No tengo tiempo para desarrollar aficiones que requieran concentración.
No creo que la cosa cambie en los próximos años.
No me importa en el sentido de que en mi día a día soy feliz así, pero mi orgullo a futuro se ve un poco herido por esa actitud que he tenido siempre debido a que digan lo que digan en el amistoso diálogo, desde pequeña he tenido que demostrar más por ser chica.
He tenido que ser la más rápida de la clase (segunda, el primero era otro compañero), la más lista, nunca guapa para que no me dijesen que lo que conseguía era por el físico o ser mujer. Así con todo.
Obviamente no es lo mismo que cuando era una adolescente, pero sigo teniendo que demostrar que además de mujer soy profesional, soy progenitora y ya está bien de que se me juzgue y tenga que demostrar que no escogí pareja por su físico o su dinero y que a pesar (/ironic) de ser mujer tengo conocimientos técnicos y me interesan importantes de la vida.
¿Cuál es el problema? Ninguno realmente.
Que mi afición actual es cuidar, criar y enseñar a un pequeñín, preocupándome de cosas como la evolución fisiológica del sueño, cómo es de importante su desarrollo psico-motriz, qué puedo hacer para facilitarle y motivarle en el desarrollo de las distintas habilidades... dentro de poco me tocará también entender los rudimientos de la logopedia y mis cosas más, y todo ello en un ambiente de juego, relajación y diversión porque no se trata de crear pequeños monstruos sino personitas cuya contribución será importante en la familia y que con el tiempo serán autosuficientes.
Resulta que a mis amigos estos temas ni se los plantean. Pregunté a mis amigas de mensa acerca de cuestiones de desarrollo y constatamos con cierto pasmo que estamos mucho más lejos de la igualdad de lo que creemos, ya que la inquietud de los padres por estos temas es cero. Cero patatero. No pasa nada, si nos interesa a nosotras nosotras nos encargaremos de ellos y de tras*mitir cómo tienen que relacionarse con su hijo aunque no entiendan por qué les pedimos que hagan esas cosas, pero últimamente me revienta que no lo consideren un trabajo importante.
Desde todos los ámbitos de la sociedad se trata como algo peyorativo, no es una afición, no acaba en el manejo de un cacharrito así que no es algo "útil". Las mujeres no tienen aficiones, sólo hablan de trapos y críos ::
Y aquí estoy, con la mayor parte de mí sabiendo que hago el trabajo más importante de la casa, siendo progenitora trabajadora y pilar y coacher de mis dos chicos y una parte rebelde de mí que todavía siente que le quedan cosas por demostrar con lo que a veces, pocas, me siento mal por no poder concentrarme en cosas como la fotografía o no saber sacar tiempo para hacer deportes que me relajan.
No creo que la cosa cambie en los próximos años.
No me importa en el sentido de que en mi día a día soy feliz así, pero mi orgullo a futuro se ve un poco herido por esa actitud que he tenido siempre debido a que digan lo que digan en el amistoso diálogo, desde pequeña he tenido que demostrar más por ser chica.
He tenido que ser la más rápida de la clase (segunda, el primero era otro compañero), la más lista, nunca guapa para que no me dijesen que lo que conseguía era por el físico o ser mujer. Así con todo.
Obviamente no es lo mismo que cuando era una adolescente, pero sigo teniendo que demostrar que además de mujer soy profesional, soy progenitora y ya está bien de que se me juzgue y tenga que demostrar que no escogí pareja por su físico o su dinero y que a pesar (/ironic) de ser mujer tengo conocimientos técnicos y me interesan importantes de la vida.
¿Cuál es el problema? Ninguno realmente.
Que mi afición actual es cuidar, criar y enseñar a un pequeñín, preocupándome de cosas como la evolución fisiológica del sueño, cómo es de importante su desarrollo psico-motriz, qué puedo hacer para facilitarle y motivarle en el desarrollo de las distintas habilidades... dentro de poco me tocará también entender los rudimientos de la logopedia y mis cosas más, y todo ello en un ambiente de juego, relajación y diversión porque no se trata de crear pequeños monstruos sino personitas cuya contribución será importante en la familia y que con el tiempo serán autosuficientes.
Resulta que a mis amigos estos temas ni se los plantean. Pregunté a mis amigas de mensa acerca de cuestiones de desarrollo y constatamos con cierto pasmo que estamos mucho más lejos de la igualdad de lo que creemos, ya que la inquietud de los padres por estos temas es cero. Cero patatero. No pasa nada, si nos interesa a nosotras nosotras nos encargaremos de ellos y de tras*mitir cómo tienen que relacionarse con su hijo aunque no entiendan por qué les pedimos que hagan esas cosas, pero últimamente me revienta que no lo consideren un trabajo importante.
Desde todos los ámbitos de la sociedad se trata como algo peyorativo, no es una afición, no acaba en el manejo de un cacharrito así que no es algo "útil". Las mujeres no tienen aficiones, sólo hablan de trapos y críos ::
Y aquí estoy, con la mayor parte de mí sabiendo que hago el trabajo más importante de la casa, siendo progenitora trabajadora y pilar y coacher de mis dos chicos y una parte rebelde de mí que todavía siente que le quedan cosas por demostrar con lo que a veces, pocas, me siento mal por no poder concentrarme en cosas como la fotografía o no saber sacar tiempo para hacer deportes que me relajan.