Mira: yo, mientras te escribo, estoy tecleando en un fantástico Apple Keyboard gris espacial que me costó no recuerdo cuánto dinero. Con su Magic Mouse a juego, también de 100€. Todo esto en mi Macbook Pro, gris espacial también.
Estoy sentado en el despacho de mi hermano. Usa Windows. Tiene tantos cables alrededor de su mesa (teclado, ratón, auriculares, HDMI, corriente del monitor, corriente de la torre, ethernet, el del Rasberry Pi, el cargador de su portáti y no sé cuántos puñeteros cables por ahí más) que su despacho parece una fruta central de servidores. Pone nervioso sólo verlo. Una persona mentalmente equilibrada no se puede concentrar en un entorno así.
Y aquí estoy yo, con sólo un cable a la vista, y porque aún no puedo cargar el Macbook de forma inalámbrica (que yo sepa). Mi vida tras*curre entre algodones; floto en el aire gracias a la tecnología inalámbrica y la filosofía de Apple. Orino perfume. Me puedo enfocar en lo que hago, y no en con qué lo hago. Gracias, Steve.
Por cierto: ¿te recuerdo las cifras de ventas del Ipod ese sin radio en su época? ¿Tiro de hemeroteca para que veas cuánta gente rabió porque el Iphone no tenía teclas y lo veían totalmente estéril? Alguno hasta se reía de que aquello pudiese competir con la imbatible Blackberry. Lo recuerdo como si lo hubiese leído ayer.
Lo más gracioso de todo es que, quien abre el hilo, tiene la oportunidad de comprarse cualquier otro modelo. Mira que hay marcas de smartphones, ¿eh? Infinidad de modelos con infinidad de prestaciones.
Pero está hablando del Iphone. De Apple : )