ICP-Dfinity... La secreta 'blockchain' de 40.000 millones sacude la escena cripto
Un proyecto que lleva cinco años gestándose, con 200 programadores y lo más granado de la criptografía busca la reinvención del funcionamiento de internet frente al poder en la nube de Amazon o Google
El mundo de las criptomonedas promete todo un renacimiento para la tecnología, cambios de filosofía y nuevos conceptos. También asiste a una especulación financiera salvaje no vista desde la burbuja puntocom. Lo mismo catapulta un meme perruno hasta valoraciones de una multinacional (Dogecoin, Shiba Inu…), como que convierte al Bitcoin o al Ethereum en el paradigma de la inversión. El último gran hito de la escena cripto tiene como protagonista a Dfinity, un proyecto con sede en Zurich (Suiza) y Palo Alto (California-EEUU) que ha reunido a lo más granado de los genios de la criptografía para un objetivo del todo ambicioso: reinventar el funcionamiento de internet con una nueva 'blockchain' alternativa a las dominantes de Bitcoin y Ethereum.
La propuesta hubiera pasado desapercibida de no ser por la irrupción entre las grandes criptodivisas de su token -su ficha económica- denominado como el propio protocolo: Internet Computer (ICP). Su inclusión en las plataformas de intercambio de Coinbase y Binance ha sacudido el equilibrio de poder en este mercado frente a Bitcoin y Ethereum. El precio del ICP llegó a multiplicarse el lunes hasta los 600 euros, aunque se estabilizó horas después por encima de los 300 euros, con una capitalización bursátil de 40.000 millones de euros, una cifra que le sitúa en octava posición del ranking de criptoactivos, según datos de Coinmarketcap.
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Una ‘blockchain’ contra los titanes tecnológicos
Dfinity se fundó en 2016, pero entró en el radar del mundo tecnológico a partir de 2018 cuando el fondo Andreessen Horowitz, uno de los grandes de Silicon Valley, entró como inversor en el proyecto junto a Polychain Capital. En septiembre de 2020 volvieron a repetir inyección de capital en una ronda que valoró la compañía en 10.000 millones de dólares, convirtiendo a la startup en uno de los grandes ‘unicornios’ de la escena blockchain. La compañía que lidera Dominic Williams tiene ante sí una misión de ambición imposible ante los ojos de 2021: romper el monopolio del que gozan las 'nubes' centralizadas de las grandes plataformas como Amazon, Google, Microsoft, Facebook o Apple, entre otras. Tal cual.
Bajo el protocolo Internet Computer (ICP) busca crear una red pública de equipos cliente que proporcionará una ‘nube’ informática mundial descentralizada en la que se puede instalar y ejecutar software con todos los beneficios habituales de una nube con la incorporación de los llamados contratos inteligentes (smart contracts) a través de una blockchain. Muchos han visto en el ICP un competidor de Ethereum, aunque desde la propia compañía se apresuran a negarlo. De hecho, se posicionan como un complemento que terminará de llevar hasta cualquier rincón de la red la prometida descentralización. El pasado 7 de mayo, Dfinity hizo su presentación en sociedad con un evento de estética futurista en el que se repasaron tres hitos principales en la historia de internet: las redes universitarias, el primer navegador web (Mosaic) bajo la visión de Marc Andreessen en 1993 y el lanzamiento de la blockchain de Bitcoin en 2009.
Dfinity define al protocolo ICP como "la computadora de Internet", un sobrenombre que ya recibe Ethereum en la actualidad. Entonces, ¿qué aporta al ecosistema tecnológico este recién llegado? Básicamente, el objetivo de crear una internet pública que esquive a los grandes titanes tecnológicos que se han hecho con el dominio de la red. Con el ICP, los desarrolladores pueden crear sitios web, sistemas para empresas y servicios instalando su código directamente bajo el ICP “sin necesidad de servidores y almacenamiento comercial en la nube”, según se explica en el 'whitepaper' o guía de ICP.
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La startup europea pone como ejemplos de las prácticas de monopolio y abusos empresariales que busca combatir el caso de Zynga, la empresa de videojuegos creadora del Farmville. Arrasó en su momento con decenas de millones de usuarios, pero que un día vio como su éxito se vino abajo por un cambio de algoritmo de Facebook, la red social de la que obtenía la mayoría de sus jugadores. También hace mención a los problemas que tuvo Tinder con Mark Zuckerberg, o cómo la compra de Linkedin por parte de Microsoft supuso el cierre del acceso de la API de la red social profesional para miles de pequeñas empresas que pescaban ahí a sus próximos empleados.
“Este tipo de cosas se han convertido en la norma. Hoy en día, la mayoría de inversores de capital riesgo no invierten en nuevas empresas que creen servicios que dependan de las API de las 'Big Tech', incluso si son propuestas interesantes, de modo que se limitan en gran medida las oportunidades, la competencia y la innovación, lo que nos perjudica a todos”, explica la empresa. Dfinity apuesta por los sistemas abiertos y deja la gobernanza de su Internet Computer (ICP) en manos de un software autónomo denominado Network Nervous System (NNS), algo así como sistema nervioso de redes que tendrá la capacidad de blindar la red de amenazas, asegurar su correcto funcionamiento y crear productos como nuevas redes sociales que respeten la privacidad, desarrollos DeFi (finanzas) y un largo etcétera para la próxima generación de desarrolladores de Motoko, el lenguaje programación que permitirá que los DNS de hoy, las aplicaciones en Ethereum o las páginas webs actuales interactúen y se comuniquen en el ICP.
