Nuestro cuerpo tiene diferentes necesidades energéticas y diferentes maneras de cubrirlas, y la mas sencilla de cubrirlas todas parecen los carbohidratos (aunque serian los de bajo IG, no la fruta) pero no es asi, para tener un gasto eficiente que pueda reponerse en la vida diaria, necesitas una dieta mas parecida a la paleo, tanto si eres un salvaje que vive cazando, como si eres un informatico. La fruta como te he dicho solo cubre la demanda de los depósitos glucógenos de disposición inmediata, y no deja que el cuerpo tras*forme los carbohidratos en otros nutrientes que le falten para rellenar los otros depósitos.
Independientemente de leyendas bíblicas, que además nos dan alguna pista, como mucho puedes encontrar pueblos que vivieron de tuberculos, cereales o legumbres, que igual ni cultivaban y solo recolectaban, pero alimentarse principalmente de fruta me parece casi impensable, además de depender de las temporadas que tuvieran ( no suele haber fruta todo el año en casi ninguna parte)
Y si se trata de aplicarlo actualmente, con una dieta basada en frutas lo tienes estropeado, respecto a otra con legumbres y cereales, que yo también aborrezco (los alimentos animales son imprescindibles)
Deberiamos de atender mas a la bioquímica y la nutrición científica (te recomiendo la relacionada con el deporte profesional, lo demás sarama), que a la antropología, aunque sea una buena referencia, ya que nuestros ancestros aunque incivilizados, ya eran inteligentes y escuchaban a su cuerpo. Y sabían que la fruta no podía sustituir a la carne, era un legado cultural que se heredaba la necesidad de cazar, y aparte lo aprendían de propia mano durante hambrunas y periodos sin carne, en los que si tenían otros alimentos, ellos sabían que aun así tenían que encontrar carne. Era un conocimiento muy básico pero fue vital para su supervivencia, no comer de todo indiscriminadamente y sin criterio. Hasta otros animales omnívoros equilibran su dieta, sin necesidad de nutricionistas que los aconsejen.
Aquí es donde el cerebro (sus receptores dopaminicos) puede convertirse en enemigo de la lógica que deberíamos aplicar, y aun asi creo que nuestros antepasados se daban cuenta. A lo que me refiero es a que tu cerebro reacciona positivamente a la entrada de azúcar, liberando dopaminas, ahí es donde esta nuestro gusto por el azúcar, no en el dulzor, que también es responsable de dopaminarnos a través de las papilas, pero no es una droja tan fuerte. Lo que engancha es la entrada de glucosa instantánea en nuestro torrente sanguíneo, que no experimentamos apenas con carbohidratos de bajo IG, o alimentos mas grasos o proteicos.
Esta asociación de los alimentos dulces y altos en carbos de alto IG (fructosa, azúcar), con una sensación de bienestar que nuestro cerebro nos manda a traves del sistema dopaminico, puede ser beneficiosa cuando, como he dicho, tenemos parte de los depositos de glucosa vacios, y necesitamos un aporte rapido. El problema es que nuestros receptores se vuelven adictos a esta sensación, aun teniendo recargados los depósitos y no necesitando mas azúcar. Por esto te sigue apeteciendo mas azúcar después de un poco, y por esto después de azúcar te apetece mas azúcar, no es una alarma del cuerpo a la que deberiamos hacer caso, deberiamos usarla par meter otros nutriente mas utiles (carne o legumbres) que nuestro cerebro olvida por su adicción al azúcar.