Rodolfo Langostino
Madmaxista
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Atentos a este artículo. No tiene desperdicio.
"Vivo agachado, pero soy afortunado"
586€ por 30m2 en una buhardilla, pero estamos encantados.
“Me paseé por el piso antes de decidirme porque hay zonas en las que me doy con el techo”
Esta pareja paga 586 euros por su piso, ubicado al lado de Azkuna Zentroa
Andrea Valle
Bilbao | 30·09·23 | 08:05
Irantzu Jimenez y Javier López alquilaron el piso sin amueblar hace dos años.
“Una odisea”, así califican la experiencia de buscar un piso de alquiler quienes lo viven o han vivido. Y es que encontrar un piso asequible y en unas condiciones de habitabilidad mínimas en el centro de Bilbao comienza a ser misión imposible. Las visitas a pisos en ubicaciones ideales pero con unas condiciones de habitabilidad irrisorias son casi, el pan de cada día para aquellos que buscan independizarse. Encontrar un piso por menos de 800 euros es clave para muchos jóvenes para poder conseguir la ayuda de Gaztelagun, ya que el decreto no permite que la renta mensual de la vivienda sea mayor. Sin embargo, la oferta actual no facilita que se perciba la ayuda.
Irantzu Jiménez y Javier López son una pareja de bilbainos que aseguran sentirse “afortunados” por haber conseguido vivir en el centro de Bilbao por menos de 800 euros, aunque no fue fácil conseguirlo, y las comodidades de su piso no son las mejores en 30 metros cuadrados. “Javier se da con la cabeza en algunas partes de la casa porque es abuhardillado, pero somos unos afortunados por poder vivir en el centro de Bilbao sin pagar un riñón”, asegura Irantzu.
“Estuvimos varios meses buscando y todo lo que visitábamos resultaba inviable, nos pedían en todos los lados mínimo ochocientos”, relata. En su caso solamente tenían claro que querían vivir en el centro de Bilbao para estar cerca del trabajo de Javier y que ella tuviese el autobús a mano, ya que cada día se desplaza hasta Gasteiz para ir a trabajar. “Nos daba igual de una que de dos habitaciones, no buscábamos ninguna cosa especial en los pisos y la cosa se nos complicó más de lo que esperábamos”, relata. Sin embargo, en medio de la vorágine una tía de Javier les informó de que conocía una inmobiliaria donde tenían pisos que podía encajar con ellos. No dudaron en acercarse y tras ver varias opciones, decidieron quedarse con el que viven ahora.
La tía de Javier estaba en lo cierto, los precios eran más asequibles, sin embargo, todas las viviendas se ofertaban sin amueblar. “En el momento te planteas si es la mejor opción, porque aunque el alquiler sea más barato tienes que desembolsar una gran cantidad de dinero para amueblarlo, pero al final, con como está el mercado, nos salía a cuenta”, aseguran.
Cuando vieron el piso por primera vez solamente tenía cocina y baño, todo lo demás estaba vacío. “Tiene dos ventanales enormes por donde nos entra muchísima luz, y eso nos encantó”, recuerdan. Sin embargo, cuando vieron la parte abuhardillada las dudas resonaron en su cabeza, y es que Javier mide 1,90 metros. “Antes de dar el sí le pedí que se paseara por cada rincón de la casa para ver hasta qué punto iba a afectarle en el día a día la poca altura de los techos. En algunas zonas tiene que ir agachado, pero en la gran mayoría de la casa no, así que nos decidimos a alquilarlo”, relata Irantzu.
Tras dos años viviendo en él aseguran no poder estar más encantados, aunque reconocen que “tiene sus contras”. Y es que además de la buhardilla, el ascensor solamente llega hasta el quinto piso, lo que supone que hasta su casa, que es un sexto de altura, tienen que subir escaleras. Sin embargo, ni los techos ni el ascensor les hace olvidar que son “unos privilegiados” por pagar 586 euros viviendo al lado de Azkuna Zentroa.
El Post-it
Dificultades. Encontrar un piso en el centro de Bilbao leva mucho tiempo porque encontrar un piso asequible en unas condiciones dignas para vivir no es fácil.
Ayudas. Con los precios de los alquileres disparados, cobrar la ayuda que lanzó el Gobierno vasco para la emancipación de los más jóvenes se complica, ya que el decreto señala que en núcleo urbano el precio de la vivienda no puede superar los 800 euros mensuales.
