M. Priede
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La guerra civil de Pérez-Reverte. Blogs de Tribuna
Empieza de la manera aldeana tan característica del progre y del liberal español: tenemos que hacer como en otros países si no queremos 'dar el cante'. Pero no toma ejemplo, puesto que en ninguno de ellos se hostiga a la mitad de su población llamándole fascista o profascista. En ningún país de Europa existe algo parecido a la izquierda española, intelectualmente indigente y antinacional, aliada con quienes quieren disolver el país. En ningún país como los de nuestro entorno existe una izquierda como la que padecemos aquí, de eso estamos seguro todos.
Ni recibir dinero de otros países donde la violencia política, la corrupción y la delincuencia son norma. Nadie en Europa recibió dinero de Venezuela.
En la docencia mandan los Monedero y no cabe otra versión que la suya. ¿Cómo se puede ser tan hipócrita?
El franquismo no era el nazismo, pero el Frente Popular sí era el estalinismo. ¿Se explica en las escuelas el estalinismo y los millones de muertos ocasionados por las revoluciones marxistas, aparte de los desastres económicos y sociales?
Ni el fascismo fue una locura (los comunistas italianos mataron bastante más que Mussolini) ni la Resistencia fue otra cosa que una mentira, un mito bendecido por De Gaulle, lo mismo que los tebeos de Asterix. Media Francia se rindió a Hitler y la otra pactó. Los resistentes eran como los antifranquistas en el franquismo, cuatro gatos y mal avenidos. La historiografía oficial francesa es infinitamente más mendaz que la española:
Del mito de la 'Résistance' a los 200.000 franceses hijos de soldados de la Wehrmacht
Y lo dice el que va de la mano con los que aun llevan la pistola humeante (como mataban policías o concejales del PP y del PSOE, entonces son héores). Monedero nunca se opondrá a que el País Vasco esté plagado de calles y plazas que homenajean a un racista como Arana, o terroristas. Tampoco si ocurre en Cataluña: "(...) Jaume Martínez Vendrell. El tal Martínez fue quien organizó en su día la fin atroz de don José María Bultó Marqués por el procedimiento de adosarle una bomba activada por control remoto al pecho."
"Una hazaña, la del carnicero Martínez Vendrell, que el ayuntamiento nacionalista de su pueblo, Santa Coloma de Cervelló, ansía celebrar ahora dedicando el nombre de un calle a su memoria."
"(...) en enero de 1979, y de nuevo bajo las órdenes de Martínez Vendrell, otro comando procedería a descuartizar con idéntico modus operandi al exalcalde de Barcelona Joaquim Viola. Otra bomba activada por control remoto y fijada al pecho de la víctima con esparadrapo."
http://www.burbuja.info/inmobiliari...que-ama-esquerra-i-els-moderats-del-seny.html
Entonces como la Segunda República
Lo primero "la necesidad histórica"; la verdad histórica sólo si nos conviene a la secta.
Ni calles ni plazas homenajeando a terroristas con cuyos apologistas vas del brazo a las elecciones, como es tu caso.
Llevan cuarenta años imponiendo la versión progre y todavía no les parece suficiente.
La república la trae la derecha desafecta a la monarquía. Quienes toman el palacio de Gobernación no son ni el PSOE ni el PCE ni la CNT, sino Maura, Azaña, Alcalá Zamora y otros. El golpe del 34 se da contra un gobierno legal y legítimo de derecha; Prieto y Alcalá Zamora reconocen en sus memorias que ahí se acabó la república. Alcalá Zamora y Azaña cuentan en sus memorias el fraude de las elecciones del 36, cuyo datos nunca se hicieron oficiales y de cómo se conseguían las actas a punta de pistola. Una vez toman el poder cierran todos los medios de comunicación de la derecha y aumenta el número de asesinatos y de incendios en sedes de partidos. Culmina con el asesinato de alopécico Sotelo a manos de la guardia personal de Prieto, que es algo así como si los guardaespaldas de Rajoy entran en casa de Pablo Iglesias Turrión lo secuestran y le descerrajan dos tiros. Muy democrático todo, democracia al estilo Monedero.
Que se lo pregunten a alopécico Sotelo
La Brigadas Internacionales estaban controladas por los comunistas, por eso eran comunistas quienes formaban esas brigadas.
Para los alzados fue de más ayuda la no intervención de Francia y Gran Bretaña que la de los alemanes e italianos. Bien sabían en GB y Francia que en España nadie luchaba por la democracia, sino por la revolución o por la reacción.
progenitora mía, cuando resulta que no tenían aviones y los tuvieron que pedir prestados para cruzar el Estrecho.
