nefernef
Madmaxista
Y ahora ya viene mi mensaje en serio.
Yo hace muchos años cuando las sillas se fabricaban de manera artesanal aún, me consideraba una silla mal diseñada, creía que el carpintero no se esmeró en crear mi forma de silla.
Y además echaba la culpa al resto de mundo de sillas de mi mala suerte.
Hasta que un día me puse a pensar y si la culpa no es del carpintero ni del resto de las sillas del mundo?
Y sí a lo mejor yo soy mesa y me veo como silla?
Y si mi actitud como silla es lo que ha marcado mi mala suerte hasta ahora?
Así que decidí empezar a creerme una mesa, pero una mesa que comprendió que el amor a uno mismo bien entendido empieza por el amor bien entendido hacía los demás. que comprendió que la felicidad es más cuestión de actitudes que de circunstancias y que las buenas actitudes atraen buena circunstancias y que la confianza sólo surge de uno mismo y que eso se proyecta a los demás.
Y sobre todo aprendí que el pasado son sólo recuerdos, te quedas con lo bueno e incluso lo malo es bueno porque te hace aprender.
También aprendí que el rencor, aunque pueda ser en ciertas ocasiones legitimo sólo hace daño a quien lo padece. Si no aprendes a perdonar nunca aprenderás a encontrar un nuevo futuro.
Y pasé de ser sillita mal hecha a mesa alfa, sólo por el cambio de actitud y a estar rodeado de grandes y buenos amigos y amigas y grandes parejas.
No sé si se me entiende?
¿Y no le da vergüenza haber dejado a mi progenitora sin banqueta para el piano?