Mal vamos entonces, la pretensión debería ser que es la moneda definitiva para todo el mundo.
Ya que pareces alguien que razona sin faltas de respeto, te doy mi punto de vista.
Respondiendo a la información citada, esa el la pretensión que tú crees que debería ser. Tal y como comentas en otros mensajes, yo soy yo y no debemos caer en lo que otros deberían pensar o en cómo "han de ser las cosas"
Una de las tantas cosas que me gusta de BTC es que no estás obligado a utilizarlo como pasa con las monedas fíat (solo por nacer en una zona u otra, estás obligado a utilizarlo y, muy posiblemente, cobrar tu nómina).
También, que no hay una norma o regla de cómo y para qué se tiene que utilizar BTC.
La pretensión es que cada uno es libre de usarlo o no usarlo, y de la manera que le plazca. Sin obligaciones. Sin prohibiciones.
Por supuesto, la situación ideal es que todo el mundo viese y quisiese lo que este le va a aportar, y que lo va a usar de la mejor manera posible.
Pero no existe un solo tipo de persona.
Existirán los que ni hagan el intento de entenderlo.
Existirán los que creerán que lo entienden y decidirán no usarlo.
Existirán los que lo entienden de verdad y estén en contra de él, por mantener el status quo del que se aprovechan. Bajo mi punto de vista, el que realmente entiende las bondades de BTC y está en contra, es porque pone en peligro el estado actual de las cosas al cortarse el "dinero gratis" de raíz.
Y de lo que lo usan...
Existirán gente más o menos cómoda, gente que lo usará o estará invertida sin darse ni cuenta, el que lo usará como reserva de valor o como "moneda", etc...
Tengo un punto de vista bastante claro sobre este tema.
Lo ideal es intentar seguir el alma de BTC: Autocustodia (preferiblemente, "tó lo rellenito" en hardware wallet y Mobile wallet para el "cambio/efectivo" del día a día)
Pero habrá quien prefiera tenerlo en el exchange y usarlo a través de tarjeta, atesorarlo utilizando ETF o acciones de empresas cotizadas o gestionado por el propio banco. No me parecen las maneras correctas, pero que cada uno reniegue de los beneficios que le parezcan oportunos.
Al final, todo se basa en capacidades propias y gestión de riesgos, por lo que uno mismo es el único que puede decidir por sí mismo.
Por cierto, totalmente de acuerdo contigo en que a la gran mayoría de la gente le gusta estar tutelada, y así nos va, que se aprovechan de manera insultante de ello