A éste lo que le hace falta es tener un poco más de vergüenza. Esta gente es la que está adoctrinando a los jóvenes desde el preescolar hasta la universidad.
El voto de la mujer se consigue a pesar de la dura oposición de la izquierda. Sobre la "España más avanzada" mejor que se lo cuente Manuel Azaña:"No saben qué decir, no saben argumentar (…) No se ha visto más notable encarnación de la necedad (…) Diríase que estaban llamando al general ignoto que emulando a Pavía restablezca el orden (…) Me entristezco casi hasta las lágrimas por mi país, por el corto entendimiento de sus directores y por la corrupción de los caracteres". "¿Estoy obligado a acomodarme con la zafiedad, con la politiquería, con las ruines intenciones, con las gentes que conciben el presente y el porvenir de España según se los dictan el interés personal y la preparación de caciques o la ambición de serlo?". "Veo muchas torpezas y mucha mezquindad, y ningunos hombres con capacidad y grandeza bastantes para poder confiar en ellos (…) ¿Qué va a pasar aquí? ¿Tendremos que resignarnos a que España caiga en una política tabernaria, incompetente, de amigachos, de codicia y botín, sin ninguna idea alta?".
Eso también es verdad.
Ahí lo tienen. Media España aun es fascista.
Eso es verdad. Siempre estamos con la cantinela del guerracivilismo español, cuando resulta que nuestros vecinos llevan cinco repúblicas y en todas hubo sangre, y mucha. No hablemos de las guerras civiles del XVI y XVII en toda Europa
El aldeano chequista
Entre los aliados estaba Stalin, retrato con el cual se habían empapelado las calles de Madrid durante la guerra. Todos sabemos que Stalin era un gran demócrata.
Es cierto; de la dictadura de Franco se salió con un país próspero; del estalinismo y del comunismo queda Cuba y Corea del Norte de modelo.
En Guernica hubo 126 muertos, y fue decisión de los mandos alemanes
No existió matanza de Badajoz, es un bulo inventado por un periodista norteamericano, Allen, que jamás estuvo allí, y todo para compensar lo que las cancillerías en Madrid habían descubierto: que Santiago Carrillo fusilaba de mil en mil en Paracuellos, incluidos niños de 12, 13, 14, 15 años. Vaciaron los colegios y se llevaron a los frailes y a los alumnos, total como eran hijos de la burguesía qué mas da.
Agosto de 1936: Yagüe entra en Badajoz con una bandera republicana y grita con la Legión «Viva la República»
Ya. Incontrolados. Vaya.
Dialécticamente Monedero demuestra una vez más la indigencia intelectual de la izquierda. No valen para otra cosa más que para prohibir y para demonizar; no son capaces de rebatir nada.
Claro. No se trata de debatir sobre los acontecimientos históricos sino de crear demócratas podemitados.
O lo cuentas como a mí me gusta o me ofendes. Muy de Monedero: “Un mensaje a los españoles: cada vez que pongan en duda la autoría del [11-m] estarán insultando a las víctimas”.
¿Se creerá lo que dice? Mataron hasta el final. Estaban huyendo por los Pirineos y no dejaban de acabar sobre la marcha.
Es difícil reprimir el insulto. Hace falta valor. Dan un pucherazo y se proclaman vencedores de las elecciones del 36, después de haber dado el golpe del 34 que costó más de 1.400 muertos y quedar libres de cargos. Desde 1933 advierten de que van directos a la revolución y de que no respetarán un resultado electoral adverso. dan el pasaporte al líder de la oposición. Qué es Monedero, ¿ignorante o zascandil?