"Vivo agachado, pero soy afortunado"
586€ por 30m2 en una buhardilla, pero estamos encantados.
“Me paseé por el piso antes de decidirme porque hay zonas en las que me doy con el techo”
Esta pareja paga 586 euros por su piso, ubicado al lado de Azkuna Zentroa
www.deia.eus
“Me paseé por el piso antes de decidirme porque hay zonas en las que me doy con el techo”
Esta pareja paga 586 euros por su piso, ubicado al lado de Azkuna Zentroa
Andrea Valle
Bilbao | 30·09·23 | 08:05
Irantzu Jimenez y Javier López alquilaron el piso sin amueblar hace dos años.
“Una odisea”, así califican la experiencia de buscar un piso de alquiler quienes lo viven o han vivido. Y es que encontrar un piso asequible y en unas condiciones de habitabilidad mínimas en el centro de Bilbao comienza a ser misión imposible. Las visitas a pisos en ubicaciones ideales pero con unas condiciones de habitabilidad irrisorias son casi, el pan de cada día para aquellos que buscan independizarse. Encontrar un piso por menos de 800 euros es clave para muchos jóvenes para poder conseguir la ayuda de Gaztelagun, ya que el decreto no permite que la renta mensual de la vivienda sea mayor. Sin embargo, la oferta actual no facilita que se perciba la ayuda.
Irantzu Jiménez y Javier López son una pareja de bilbainos que aseguran sentirse “afortunados” por haber conseguido vivir en el centro de Bilbao por menos de 800 euros, aunque no fue fácil conseguirlo, y las comodidades de su piso no son las mejores en 30 metros cuadrados. “Javier se da con la cabeza en algunas partes de la casa porque es abuhardillado, pero somos unos afortunados por poder vivir en el centro de Bilbao sin pagar un riñón”, asegura Irantzu.
“Estuvimos varios meses buscando y todo lo que visitábamos resultaba inviable, nos pedían en todos los lados mínimo ochocientos”, relata. En su caso solamente tenían claro que querían vivir en el centro de Bilbao para estar cerca del trabajo de Javier y que ella tuviese el autobús a mano, ya que cada día se desplaza hasta Gasteiz para ir a trabajar. “Nos daba igual de una que de dos habitaciones, no buscábamos ninguna cosa especial en los pisos y la cosa se nos complicó más de lo que esperábamos”, relata. Sin embargo, en medio de la vorágine una tía de Javier les informó de que conocía una inmobiliaria donde tenían pisos que podía encajar con ellos. No dudaron en acercarse y tras ver varias opciones, decidieron quedarse con el que viven ahora.
La tía de Javier estaba en lo cierto, los precios eran más asequibles, sin embargo, todas las viviendas se ofertaban sin amueblar. “En el momento te planteas si es la mejor opción, porque aunque el alquiler sea más barato tienes que desembolsar una gran cantidad de dinero para amueblarlo, pero al final, con como está el mercado, nos salía a cuenta”, aseguran.
Cuando vieron el piso por primera vez solamente tenía cocina y baño, todo lo demás estaba vacío. “Tiene dos ventanales enormes por donde nos entra muchísima luz, y eso nos encantó”, recuerdan. Sin embargo, cuando vieron la parte abuhardillada las dudas resonaron en su cabeza, y es que Javier mide 1,90 metros. “Antes de dar el sí le pedí que se paseara por cada rincón de la casa para ver hasta qué punto iba a afectarle en el día a día la poca altura de los techos. En algunas zonas tiene que ir agachado, pero en la gran mayoría de la casa no, así que nos decidimos a alquilarlo”, relata Irantzu.
Tras dos años viviendo en él aseguran no poder estar más encantados, aunque reconocen que “tiene sus contras”. Y es que además de la buhardilla, el ascensor solamente llega hasta el quinto piso, lo que supone que hasta su casa, que es un sexto de altura, tienen que subir escaleras. Sin embargo, ni los techos ni el ascensor les hace olvidar que son “unos privilegiados” por pagar 586 euros viviendo al lado de Azkuna Zentroa.
El Post-it
Dificultades. Encontrar un piso en el centro de Bilbao leva mucho tiempo porque encontrar un piso asequible en unas condiciones dignas para vivir no es fácil.
Ayudas. Con los precios de los alquileres disparados, cobrar la ayuda que lanzó el Gobierno vasco para la emancipación de los más jóvenes se complica, ya que el decreto señala que en núcleo urbano el precio de la vivienda no puede superar los 800 euros mensuales.