Un tema que se ha planteado ya varias veces. A riesgo de repetirme.
Ventajas del Bando Nacional:
-Ejército en su mayoría profesional
Falso. Ambos ejércitos eran improvisados y de masas de reclutas alistados a la fuerza.
Lo que debería dar de pensar es que los nacionales lograron "reciclar" a la mayoría de los prisioneros que hicieron, si no se habían significado políticamente, los quintos de la República pasaban a servir a los nacionales sin mayores problemas.
Los temores y las dudas de los mandos nacionales sobre la fiabilidad de la tropa de reemplazo resultaron infundados e injustas. Cierto es que para la batalla del Ebro algunas unidades ya acusaban el desgaste y no combatieron al nivel de los voluntarios de 1936, más por fallos del mando que por falta de valor de la tropa, pero es que el listón estaba muy, muy alto.
La clave estaba en los mandos y la oficialidad. Pero para 1938, debido a la enorme expansión del ejército y las bajas, muchas divisiones nacionales no estaban mejor que las divisiones rojas a nivel de mando y aptitudes, ni de material, la bravura de los alféreces provisionales no podía compensar la falta de cuadros profesionales.
Pero la guerra ya estaba sentenciada.
-Apoyo de Alemania, Italia y Portugal
-"No intervención" de Francia e Inglaterra
El de Portugal fue sólo simbólico y sólo importante en las primeras semanas hasta que se unieron las dos zonas nacionales en Extremadura. El apoyo de Alemania está sobrevalorado. La contribución más importante fue la artillería y la aviación italianas, equilibradas en el otro bando por la ayuda soviética.
La "No intervención" perjudicó más a los nacionales. Ni Britania ni Francia deseaban una victoria de los nacionales. La ayuda francesa fue importante en 1936, y no hizo más que alargar la carnicería al permitir el tránsito de armas rusas a través de su territorio para sortear el bloqueo naval en 1938 lo que permitió al ejército rojo atacar en el Ebro y prolongar la guerra un año más.
-Estupideces políticas como la expulsión de las Brigadas Internacionales
La participación extranjera está muy sobrevalorada. En ambos bandos los efectivos extranjeros, jovenlandeses e italianos con los nacionales, e internacionales con los gente de izquierdas fue pequeña, en torno al 10% de los efectivos totales. Incluso se puede argumentar que la participación extranjera fue mucho más importante para la República que los jovenlandeses de Franco.
Para cuando se retiraron, al acabar la batalla del Ebro, las Brigadas Internacionales estaban diezmadas y sus voluntarios quemados y agotados, con gran parte de las unidades formadas por soldados de leva españoles. Su retirada no supuso ningún cambio porque la guerra ya estaba perdida.
Los nacionales vencieron porque fueron capaces de crear un ejército de masas con los campesinos españoles, motivado por valores tradicionales de religión y patria, los mismos que los gente de izquierdas habían tratado de socavar y destruir durante años de agitación revolucionaria.
Luego, pasado el entusiasmo, o fanatismo, revolucionario inicial, los gente de izquierdas no contaban con más población adicta que con el proletariado obrero urbano, minoritario en un país agrícola, y con los comprometidos en crímenes, no tenían un ideal capaz de movilizar a las masas apáticas ni siquiera a sus partidarios, que estaban desmoralizados por las derrotas. Después del primer año de guerra ya sólo luchaban con la desesperación de los que temen las consecuencias de la derrota.