Un proyecto que lleva cinco años gestándose, con 200 programadores y lo más granado de la criptografía busca la reinvención del funcionamiento de internet frente al poder en la nube de Amazon o Google
El mundo de las criptomonedas promete todo un renacimiento para la tecnología, cambios de filosofía y nuevos conceptos. También asiste a una especulación financiera salvaje no vista desde la burbuja puntocom. Lo mismo catapulta un meme perruno hasta valoraciones de una multinacional (Dogecoin, Shiba Inu…), como que convierte al Bitcoin o al Ethereum en el paradigma de la inversión. El último gran hito de la escena cripto tiene como protagonista a Dfinity, un proyecto con sede en Zurich (Suiza) y Palo Alto (California-EEUU) que ha reunido a lo más granado de los genios de la criptografía para un objetivo del todo ambicioso: reinventar el funcionamiento de internet con una nueva 'blockchain' alternativa a las dominantes de Bitcoin y Ethereum.
La propuesta hubiera pasado desapercibida de no ser por la irrupción entre las grandes criptodivisas de su token -su ficha económica- denominado como el propio protocolo: Internet Computer (ICP). Su inclusión en las plataformas de intercambio de Coinbase y Binance ha sacudido el equilibrio de poder en este mercado frente a Bitcoin y Ethereum. El precio del ICP llegó a multiplicarse el lunes hasta los 600 euros, aunque se estabilizó horas después por encima de los 300 euros, con una capitalización bursátil de 40.000 millones de euros, una cifra que le sitúa en octava posición del ranking de criptoactivos, según datos de Coinmarketcap.
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Una ‘blockchain’ contra los titanes tecnológicos
Dfinity se fundó en 2016, pero entró en el radar del mundo tecnológico a partir de 2018 cuando el fondo Andreessen Horowitz, uno de los grandes de Silicon Valley, entró como inversor en el proyecto junto a Polychain Capital. En septiembre de 2020 volvieron a repetir inyección de capital en una ronda que valoró la compañía en 10.000 millones de dólares, convirtiendo a la startup en uno de los grandes ‘unicornios’ de la escena blockchain. La compañía que lidera Dominic Williams tiene ante sí una misión de ambición imposible ante los ojos de 2021: romper el monopolio del que gozan las 'nubes' centralizadas de las grandes plataformas como Amazon, Google, Microsoft, Facebook o Apple, entre otras. Tal cual.
Bajo el protocolo Internet Computer (ICP) busca crear una red pública de equipos cliente que proporcionará una ‘nube’ informática mundial descentralizada en la que se puede instalar y ejecutar software con todos los beneficios habituales de una nube con la incorporación de los llamados contratos inteligentes (smart contracts) a través de una blockchain. Muchos han visto en el ICP un competidor de Ethereum, aunque desde la propia compañía se apresuran a negarlo. De hecho, se posicionan como un complemento que terminará de llevar hasta cualquier rincón de la red la prometida descentralización. El pasado 7 de mayo, Dfinity hizo su presentación en sociedad con un evento de estética futurista en el que se repasaron tres hitos principales en la historia de internet: las redes universitarias, el primer navegador web (Mosaic) bajo la visión de Marc Andreessen en 1993 y el lanzamiento de la blockchain de Bitcoin en 2009.
Dfinity define al protocolo ICP como "la computadora de Internet", un sobrenombre que ya recibe Ethereum en la actualidad. Entonces, ¿qué aporta al ecosistema tecnológico este recién llegado? Básicamente, el objetivo de crear una internet pública que esquive a los grandes titanes tecnológicos que se han hecho con el dominio de la red. Con el ICP, los desarrolladores pueden crear sitios web, sistemas para empresas y servicios instalando su código directamente bajo el ICP “sin necesidad de servidores y almacenamiento comercial en la nube”, según se explica en el 'whitepaper' o guía de ICP.
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La startup europea pone como ejemplos de las prácticas de monopolio y abusos empresariales que busca combatir el caso de Zynga, la empresa de videojuegos creadora del Farmville. Arrasó en su momento con decenas de millones de usuarios, pero que un día vio como su éxito se vino abajo por un cambio de algoritmo de Facebook, la red social de la que obtenía la mayoría de sus jugadores. También hace mención a los problemas que tuvo Tinder con Mark Zuckerberg, o cómo la compra de Linkedin por parte de Microsoft supuso el cierre del acceso de la API de la red social profesional para miles de pequeñas empresas que pescaban ahí a sus próximos empleados.
“Este tipo de cosas se han convertido en la norma. Hoy en día, la mayoría de inversores de capital riesgo no invierten en nuevas empresas que creen servicios que dependan de las API de las 'Big Tech', incluso si son propuestas interesantes, de modo que se limitan en gran medida las oportunidades, la competencia y la innovación, lo que nos perjudica a todos”, explica la empresa. Dfinity apuesta por los sistemas abiertos y deja la gobernanza de su Internet Computer (ICP) en manos de un software autónomo denominado Network Nervous System (NNS), algo así como sistema nervioso de redes que tendrá la capacidad de blindar la red de amenazas, asegurar su correcto funcionamiento y crear productos como nuevas redes sociales que respeten la privacidad, desarrollos DeFi (finanzas) y un largo etcétera para la próxima generación de desarrolladores de Motoko, el lenguaje programación que permitirá que los DNS de hoy, las aplicaciones en Ethereum o las páginas webs actuales interactúen y se comuniquen en el ICP.