Largo Caballero amenazaba a la derecha en la campaña electoral de noviembre de 1933: «Se dirá: ¡Ah esa es la dictadura del proletariado! Pero ¿es qué vivimos en una democracia? Pues ¿qué hay hoy, más que una dictadura de burgueses? Se nos ataca porque vamos contra la propiedad. Efectivamente. Vamos a echar abajo el régimen de propiedad privada. No ocultamos que vamos a la revolución social. ¿Cómo? (Una voz en el público: ‘Como en Rusia´). No nos asusta eso. Vamos, repito, hacia la revolución social…, mucho dudo que se pueda conseguir el triunfo dentro de la legalidad. Y en tal caso, camaradas habrá que obtenerlo por la violencia…, nosotros respondemos: vamos legalmente hacia la revolución de la sociedad. Pero si no queréis, haremos la revolución violentamente (Gran ovación). Eso dirán los enemigos, es excitar a la guerra civil…Pongámonos en la realidad. Hay una guerra civil…No nos ceguemos camaradas. Lo que pasa es que esta guerra no ha tomado aún los caracteres cruentos que, por fortuna o desgracia, tendrá inexorablemente que tomar. El 19 vamos a las urnas… Más no olvidéis que los hechos nos llevarán a actos en que hemos de necesitar más energía y más decisión que para ir a las urnas. ¿Excitación al motín? No. Simplemente decirle a la clase obrera que debe prepararse… Tenemos que luchar, como sea, hasta que en las torres y en los edificios oficiales ondee no la bandera tricolor de una República burguesa, sino la bandera roja de la Revolución Socialista». - See more at: http://www.diarioya.es/content/¿has...argo-caballero-en-madrid#sthash.UrzCbgCK.dpuf
Tú sí que eres un ignorante. Y docente. Así nos va.
Los curas se lo merecían, que es lo que viene a decir Monedero. Y de los 120.000 llevan años excavando y sólo han aparecido 1.500, de los cuales la mayoría seguro que son muertos en combate y no se sabe de qué bando.
Y el Frente Popular. Y los etarras con Franco y sobre todo después de Franco, en democracia. Tus socios, Monedero.
No conocen límites. Esto es como los 16.000 millones que les robamos a los catalanes; decir en Cataluña que eso es falso resulta incluso peligroso. Con éstos también, que lo dice Preston y ya es suficiente.
Ya os encargáis vosotros de aterrorizar a todo el que discrepe
Pues a ver cuándo lo hacéis, hijitos, porque la hoz y el martillo os encantan, y bajo esos símbolos murieron infinitamente más personas que bajo la esvástica.
Pero será zascandil el sujeto. No ha hecho otra cosa que llamar a prohibir los libros de quienes disienten y ahora habla de que los otros tienen miedo a debatir.
Mejor el que se puso ciego a apiolar en Paracuellos
En el año 1975 no llegaban a 60 el número de presos políticos, el resto estaban en la guandoca por terrorismo. Por cierto, que también fueron amnistiados, y bastantes de ellos llevaban encima varios asesinatos.
Ahora viene la verdadera democracía. Ahora sí, la bolivariana.
Y de esa manera justifica que él piense igual que los comunistas de entonces.
Eso es: hay que acomodar la Historia a las necesidades de la democracia de alta densidad, y para ello se inventa lo que haga falta, porque si no la democracia no es democracia. ¿Y la verdad? Eso es una gaiada, la verdad está en la democracia de alta densidad.
Estos quieren meter en la guandoca o demonizar a media España acusándolos de franquistas.
O de que tú sigas fotografiándote con la hoz y el martillo.
Tribuna
JUAN CARLOS MONEDERO
La guerra civil de Pérez-Reverte
Una vez más, España demuestra no ser un país como los de nuestro entorno. En otros países no sería pensable un libro como el que ha escrito Arturo Pérez-Reverte sobre la guerra civil
Empieza de la manera aldeana tan característica del progre y del liberal español: tenemos que hacer como en otros países si no queremos 'dar el cante'. Pero no toma ejemplo, puesto que en ninguno de ellos se hostiga a la mitad de su población llamándole fascista o profascista. En ningún país de Europa existe algo parecido a la izquierda española, intelectualmente indigente y antinacional, aliada con quienes quieren disolver el país. En ningún país como los de nuestro entorno existe una izquierda como la que padecemos aquí, de eso estamos seguro todos.
España no es un país como los de nuestro entorno. En los países de nuestro entorno no podría ser Presidente alguien que manda un sms a su tesorero encarcelado diciéndole “sé fuerte”.
Ni recibir dinero de otros países donde la violencia política, la corrupción y la delincuencia son norma. Nadie en Europa recibió dinero de Venezuela.
En los países de nuestro entorno no sería pensable un libro como el que ha escrito Arturo Pérez-Reverte sobre la guerra civil. Precisamente por estar dirigido a los jóvenes. Los jóvenes españoles, en otro país, tendrían una clara referencia de la guerra civil desde la escuela.
En la docencia mandan los Monedero y no cabe otra versión que la suya. ¿Cómo se puede ser tan hipócrita?
De la misma manera que tienen claro en Alemania lo que significó el nazismo y lo estudian no solamente para no repetirlo sino que lo recuerdan para elogiar a las víctimas y colocar en su panteón de héroes a los que combatieron el totalitarismo.
