Me he cortado el pelo y me queda fatal, me hace la cabeza y la cara aún más redondas. El impulso probablemente se debe a que sigo en una situación anímica bastante chunga con mi marido. El domingo, y sin mediar provocación ni estar en mitad de ninguna discusión, se puso en plan tras*cendental y me acabó diciendo que no le importaba ni lo que yo pensase, ni lo que sintiese. Que si lo pensaba, sí le importaba lo que me pasara. Y no lo decía por molestar, lo decía porque, en cierta forma le preocupaba porque entiende que esto no solía ser así y no debería serlo. Después de hacer dicha afirmación, se fue a dormir. Desde entonces, los ratos que coincidimos, me consta que procura esforzarse por "portarse bien", pero no hemos vuelto a hablar sobre el tema más alla´de que, sí, efectivamente, es verdad. Veo los hilos de "las pequeñas cosas" y la idea de escribir algo en ellos me da ganas de llorar.
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No te digo que animo, porque qué narices, sería una chorrada y para chorradas estarás ahora. Lo del pelo pues es algo que nos da cuando queremos cambiar las cosas y sólo podemos cambiar lo que podemos (lo que tenemos fuera). Seguro que no estás mal, y seguro que si de animo estuvieras bien te verias guapa y todo.
En cuanto a lo otro... pues a veces los hombres tienen dias orates , dicen chorradas que llevan pensando sin ser conscientes del dolor que causan y lo dicen tan anchos, en plan bando con trompetita y todo. Después se dan cuenta de el pifrostrio que montan y quieren dar marcha atrás, o lo quieren ignorar, y todavía son peores los daños colaterales. No se puede aconsejar, porque no estoy donde tú estás... pero tómalo como una salida de pata: él sólo se ha dado cuenta de que te ha hecho daño cuando ha visto tu reacción, hasta segundos antes él seguramente pensó que era algo que o era obvio o tú tendráis que saber, sin mayores derivaciones.
Y yo si pienso que teneis que hablarlo, porque aunque él sea vagamente consciente de que ha metido la pata, tiene que saber hasta que punto te hace daño, y hasta que punto te molesta (todo lo que no se habla en una relación y se queda dentro, al final es una bomba de relojería), pero igual no es el momento. Tranquilizate, mejora el humor, apartate si no te patece hablar con él, sal a que te de el aire, habla con tus amigas, pasea con tu hija y tómate un café con ella en una terraza. Respira, dentro y fuera. y cuando sea hora de hablarlo, dile lo que le tengas que decir, que sepa de tu bocva como te sientes, para que si alguna vez repite sepa que todo en esta vida tiene consecuencias.
Y cuanta todo lo que te de la gana, que a veces no hay oidos más atentos que los que están lejos y sólo pueden escuchar y dar apoyo.
Te mando un mp (de regalo -te lo aviso pa que me hagas sitio
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