Eso de que uno puede escoger la época histórica en la que desea vivir mentalmente se parece bastante a lo de que uno puede decidir si es hombre, mujer o rottweiller. La mente es poderosa.
No, en serio, me gusta el concepto, hace mucho tiempo que siento que vivo fuera de mi época. El problema es que vivir como si estuvieras en otra época es parecido a remar contracorriente. Se hace duro, por eso muchas veces la solución es aislarse.