vienedelejos
Madmaxista
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En realidad, pero de esto no se suele hablar porque sería inasumible para la población en general, de cualquier carcinógeno que se consuma no hay dosis segura. Del alcohol tampoco, claro. Y esto es debido a la naturaleza del cáncer como proceso estocástico.
Para entenderlo lo podríamos asimilar a la lotería: cada vez que consumes una dosis de alcohol (vino, cerveza, cubatas....lo que sea) estás comprando un boleto. La probabilidad es ridícula, pero UN SOLO BOLETO puede bastar para que te toque la lotería. Lógicamente, a más boletos que compres, más probabilidades de que toque. Pero cuando dicen que "no hay dosis segura" se refieren a esto. Es decir: no es una cuestión de umbral.
Y claro, si esto lo ampliamos con la cantidad de carcinógenos a los que estamos expuestos, pues explicar esto a la población es complicado. Por ejemplo: los nitratos y nitritos (E-250 y E-252) presentes en gran cantidad de productos, siendo los embutidos y el jamón serrano uno de los segmentos más destacados, la acrilamida presente en el café (és metafísicamente imposible que haya café sin acrilamida, ya que se genera naturalmente en el proceso de tostado: reacción de maillard), patatas fritas, galletas y, en general, en cualquier alimento que cocinemos en casa y le demos ese "tonalidad doradito" tan agradable, ya han mencionado también algún edulcorante muy utilizado, etc.
Por cierto, yo bebo vino y tomo café. Con moderación ambos aunque, por lo comentado, soy consciente que dicha moderación no me libra de participar en la lotería de la que estamos hablando. Estoy a favor de la pedagogía para que los ciudadanos cuenten con la información necesaria para tomar sus decisiones de consumo, pero totalmente en contra del etiquetado en cuestión. Hay que empezar a tratar a los ciudadanos como adultos y ni ocultarles la información, ni recurrir a métodos sonrojantes como lo del etiquetado tabaquil. Si tal cosa se ha tumbado, me alegro.
Para entenderlo lo podríamos asimilar a la lotería: cada vez que consumes una dosis de alcohol (vino, cerveza, cubatas....lo que sea) estás comprando un boleto. La probabilidad es ridícula, pero UN SOLO BOLETO puede bastar para que te toque la lotería. Lógicamente, a más boletos que compres, más probabilidades de que toque. Pero cuando dicen que "no hay dosis segura" se refieren a esto. Es decir: no es una cuestión de umbral.
Y claro, si esto lo ampliamos con la cantidad de carcinógenos a los que estamos expuestos, pues explicar esto a la población es complicado. Por ejemplo: los nitratos y nitritos (E-250 y E-252) presentes en gran cantidad de productos, siendo los embutidos y el jamón serrano uno de los segmentos más destacados, la acrilamida presente en el café (és metafísicamente imposible que haya café sin acrilamida, ya que se genera naturalmente en el proceso de tostado: reacción de maillard), patatas fritas, galletas y, en general, en cualquier alimento que cocinemos en casa y le demos ese "tonalidad doradito" tan agradable, ya han mencionado también algún edulcorante muy utilizado, etc.
Por cierto, yo bebo vino y tomo café. Con moderación ambos aunque, por lo comentado, soy consciente que dicha moderación no me libra de participar en la lotería de la que estamos hablando. Estoy a favor de la pedagogía para que los ciudadanos cuenten con la información necesaria para tomar sus decisiones de consumo, pero totalmente en contra del etiquetado en cuestión. Hay que empezar a tratar a los ciudadanos como adultos y ni ocultarles la información, ni recurrir a métodos sonrojantes como lo del etiquetado tabaquil. Si tal cosa se ha tumbado, me alegro.
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