Estimada y nueva amiga: no he tenido hasta ahora de intercambiar unas palabras con vuecencia, así que aprovecho para presentarme con reverencia barroca incluida. Dicho lo cual, paso a aclararle una de las pocas verdades inamovibles en este universo que habitamos: No existe ningún especimen masculino heterosexual que, habiendo aprendido los secretos de la cocina, y habiéndolos ejercitado, esté dispuesto a limpiar el escenario de su arte, bajo ningún concepto, chantaje o amenaza. Es algo que no se concibe.
No obstante lo cual, mi cocina es pequeña, y si bien la enguarro bastante, lo que son los utensilios y vajilla los tengo en orden de revista, limpios y ordenados, porque si no sería un caos, y no podría cocinar, lo cual me pone un poco nervioso.
Por cierto: mi placa es de cristal, como las vitros, PERO con fuegos de butano. Adicionalmente, tengo una plancha grande para otros menesteres, además de cocinar al fuego en la chimenea o a la brasa en la barbacoa.
Echo de menos un horno de leña, pero eso supongo es demasiado grande para tenerlo en un patio pequeño.