Ya he dicho que no vivo en Madrid ni termino de entender qué lleva a la gente a pretender vivir en un sitio donde no es posible hacerlo si no eres rico. Parece que esto sea de ahora. Tenía una amiga en los 80 que aprobó oposiciones de auxiliar administrativa del Estado y le tocó Madrid. cuando venía a Zaragoza, le tenía que mandar su padre pasta para el billete del tren. Luego, pasado un tiempo, vino a Zaragoza y ya, bien, pero todo el que se iba a Madrid las pasaba también estrechas.
Y claro que los salarios tienen mucho que ver. Pagar 1.000 euros al mes es un problema grave si cobras 1.400 euros. Si cobras 4.000 ya no lo es tanto. Desvincular los salarios de este problema no me parece lógico. Porque no han subido los salarios jamás a la velocidad que han subido los precios en España. Nunca.
Antes decías que era un problema de salarios y luego hablabas de la inflación.
Eso son síntomas, manifestaciones del problema. El verdadero problema, a mi entender, es la desmonetización de la vida social.
El dinero ha perdido su utilidad como instrumento de cambio necesario en la vida social, y eso es algo que no solo afecta a los milenials que pretenden que todo lo que quieren o necesitan se mida en función del sueldo que perciben (si gano 1500 euros no puedo pagar 1000 de alquiler, luego el alquiler tiene que bajar, en vez de el razonamiento que se empleaba antes, si el alquiler cuesta 1000 euros, tengo que ganar 2500), sino también a las clases políticas, que han logrado aislarse de la necesidad de ganar rentas cuantiosas durante sus mandatos mediante la técnica del "gratis total" por la que todo, absolutamente todo lo hacen con cargo al presupuesto, desde viajes hasta residencia, pasando por vestuario, estética y alimentación. Y cuando pagan algo, por ejemplo, si acaso, en los bares del congreso, a precios menores de lo que se paga en el bar más barato del barrio más barato de la ciudad más depauperada.
En esas condiciones, las más perjudicadas son las antiguas clases medias, que no disfrutan del gratis total de los dirigentes, ni de las rentas desmonetizadas que facilita el estado del bienestar, y que tienen que pagar la fiesta de todo el mundo, porque no tienen manera de defenderse del latrocinio estatal favorecido por las elites, que quieren reservarse para si todo el espacio existente.
Obviamente las elites no quieren el dinero de las antiguas clases medias, porque eso podrían imprimirlo, multiplicado por mil, si quisieran. Lo que les interesa es que no tengan automóviles, que no tengan casas, que no tengan suelo, que no tengan nada que pueda tener valor material.
Evidentemente, a medida que las clases medias vayan desprendiéndose de todas sus propiedades, nadie que no sea elite tendrá acceso a nada.
Bueno, sí, a rentas regaladas por el estado, en forma de dinero sin valor.
