Lo que más me gusta es el bombeo.
Esta semana por ejemplo, después del Lunes de pechuga, me veía realmente bien el Martes, hinchado y duro, los hombros, los brazos, el pecho... Hostía tú. El día de entreno picas y te quedas medio baldao, pero al día siguiente estás nuevesito de paquete y muy tocho. Te pones un camisa y no veas si vacilas. Digamos que anticipas tu cuerpo a x meses entrenando. Después se va casi todo. Algo queda. Y vas sumando y sumando. Ese proceso mola y anticipar resultados anima y motiva.
Lo que menos las lesiones y avisos de lesión. Que si codos de tenista, que si cuidado con el manguito rotador que no se recupera, de pronto dolor de rodilla, molestia en la ingle, ¿Irá a más? Y te pones a buscar en San Google y hay que amputar. La espalda baja dando avisos, las pilinguis agujetas tras un día de piernas intenso y de las hernias discales ya las dejo para el Prime. Te puedes lesionar grave, no es ninguna tontería.
Es un proceso en el que te tienes que reconciliar con el dolor y darle su espacio y su importancia sin volverte alguien alarmista, de lo contrario no entrenarías, porque se van a producir si o si, por más técnico y analítico que te vuelvas. Si hipertrofías es lo que hay. Hipertrofia = lesiones. Que sean reversibles o irreversibles, pues va a depender.
Otra cosa que no me mola nada es que me pongan música de cosa, ya sea baja o alta. Si pones algo, pon la radio cabrón o yoquesé, algo que no den ganas de suicidarse. Eso me joroba mucho a veces. Pocas veces entro en un baile con la música y es MUY importante, sobre todo con el cardio. Al final toda la gente va con puñeteros cascos para no oir esa cosa de música y ni siquiera se enteran de que le has dado los buenos días. Al final no sabes si dirigirte a la gente o no. Todo el mundo en su mundo. Eso es horrible.
Esta semana por ejemplo, después del Lunes de pechuga, me veía realmente bien el Martes, hinchado y duro, los hombros, los brazos, el pecho... Hostía tú. El día de entreno picas y te quedas medio baldao, pero al día siguiente estás nuevesito de paquete y muy tocho. Te pones un camisa y no veas si vacilas. Digamos que anticipas tu cuerpo a x meses entrenando. Después se va casi todo. Algo queda. Y vas sumando y sumando. Ese proceso mola y anticipar resultados anima y motiva.
Lo que menos las lesiones y avisos de lesión. Que si codos de tenista, que si cuidado con el manguito rotador que no se recupera, de pronto dolor de rodilla, molestia en la ingle, ¿Irá a más? Y te pones a buscar en San Google y hay que amputar. La espalda baja dando avisos, las pilinguis agujetas tras un día de piernas intenso y de las hernias discales ya las dejo para el Prime. Te puedes lesionar grave, no es ninguna tontería.
Es un proceso en el que te tienes que reconciliar con el dolor y darle su espacio y su importancia sin volverte alguien alarmista, de lo contrario no entrenarías, porque se van a producir si o si, por más técnico y analítico que te vuelvas. Si hipertrofías es lo que hay. Hipertrofia = lesiones. Que sean reversibles o irreversibles, pues va a depender.
Otra cosa que no me mola nada es que me pongan música de cosa, ya sea baja o alta. Si pones algo, pon la radio cabrón o yoquesé, algo que no den ganas de suicidarse. Eso me joroba mucho a veces. Pocas veces entro en un baile con la música y es MUY importante, sobre todo con el cardio. Al final toda la gente va con puñeteros cascos para no oir esa cosa de música y ni siquiera se enteran de que le has dado los buenos días. Al final no sabes si dirigirte a la gente o no. Todo el mundo en su mundo. Eso es horrible.
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