El franquismo no era el nazismo, pero el Frente Popular sí era el estalinismo. ¿Se explica en las escuelas el estalinismo y los millones de muertos ocasionados por las revoluciones marxistas, aparte de los desastres económicos y sociales?
Igual que en Italia estudian desde niños la locura del fascismo de Mussolini o en Francia aprenden a respetar a la Resistencia que luchó contra los nazis y los colaboracionistas.
Ni el fascismo fue una locura (los comunistas italianos mataron bastante más que Mussolini) ni la Resistencia fue otra cosa que una mentira, un mito bendecido por De Gaulle, lo mismo que los tebeos de Asterix. Media Francia se rindió a Hitler y la otra pactó. Los resistentes eran como los antifranquistas en el franquismo, cuatro gatos y mal avenidos. La historiografía oficial francesa es infinitamente más mendaz que la española:
Del mito de la 'Résistance' a los 200.000 franceses hijos de soldados de la Wehrmacht
En Alemania, los que atentaron contra Hitler son héroes –igual que lo son en la República Checa los que acabaron con Heydrich- mientras que en España no solamente no se conoce el nombre de los que perdieron la vida queriendo acabar con el dictador sino que se acusa de terrorista a quien atentó contra un torturador de la dictadura que asesinó a gente que luchaba para que el dictador no muriera en la cama, a menudo a través de la sangrienta trama conspirativa de repartir panfletos en la entrada de las fábricas o las universidades.
Y lo dice el que va de la mano con los que aun llevan la pistola humeante (como mataban policías o concejales del PP y del PSOE, entonces son héores). Monedero nunca se opondrá a que el País Vasco esté plagado de calles y plazas que homenajean a un racista como Arana, o terroristas. Tampoco si ocurre en Cataluña: "(...) Jaume Martínez Vendrell. El tal Martínez fue quien organizó en su día la fin atroz de don José María Bultó Marqués por el procedimiento de adosarle una bomba activada por control remoto al pecho."
"Una hazaña, la del carnicero Martínez Vendrell, que el ayuntamiento nacionalista de su pueblo, Santa Coloma de Cervelló, ansía celebrar ahora dedicando el nombre de un calle a su memoria."
"(...) en enero de 1979, y de nuevo bajo las órdenes de Martínez Vendrell, otro comando procedería a descuartizar con idéntico modus operandi al exalcalde de Barcelona Joaquim Viola. Otra bomba activada por control remoto y fijada al pecho de la víctima con esparadrapo."
http://www.burbuja.info/inmobiliari...que-ama-esquerra-i-els-moderats-del-seny.html
Cierto es que estos países europeos apenas recientemente están revisitando algunos lugares de la memoria, con lagunas y claroscuros mal iluminados por la reinvención de un compromiso democrático que nunca fue
Entonces como la Segunda República
o por la necesidad histórica de no darle alas a los que hicieron tanto mal.
Lo primero "la necesidad histórica"; la verdad histórica sólo si nos conviene a la secta.
Por eso es que ahora puede empezar a hablarse de la barbaridad del bombardeo de Dresde, igual que se cuestionaron las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Es ahora que se recuerdan las violaciones a mujeres alemanas por parte de los ejércitos americano y soviético (como se hizo en su día con las violaciones japonesas en China o Filipinas) o puede empezar a hablarse del escaso comportamiento humanitario de las tropas aliadas y su falta de respeto de los acuerdos de Ginebra para tiempos de guerra. De la misma manera que se levanta ahora la prohibición de editarse el Mein Kampf en Alemania (aunque se cuidan de reeditarlo con miles de notas para evitar mentiras). Pero no existen en esos países Plaza del Führer, Avenida de Mussolini, Arco de Petain ni calle de los caídos en la ocupación de Francia.
Ni calles ni plazas homenajeando a terroristas con cuyos apologistas vas del brazo a las elecciones, como es tu caso.
La guerra civil que cuenta Pérez Reverte a los jóvenes, junto con las excelentes ilustraciones de Fernando Vicente, es más ponderada de lo que la lectura de algunas críticas sugiere. Pero no deja de ser cierto que produce enfado que para que algunos salgan de la visión franquista de la guerra haya que buscar equilibrios impensables con el nazismo o el fascismo.
Llevan cuarenta años imponiendo la versión progre y todavía no les parece suficiente.
