda generación de apóstoles, como Pablo lo es de una tercera. No veo nada terrenal en esta frase, pero bueno. No hay referencias temporales en el escrito. Jesús pudo "anunciar esta salvación" en visiones (como a Pablo) 100 años antes del momento presente. Una vez más, usas el prejuicio de Marcos (Jesús año 33) para fechar un escrito que NO MENCIONA el incidente con Pilatos, y que por lo tanto, no tiene referencias temporales para fechar el evento.
Es lo que se llama usar pruebas externas anacrónicas para completar o corregir a gusto las pruebas textuales internas, algo típico de los historicistas, jugando a malos detectives.
Al final, se dice que Timoteo acaba de salir de la guandoca. Esto apunta a una época un poquito posterior a Pablo.
O sea, que es de Pablo, ¿o no? ¿O quizá es un añadido para "hacerla parecer de Pablo? Vamos, con lo que te gustan a ti los "falsarios".
Me ahorro tus tonterías... Resérvalas para el próximo post.
---------- Post added 16-mar-2015 at 15:09 ----------
TERCER POST APOSTÓLICO
EL CRISTO DE LOS HEBREOS
A continuación aporto al debate un primer post sobre el texto de la Epístola de los Hebreos, tradicionalmente adjudicada a Pablo, pero hoy considerada una homilía ****ocristiana de mayor antigüedad (40-50 d.C). Su estilo y forma demuestran una herencia mucho más judía (no necesariamente más tardía), al mantener intacta la visión esenia del Mesías como Sumo Sacerdote.
Claramente, como veremos por PRUEBAS TEXTUALES, Hebreos introduce varios conceptos nuevos:
Jesús ha sufrido y se ha sacrificado por nosotros, estableciendo con dicho sacrificio,
una Nueva Alianza con los hombres, de carácter universal, y no circunscrita a Israel. Así mismo, Jesús es de la Tribu de Judá -en referencia a David, y no, "del linaje de David", como más tarde. Es Hijo de Dios EXCLUSIVAMENTE conforme a la promesa de Isaías a David. Por lo tanto, Sumo Sacerdote Celestial (elemento que sólo aparece en este texto, y que desaparece misteriosamente en todas los demás textos cristianos canónicos posteriores- si bien el elemento subsiste en los apócrifos-).
Hebreos empieza con un párrafo sintético de gran contenido:
HEBREOS 1
1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; 3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, 4 hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente Nombre que ellos.
No debería sorprender a los lectores del hilo la mención al Nombre Excelente de Dios que "hereda" el Hijo, que ya sabemos cuál es: Salvador. Tampoco que sea “hecho” superior a los ángeles, pues es, naturalmente, como Hijo de Dios, el Príncipe (el Ungido) Heredero de los Cielos. Mucho menos debe extrañar, (conforme vimos en el post de Filón de Alejandría), que se le considere “la imagen misma de la sustancia de Dios”.
Como es fácil observar, en el pasaje no hay la menor mención a la predicación terrenal. No se dice que Dios envía a su hijo como profeta a la tierra de Galilea a predicar. Se dice, que el Dios ha hablado “por” el Hijo, es decir, por medio de Su Imagen en apariciones a los apóstoles –como se aparece el Ángel Gabriel a Mahoma para dictarle la escritura. Nótese, además, que no se menciona a Jesús por su nombre en todo el pasaje, sino como “el Hijo”. Está, por tanto, en esta etapa temprana, no ya deificado, sino teologizado como Hijo de Dios, imagen de su divina sustancia (amorfa, invisible e incognoscible para los humanos).
HEBREOS 3
1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;
Observemos que el llamamiento de Jesús es
"celestial", no "terrenal", y por lo tanto, se le debe considerar apóstol y sumo sacerdote que tras*mite su enseñanza “desde el cielo”, (tal como hace con Pablo, quien tiene que subir al Tercer Cielo para verlo; si en el cuerpo o fuera de él, no lo sabe decir ni él). Y continúa…
HEBREOS 3
2 el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios. 3 Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo. 4 Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios.
