No creo ni en el karma, ni en el destino, ni muchísimo menos que el esfuerzo tiene recompensa.
Creo en las reglas del juego que hemos acordado en la sociedad, y en que si observas bien el entorno puedes aprovechar para obtener máximo beneficio con mínimo esfuerzo, y no estoy hablando de dinero.
Aunque a muchos les han inculcado el mantra del esfuerzo a fuego, un buen jefe no tiene por que ser el peón mas esforzado, y probablemente no lo sera, es el que sabe como hacer que la gente a su cargo sea eficaz y eficiente estando además a gusto haciendo lo que hace. La mejor progenitora no es la que se esfuerce en tener la casa mas limpia, todo siempre en su punto o mas dinero traiga a casa, eso no vale de nada si no está ahí para escuchar tus quejas, tus pataletas, compartir tus alegrías, apoyarte pase lo que pase y ofrecerte consuelo y cariño. La mejor pareja no es aquella que cuida todos los detalles al milímetro, es aquella que nos escucha cuando necesitamos ser escuchados, que mantiene la cabeza fría cuando nos dejamos llevar por el miedo o el pánico, que se ríe de la última tontería que nos ha arrancado una sonrisa y que siempre, siempre nos quiere.
En definitiva, el karma es un invento que se ha aprovechado muy bien en occidente para mantener a la clase obrera con la zanahoria al final del palo esperando una recompensa que no tiene por qué llegar.
Preguntabas qué hacíamos para no caer en el desánimo, pues plan B y plan C, y observar las reacciones del entorno. Si supiera de qué estás hablando podría darte respuestas más concretas, pero no se si hablas de trabajo, salud, amor o dinero :
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