De ahí que algunos hayan querido atribuir al esfuerzo –se nota- de Pérez Reverte un equitativo reparto de culpas entre los que dieron un golpe de estado en julio de 1936 levantándose contra la República e incumpliendo la Constitución de 1931 –es lo que hicieron los militares traidores que se alzaron-, y los que cogieron las armas para defender su Constitución y su orden democrático, tuviera las insuficiencias que tuviera.
La república la trae la derecha desafecta a la monarquía. Quienes toman el palacio de Gobernación no son ni el PSOE ni el PCE ni la CNT, sino Maura, Azaña, Alcalá Zamora y otros. El golpe del 34 se da contra un gobierno legal y legítimo de derecha; Prieto y Alcalá Zamora reconocen en sus memorias que ahí se acabó la república. Alcalá Zamora y Azaña cuentan en sus memorias el fraude de las elecciones del 36, cuyo datos nunca se hicieron oficiales y de cómo se conseguían las actas a punta de pistola. Una vez toman el poder cierran todos los medios de comunicación de la derecha y aumenta el número de asesinatos y de incendios en sedes de partidos. Culmina con el asesinato de alopécico Sotelo a manos de la guardia personal de Prieto, que es algo así como si los guardaespaldas de Rajoy entran en casa de Pablo Iglesias Turrión lo secuestran y le descerrajan dos tiros. Muy democrático todo, democracia al estilo Monedero.
No se puede olvidar en ningún momento que unos atacaron y otros se defendieron.
Que se lo pregunten a alopécico Sotelo
Que unos recibieron el apoyo de Hitler y de Mussolini desde antes de que el golpe se iniciara y que otros recibieron el apoyo de unas brigadas internacionales que se movilizaron porque ya veían el aliento terrible del fascismo planeando sobre Europa.
La Brigadas Internacionales estaban controladas por los comunistas, por eso eran comunistas quienes formaban esas brigadas.
Para los alzados fue de más ayuda la no intervención de Francia y Gran Bretaña que la de los alemanes e italianos. Bien sabían en GB y Francia que en España nadie luchaba por la democracia, sino por la revolución o por la reacción.
El apoyo soviético fue posterior al inicio de la guerra, infinitamente menor –Franco contaba con decenas de aviones antes del golpe-y se terminó antes.
progenitora mía, cuando resulta que no tenían aviones y los tuvieron que pedir prestados para cruzar el Estrecho.
Y, en cualquier caso, fue un apoyo a un régimen democrático existente, no para derrumbar un orden político (que era la intención de la Alemania nancy y la Italia fascista). Las comparaciones suelen ser más falsas cuanto más fáciles son.
A éste lo que le hace falta es tener un poco más de vergüenza. Esta gente es la que está adoctrinando a los jóvenes desde el preescolar hasta la universidad.
Acierta Pérez Reverte en señalar que la República estuvo atravesada por contradicciones. La II República representaba a la España más avanzada,
El voto de la mujer se consigue a pesar de la dura oposición de la izquierda. Sobre la "España más avanzada" mejor que se lo cuente Manuel Azaña:"No saben qué decir, no saben argumentar (…) No se ha visto más notable encarnación de la necedad (…) Diríase que estaban llamando al general ignoto que emulando a Pavía restablezca el orden (…) Me entristezco casi hasta las lágrimas por mi país, por el corto entendimiento de sus directores y por la corrupción de los caracteres". "¿Estoy obligado a acomodarme con la zafiedad, con la politiquería, con las ruines intenciones, con las gentes que conciben el presente y el porvenir de España según se los dictan el interés personal y la preparación de caciques o la ambición de serlo?". "Veo muchas torpezas y mucha mezquindad, y ningunos hombres con capacidad y grandeza bastantes para poder confiar en ellos (…) ¿Qué va a pasar aquí? ¿Tendremos que resignarnos a que España caiga en una política tabernaria, incompetente, de amigachos, de codicia y botín, sin ninguna idea alta?".
mientras que existía otra aún rehén de la oligarquía, del caciquismo y de una iglesia reaccionaria.
Eso también es verdad.
Si aún hoy podemos detectar ese escaso compromiso democrático, imaginemos sus contornos hace ochenta y cinco años.
Ahí lo tienen. Media España aun es fascista.
En un contexto, el de los años treinta, de riesgo de la democracia en toda Europa. Una de las principales fallas que encuentro en el libro tiene que ver con no insertar la guerra civil en el conflicto europeo que estaba empezando. Recientes trabajos (Casanova, Viñas, Preston) demuestran que para Hitler y Mussolini la guerra en España formaba parte de un plan más amplio de carácter europeo. Viéndolo así es difícil cualquier amabilidad con el franquismo.