Aquí, Hebreos compara a Jesús con Moisés en términos superlativos. Jesús no es mejor mediador porque haya realizado mayores milagros terrenales que aquél, sino SÓLO por ser Hijo de quien es, de Dios, y consustancial con él. Pues “el que hizo la casa”, es decir, Dios, tiene mayor honra que Moisés. Se equipara o fusiona la figura de Dios con su Hijo, lo que es perfectamente natural, si consideramos que el Hijo es la imagen visible o manifestación en el Mundo del propio Dios Uno (como nos han aclarado antes), y no, un ser independiente o separado de Dios Uno.
Este párrafo resulta desquiciado aplicado a un personaje físico reciente, que hubiera realizado algún milagro menor que separar los mares y enviar diez plagas a Egipto, o que no hablara directamente con Dios, como hizo (según las escrituras) Moisés. Incluso en ese caso, sería un profeta “como Moisés”, pero no superior a él, o se tendrían que citar los milagros merecedores de tal posición. Aún por milagrero que fuese, nunca se diría de él que era “Imagen de la sustancia de Dios”, a partir del hecho físico de que unas mujeres encontraron su tumba vacía, entre rumores del robo de su cadáver. La hipótesis es insostenible para este párrafo, que es claramente teológico y no inspirado en una figura real.
HEBREOS 12
, 24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. 25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.
Por si no ha quedado claro, si no escaparon aquellos que desecharon AL QUE LOS AMONESTABA EN LA TIERRA (es decir, a Abel), mucho menos nosotros si desechamos al que amonesta DESDE LOS CIELOS (es decir, Jesús). La frase implica, en sí misma, que Jesús, al contrario que Abel, no amonesta (ni amonestó) en la tierra, sino desde el cielo.
HEBREOS 4
14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
El Jesús de Marcos NUNCA fue Sumo Sacerdote, y este epíteto se le confiere aquí en base a la midrash de los versos dedicados a David por Isaías.
HEBREOS 5
4 Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón. 5 Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo:
Tú eres mi Hijo,
Yo te he engendrado hoy. (Salmos 2)
6 Como también dice en otro lugar:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec. (Salmo 110)
Aquí vemos la midrash aplicada con total automatismo,
lo dicho para David es dicho para Jesús. Hasta tal punto, que dice que Jesús “es llamado por Dios” cuando Dios le dice a David una cosa. Podría decirse que este David no es otro que “el propio Jesús”. Naturalmente, es el David sublimado, el Ungido celestial, puesto que Jesús es una alegoría de David, o antes bien, al contrario. David es una alegoría del Hijo de Dios, en las profecías no cumplidas (literalmente) de Isaías, y que los apóstoles pretenden cumplir ahora alegóricamente en un plano espiritual, haciéndose Uno con el Cristo, crucificando su carne, resistiendo la tentación del pecado, y elevando su espíritu hacia Dios. (Nótese que el apóstol recurre a Isaías para justificar a Jesús, y no a ningún bautizo en el Jordán o a ningún testimonio directo).
HEBREOS 5
7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la fin, fue oído a causa de su temor reverente. 8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; 10 y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
En completa contradicción con Marcos, Jesús "es oído" cuando clama y llora al cielo. En esta breve síntesis de su vida, no se dice en ninguna parte que Jesús “predicase” en “los días de su carne”, que es la típica referencia mítica-temporal que encontraremos siempre en las epístolas, que se niegan a señalar el tiempo en años o por referencias a personajes históricos. No dice: “Hace algunos años, cuando estuvo entre nosotros…” Siempre Jesús vino “a su debido tiempo”, o “en su día”, o fórmulas indefinidas similares, donde puede leerse que fue ayer como hace cien años. Durante el periodo temporal donde “viene a la carne”, es tentado, padece, muere y resucita (nunca predica, por la sencilla razón de que eso no aparece en los salmos de Isaías). Sin embargo, el momento en que “se aparece”, está medianamente señalado, siendo el de “los postreros días”, es decir, el tiempo de los apóstoles. En otras palabras, que si bien la revelación de Jesús a los apóstoles es reciente, su historia arquetípica no asume esa forma inmediata, sino que parece ser algo que ocurre en el pasado mítico indefinido, y señalado en las antiguas profecías.
HEBREOS 5
26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; 27 que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
Obsérvese una constante. Jesús “se ofrece a sí mismo”, como un cordero. No es “apresado” contra su voluntad, como en Marcos. Se ofrece como un sacrificio por los pecados que oficia él mismo ante Dios, como Sumo Sacerdote. Otra gran contradicción con Marcos: Dice “apartado de los pecadores”, cuando en el evangelio Jesús de Galilea se rodea de publicanos y cortesanas, y además presume de ello.
