Curiosas las respuestas, que orbitan sobre fundamentos económicos o personalismos políticos (tan anti-históricos en general).
Nadie parece haber citado que la causa principal es que los personas no somos hormigas, y que todos los imperios esclavistas tienen a derrumbarse.
El comunismo es incompatible con la libertad política y espiritual del ser humano, y muestra de ello son las muertes y miseria que ha costado imponerlo primero, y mantenerlo después.
No se que piensan los nostálgicos o aquellos que tienen una visión mitológica de este tipo de dictaduras, cuando en todas se ha empleado la fuerza para evitar que los supuestos beneficiados por ellas, escapasen del paraíso.
Sobre la economía, bueno, atender al precio de un commodity (por fundamental que sea) no es más que una anécdota. Hay muchísima literatura económica que explica la imposibilidad del socialismo entendido como la sustitución del mercado por planificadores centrales.