Eso es verdad. Siempre estamos con la cantinela del guerracivilismo español, cuando resulta que nuestros vecinos llevan cinco repúblicas y en todas hubo sangre, y mucha. No hablemos de las guerras civiles del XVI y XVII en toda Europa
Suele repetirse desde la historiografía revisionista que “en los dos bandos” hubo represión. Esta expresión no sería tolerable en los países democráticos de nuestro entorno.
El aldeano chequista
Nadie hablaría de los aliados y de Hitler en términos “los dos bandos”, porque unos luchaban por la democracia y otros por el fascismo.
Entre los aliados estaba Stalin, retrato con el cual se habían empapelado las calles de Madrid durante la guerra. Todos sabemos que Stalin era un gran demócrata.
No son dos lados equiparables.
Es cierto; de la dictadura de Franco se salió con un país próspero; del estalinismo y del comunismo queda Cuba y Corea del Norte de modelo.
Esta apreciación aparece repetida en este libro –desgraciadamente forma parte del lenguaje popular- y, supongo, es lo que ha conducido a buena parte de las críticas a este trabajo.
Cierto es que, una vez más en nombre de la ponderación, aparecen citados casos terribles que demuestran la insania de los franquistas. Junto algunos conocidos como Guernica,
En Guernica hubo 126 muertos, y fue decisión de los mandos alemanes
son citados otros de los que no hay tanta noticia, como las matanzas de Badajoz y Almería,
No existió matanza de Badajoz, es un bulo inventado por un periodista norteamericano, Allen, que jamás estuvo allí, y todo para compensar lo que las cancillerías en Madrid habían descubierto: que Santiago Carrillo fusilaba de mil en mil en Paracuellos, incluidos niños de 12, 13, 14, 15 años. Vaciaron los colegios y se llevaron a los frailes y a los alumnos, total como eran hijos de la burguesía qué mas da.
Agosto de 1936: Yagüe entra en Badajoz con una bandera republicana y grita con la Legión «Viva la República»
y también se explica que en el lado republicano los casos de violencia eran “fruto del desorden y obra de elementos incontrolados”, mientras que en el lado franquista “los asesinatos eran tolerados y hasta organizados por los mandos militares, a fin de eliminar toda resistencia y amedrentar a la población”. Esto está dicho en el libro. La pregunta entonces sería ¿es suficiente?
Ya. Incontrolados. Vaya.
Desde una visión democrática normalizada, las juntas vuelven a chirriar si no queda claro lo que significó el golpe de 1936.
Dialécticamente Monedero demuestra una vez más la indigencia intelectual de la izquierda. No valen para otra cosa más que para prohibir y para demonizar; no son capaces de rebatir nada.
Si para lograr que los que están inclinados a defender a Franco y al golpe se acerquen a visiones más cercanas a la verdad hay que concederles la equidistancia de los contendientes, flaco favor le hacemos a la democracia.
Claro. No se trata de debatir sobre los acontecimientos históricos sino de crear demócratas podemitados.
Aunque me consta que no es la intención de este trabajo, se termina ofendiendo a los que se jugaron todo por defender la República.
O lo cuentas como a mí me gusta o me ofendes. Muy de Monedero: “Un mensaje a los españoles: cada vez que pongan en duda la autoría del [11-m] estarán insultando a las víctimas”.
No son la contraparte de un mismo asunto. Hay que insistir en que las barbaridades cometidas en las filas republicanas –que las hubo, ahí está Paracuellos, y no son defendibles- fueron en los primeros meses, cuando el orden constitucional se había desbaratado por el golpe y el inicio de la guerra, en el fragor de un ansia de venganza alentada por las atrocidades que llegaban de las zonas que caían bajo la bota de los sublevados, y que se terminaron en el momento en el que el Gobierno de la República recuperó en unas semanas el control político de su zona.
¿Se creerá lo que dice? Mataron hasta el final. Estaban huyendo por los Pirineos y no dejaban de acabar sobre la marcha.
La guerra civil de Pérez Reverte se ve obligado a contar, como en una suerte de yenka macabra, barbaridades o dolores a un lado y a otro –unos asesinaron a Lorca, otros a Muñoz Seca, unos maltrataban a las mujeres, otros hacían otro tanto, unos tenían problemas con Unamuno en Salamanca, otros tenían problemas con los anarquistas en Barcelona-, generando necesariamente la idea de que allí todos se volvieron locos. El golpe de Estado de 1936 y sus resultados posteriores no fueron un calentón propio de la tierra: fue la cuota parte de fascismo que vivió nuestro país, igual que el III Reich o el fascio mussoliniano.