HEBREOS 8
1 Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, 2 ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre. 3 Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tenga algo que ofrecer. 4 Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley; 5 los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.
Este pasaje describe la existencia de un Tabernáculo Celestial, del cual el Templo Terrenal de Jerusalén es sólo una “sombra”. Justifica que Jesús sea el Sumo Sacerdote para ofrecer esas cosas sagradas y celestiales –tal como su propio ser- pues si estuviese sobre la tierra, habría otros sacerdotes para esas tareas, pero en el cielo, él se ve obligado a ofrecer un sacrificio aún mayor, y ofrecerse a sí mismo, como única cosa creada del Mundo que es verdaderamente pura, sin mancha y sagrada. (Qué ocasión tenía aquí el apóstol para haber aclarado que “cuando estuvo en Galilea, Jesús no fue sacerdote sino rabino. Sin embargo, recurre al condicional: “si estuviese sobre la tierra” no sería sacerdote terrenal). Conforme al historicismo, tendría que haber dicho: "Cuando ESTUVO en la tierra, no FUE sacerdote".
HEBREOS 9
13 Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, 14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
Una vez más, Jesús no es, ni traicionado, ni juzgado, ni condenado ni asesinado como en Marcos. Aquí Jesús “se ofrece a sí mismo”, como toro sin mancha, celebrándose el ritual en el Tabernáculo de los Cielos, donde oficia como Sumo Sacerdote.
HEBREOS 9
23 Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. 24 Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios;
Según el pasaje, Jesús no entró en el santuario hecho a mano (el Templo de Jerusalén), contradiciendo claramente a Marcos. Continúa:
HEBREOS 9
25 y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. 26 De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. 27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, 28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
Claramente, las cosas celestiales son purificadas en el cielo con la sangre de Jesús (no sé cómo habrá llegado ahí desde el Calvario de Marcos) pero, en todo caso, resulta muy curioso que si fuera necesario ofrecerse muchas veces, Jesús
tendría que haber padecido muchas veces desde el principio del mundo. Es decir, que si fuera esa la doctrina, se diría que había padecido muchas veces. No se dice que padezca solo una vez porque así sea como ha ocurrido (ante testigos humanos de primera mano de los hechos), sino que se fundamenta este punto en un argumento teológico: así como la fin es una sola vez, el sacrificio para limpiar la fin solo puede ser una sola vez, ahora, en la consumación de los siglos (un periodo bastante indeterminado), que puede ser ayer como hace medio siglo. Un caso claro de cómo el relato arquetípico se desarrolla para justificar la doctrina, y no que la doctrina se desarrolla para adaptarse a un relato pre-existente y biográfico de una persona nacida pocos años antes, que malamente podía haber “padecido muchas veces desde el principio del mundo”, salvo que esté indisolublemente asociada a este ser eterno, primogénito de la creación.
HEBREOS 10
11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; 12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, 13 de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; 14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
De nuevo, se reitera el sacrificio de Jesús como una ofrenda de sí mismo, no algo que le es impuesto por “los malos judíos” o Poncio Pilatos. Jesús, como Sumo Sacerdote, ofrece una vez para siempre un sacrificio en el altar de los cielos, que es su propia vida. Ahora espera el cumplimiento de la profecía mesiánica de poner a sus enemigos por estrado a sus pies. Cabría preguntarse cómo alguien tan puro y santo tiene enemigos… Salvo que esos enemigos sean tan eternos como él mismo….
Es bien patente observar como jamás entra el apóstol a dar testimonios o pruebas que acrediten su teología sobre la base de las enseñanzas terrenales de Jesús, o sobre testimonios de segunda mano de su vida. Nunca se le cita ni se menciona ningún episodio de Marcos, ni tan siquiera se dice que ha nacido, sino que es “hecho” por Dios, tal como Adán. Todo el material externo sobre Jesús es extraído de las escrituras de 500 a 800 años antes. Para los que duden de la veracidad de la existencia de Jesús, esto recomienda (un poco como Aletheia):
HEBREOS 11
1 Es, pues,la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
El testimonio de Jesús lo reciben “los antiguos”. Ahora, no hay que creer por el testimonio, sino con convicción en lo que no se ve (ni a lo que parece,
se ha visto). El pasaje no menciona en ningún momento el hecho de haber recibido testimonio directo de un hombre, conocido de primera mano, sino… por la fe, en “lo que no se ve”.
