QUERIDO OLENTZERO, PERDONA QUE TE ESCRIBAMOS EN ESPAÑOL Y NO EN VASCUENCE

Llamar amenazar a poner en una carta que les va a dar un tirón de orejas me parece demasiado roto2 Y segundo no soy vasco así que el "estáis" te lo podías ahorrar, simplemente entiendo que para ellos es algo muy importante de su cultura y que la quieren mantener. Y si es una cultura tradicionalmente vascoparlante que menos que escribirle en vasco las cartas.

si está bien que se mantengan tradiciones. El problema es cómo se dicen las cosas, que ahí es donde fallan. Que si, que el olantzero prefiere que se les escriba en vasco, que anima a los padres para que se pongan con sus hijos y lo hagan en vasco o cualquier otra excusa menos agresiva que lo del "tirón de orejas", como si estuvieran haciendo algo mal. jorobar que estamos hablando de niños y de la ilusión.

Nada Feliz Navidad, al olantzero también, aunque lo mismo no me entiende y me manda una carta en español diciéndome que no me entiende y me da un tirón de orejas.
 
Esta tradición ñoña de hacer del Olentzero una variante vasca de Santa Claus es muy muy reciente.

El Olentzero nunca ha traído regalos a los niños, ni los niños le escribían cartas. El Olentzero siempre ha sido un personaje tenebroso, maldito y al final de la fiesta el muñeco que lo representaba era quemado en la plaza de pueblo (creo que aún lo queman en algunos sitios)

El carbón (vegetal) del Olentzero era un combustible de alta tecnología y muy costoso que no usaba nunca la población general jamás. El único uso del carbón era la siderurgia, que obtenía Hierro por forja, en un proceso sólido-gas en el que el Hierro jamás se fundía. En la antiguedad, los oficios del Hierro y del fuego eran todos malditos y ejecutados por parias, mientras que la población 'decente' eran todos agricultores/ganaderos.

El Olentzero es un personaje asociado al cambio de año, al día más corto del año y quizás represente al año viejo que muere. Los niños no guardan relación alguna con el Olentzero.

Donde los niños sí juegan un papel fundamental, en el País Vasco antiguo, es en el solsticio de Verano y en sus hogueras. Todo lo relacionado con las hogueras de San Juan está en manos de niños y los adultos tenían prohibido intervenir en ello. El hombre nunca descubrió el fuego sino que recibió el fuego de los niños, que son los que descubrieron y aprendieron a domesticar el fuego que es solo un juguete de niños.

Según la tradición vasca, la función principal de las hogueras de San Juan es producir al día siguiente los tizones apagados de la hoguera que son amuletos que protegen del rayo y del fuego. El más anciano de casa casa, y solo él, recibe de los niños un tizón que han creado con su hoguera y trepa hasta el tejado y coloca ese tizón-amuleto bajo una teja. Eso protege la casa durante todo el año de rayos y de incendios.
 
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