Es difícil reprimir el insulto. Hace falta valor. Dan un pucherazo y se proclaman vencedores de las elecciones del 36, después de haber dado el golpe del 34 que costó más de 1.400 muertos y quedar libres de cargos. Desde 1933 advierten de que van directos a la revolución y de que no respetarán un resultado electoral adverso. dan el pasaporte al líder de la oposición. Qué es Monedero, ¿ignorante o zascandil?
Largo Caballero amenazaba a la derecha en la campaña electoral de noviembre de 1933: «Se dirá: ¡Ah esa es la dictadura del proletariado! Pero ¿es qué vivimos en una democracia? Pues ¿qué hay hoy, más que una dictadura de burgueses? Se nos ataca porque vamos contra la propiedad. Efectivamente. Vamos a echar abajo el régimen de propiedad privada. No ocultamos que vamos a la revolución social. ¿Cómo? (Una voz en el público: ‘Como en Rusia´). No nos asusta eso. Vamos, repito, hacia la revolución social…, mucho dudo que se pueda conseguir el triunfo dentro de la legalidad. Y en tal caso, camaradas habrá que obtenerlo por la violencia…, nosotros respondemos: vamos legalmente hacia la revolución de la sociedad. Pero si no queréis, haremos la revolución violentamente (Gran ovación). Eso dirán los enemigos, es excitar a la guerra civil…Pongámonos en la realidad. Hay una guerra civil…No nos ceguemos camaradas. Lo que pasa es que esta guerra no ha tomado aún los caracteres cruentos que, por fortuna o desgracia, tendrá inexorablemente que tomar. El 19 vamos a las urnas… Más no olvidéis que los hechos nos llevarán a actos en que hemos de necesitar más energía y más decisión que para ir a las urnas. ¿Excitación al motín? No. Simplemente decirle a la clase obrera que debe prepararse… Tenemos que luchar, como sea, hasta que en las torres y en los edificios oficiales ondee no la bandera tricolor de una República burguesa, sino la bandera roja de la Revolución Socialista». - See more at: http://www.diarioya.es/content/¿has...argo-caballero-en-madrid#sthash.UrzCbgCK.dpuf
Lo contrario es una visión amable que busca fáciles digestiones casi un siglo después, repitiendo el mantra: olvidemos esos malos tiempos. Pero la pregunta sobre la salud de nuestras instituciones sigue entonces intacta ¿puede un país construir su democracia ignorando lo que realmente sucedió?
Tú sí que eres un ignorante. Y docente. Así nos va.
La guerra civil hay que entenderla como parte de nuestras insuficiencias –por eso hubiera sido conveniente citar en el libro que antes de la República vino la dictadura de Primo de Rivera -y entenderla como antesala de la guerra mundial (recordar que nos visitaron jerarcas nazis cuando ganó la CEDA en 1934, diciendo que en España iba a empezar a hacerse lo que estaban ya haciendo en Alemania)-. Eso daría una mirada más inclemente del franquismo. En el libro se citan los 6.000 curas fusilados (pero no se cita que la iglesia denominó "cruzada" al levantamiento) y tampoco que Franco fusiló a 120.000 españoles terminada la guerra o cuando ya estaba ganada.
Los curas se lo merecían, que es lo que viene a decir Monedero. Y de los 120.000 llevan años excavando y sólo han aparecido 1.500, de los cuales la mayoría seguro que son muertos en combate y no se sabe de qué bando.
Franco vino matando y se despidió matando.
Y el Frente Popular. Y los etarras con Franco y sobre todo después de Franco, en democracia. Tus socios, Monedero.
No hubiera estado mal una referencia a los últimos asesinados por Franco en Septiembre de 1975. Y también daría luz señalar que al menos 120.000 de esos acusados de defender la legalidad vigente siguen en cunetas. ¿No habría que recordar a los jóvenes que España es, después de Camboya, el país con más fosas comunes y desaparecidos del mundo?
No conocen límites. Esto es como los 16.000 millones que les robamos a los catalanes; decir en Cataluña que eso es falso resulta incluso peligroso. Con éstos también, que lo dice Preston y ya es suficiente.
El libro puede civilizar a los emboscados que ven el franquismo con buenos ojos, pero creo que no termina de ayudar a acercarnos a la barbaridad que nos pasó.