HEBREOS 11
5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver fin, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.
Por último, señalo este pasaje donde se menciona que Enoc fue “traspuesto”, es decir, elevado a los cielos, porque “no fue hallado”. Si lo mismo hubiera ocurrido con Jesús, se hablaría del Segundo Enoc, o de aquél como Enoc, pero no se le teologizaría como Hijo de Dios e imagen de la sustancia de Dios -que sería algo inusitado en un contexto monoteísta. Curiosamente, nunca se dice en esta epístola que Jesús “no haya sido hallado”, y que haya sido “traspuesto” a los cielos, pero sin embargo, ése es exactamente el relato marquiano de épocas posteriores.
No cierro este post con conclusiones, porque espero al debate para aportar un segundo sobre el tema, con más pruebas, en un sentido u otro, sobre el específico tratamiento de la Natividad y la Pasión arquetípicas en este texto.
Si concluyo, provisionalmente, que el de Hebreos es un Cristo diferente del de Didaché, y diferente de las versiones posteriores atribuidas al apóstol Pablo. A efecto de la critica formal, conoceremos este estrato como Cristo Apostólico II o Cristo Hebreo.
NOTA PARA LOS LECTORES DEL HILO:
Quiero aclarar que, sin considerarme "creyente" en el sentido tradicional, me considero profunda y convencidamente "cristiano". Ayudo a la Iglesia con mis impuestos, y la defiendo contra sus enemigos, puesto que es evidente que lo que hoy llamamos "derechos humanos" y "civilización", no son sino la extrapolación laica de la jovenlandesal humanista cristiana, que NO EXISTIRÍAN sin ella.
Sin embargo, esto no me impide darme cuenta de que la teológía -sobre todo en sus inicios- tiene dos niveles de comprensión: Uno, la ingenua fábula del Galileo que conmueve a la viejecitas en las Iglesias, y a los niños -llamada "leche" por los apóstoles-, y que está muy bien como parábola didactica y socializadora. Pero hay otra enseñanza, superior, -el alimento sólido- que establece una teología de las esferas espirituales, que es infinítamente más sugestiva para las mentes intelectuales.
Quizá algunos escépticos del S.XXI consideren que todo esto que decían los apóstoles no son más que "elucubraciones disparatadas". Sin embargo, les recomiendo que lean informaciones sobre los descubrimientos de la física cuántica más reciente, para comprobar que muchos de sus conceptos pueden ser "visualizados" en figuras simbólicas antiguas. Y no en cualquier figura, sino en éstas de la temprana teología cristiana. Cosas como la "inteligencia" del Creador, como sustancia reguladora del Universo, podrían hoy traducirse en constantes universales, o constantes físicas. La idea de un mediador entre la conciencia individual (invisible e incognoscible, incluso para nuestra avanzada ciencia), y aquella otra conciencia universal que, pese a ser negada, se manifiesta en el orden inexplicable del Universo, es hoy más evidente que nunca.
Por lo tanto, "la agenda oculta" de esta exposición, no es hacer que la gente NO CREA EN JESÚS, sino todo lo contrario. QUE ENTIENDA A JESÚS, no como ese rabino loco que se apareció y cuyos discípulos alucinaron con él -que presentan los desfasados historicistas, creando legiones de ateos-, sino como una figura simbólica de gran importancia, perfectamente vigente, y que se manifiesta en el Mundo.
Un filósofo puede decir que la existencia del Mal es evidente.
Un apostol puede decir que la existencia de Satán es evidente.
¿Quién de los dos tiene razón?
Si uno piensa que el apóstol se refiere a un ser "físico", entonces alucina.
Pero si uno, con más respeto, entiende que el apóstol hace, con Satán, una alegoría del mal, tenemos que concluir, con él y con el filósofo, que Satán EXISTE.
Aplíquese esto mismo para Jesús, que es, no otra cosa que la Bondad y la Inteligencia que se manifiestan en el Universo, cada día, cada hora, desde el principio de los tiempos (hoy llamado, con menos poesía: BIG BANG).