Gracias por traer algo de sentido común.
Lo del callo y costra lo he visto en persona cuando era niño y me juntaba con unos chicos de la calle, que no tenían calzado. A veces quería imitarles y no podía pisar sin que una piedrita o cardo me las hicieran pasar mal. Entonces observé sus pies y, efectivamente, eran como una costra gruesa por debajo, tal como lo describes.
Y si uno intenta andar descalzo unas semanas, poco a poco se acostumbra, sin llegar al callo ese, pero luego el pie como que se ensancha y cuesta que entren los zapatos. Supongo que a mucha gente le pasa en verano si se la pasa de sandalias.