Ya os encargáis vosotros de aterrorizar a todo el que discrepe
Decía Habermas, cuidado con esos hombres justos que dicen “la mitad de culpa para Hitler y la otra mitad para los judíos”. Hay que revisar de manera objetiva todos los errores cometidos por la izquierda durante todo el siglo XX –de lo contrario, lo hace la derecha por lo general mintiendo-, pero el lugar para hacerlo no es la equidistancia. Los crímenes de Stalin no se explican desde los crímenes de Hitler ni viceversa.
Pues a ver cuándo lo hacéis, hijitos, porque la hoz y el martillo os encantan, y bajo esos símbolos murieron infinitamente más personas que bajo la esvástica.
Son argumentos que confunden. El libro de Pérez Reverte puede ayudar al debate. Si es así, bienvenido. Sólo tienen miedo a debatir sobre la guerra civil los que ven algún tipo de beneficio en el silencio. Es hora de convertir los monólogos en diálogos.
Pero será zascandil el sujeto. No ha hecho otra cosa que llamar a prohibir los libros de quienes disienten y ahora habla de que los otros tienen miedo a debatir.
Quizá precisamente por esa mirada no tan amarga sobre nuestro pasado, la mirada sobre nuestra democracia de Pérez Reverte es demasiado dulce. “A la fin del dictador, España se convirtió en una monarquía parlamentaria por decisión personal del rey Juan Carlos, padre del actual monarca y nieto del exiliado Alfonso XIII”. El que trajo la dictadura de Primo de Rivera y apoyó a Franco posteriormente.
Mejor el que se puso ciego a apiolar en Paracuellos
“Juan Carlos I volvió a legalizar los partidos políticos, procuró la reconciliación nacional, liquidó el régimen franquista y devolvió a España la democracia”. Soy de los que piensan que la democracia la trajeron los que se la jugaron para traerla.
En el año 1975 no llegaban a 60 el número de presos políticos, el resto estaban en la guandoca por terrorismo. Por cierto, que también fueron amnistiados, y bastantes de ellos llevaban encima varios asesinatos.
No el Rey, que fue nombrado sucesor del dictador por el propio Franco en 1969. El rey, a la fin de su mentor, nombró a Arias Navarro Presidente. De manera que el último Presidente de la dictadura fue el primer Presidente de la democracia. Luego, cuando la cosa se le iba de las manos al Rey puso a Suárez. Más tarde no dudó en dejarle caer cuando le interesó.
Ahora viene la verdadera democracía. Ahora sí, la bolivariana.
El CDS, partido que fundó Suárez tras la implosión de la UCD, no cosechó sino fracasos. Todos le dejaron de lado. Aunque más tarde, con Suárez ya rehén del Alzheimer y sin acordarse de que había sido Presidente, se fotografiara el Rey con él para intentar imbuirse de su fama reconstruida. Son comportamientos de doble jovenlandesal. Igual que su hijo, que inaugura en París una placa a La Nueve, los republicanos españoles que fueron los primeros en entrar a liberar París en 1944 –Pérez Reverte los cita con mucho respeto-, pero no lo hace en España.
En definitiva, podríamos decir que estamos ante un libro para el país real, ese donde Esperanza Aguirre o José María Aznar no piensan hoy muy diferente de lo que pensarían en 1936.
Y de esa manera justifica que él piense igual que los comunistas de entonces.
Pero es un libro que no dirige los esfuerzos a construir una democracia de alta densidad.
Eso es: hay que acomodar la Historia a las necesidades de la democracia de alta densidad, y para ello se inventa lo que haga falta, porque si no la democracia no es democracia. ¿Y la verdad? Eso es una gaiada, la verdad está en la democracia de alta densidad.
Esa que pasa por romper con la impunidad del franquismo y con la memoria selectiva a la que nos obliga “el precio de la tras*ición”.
Estos quieren meter en la guandoca o demonizar a media España acusándolos de franquistas.
Por ejemplo, el hecho de que un defensor acérrimo del franquismo, un ministro de la dictadura que firmó el enterado en sentencias de fin, la persona que justificó el asesinato de Julián Grimau o Enrique Ruano (estudiante lanzado por la guardia civil franquista por una ventana), sea uno de los firmantes de nuestra Constitución y fundara el partido que está vaciando nuestra democracia. La apuesta es, en cualquier caso, clara: sigamos debatiendo. Y el libro de Pérez Reverte nos invita a ello.
O de que tú sigas fotografiándote con la hoz y el martillo.
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