Confesiones inconfesables

Thera

Madmaxista
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Asturias
No tengo tiempo para desarrollar aficiones que requieran concentración.

No creo que la cosa cambie en los próximos años.
No me importa en el sentido de que en mi día a día soy feliz así, pero mi orgullo a futuro se ve un poco herido por esa actitud que he tenido siempre debido a que digan lo que digan en el amistoso diálogo, desde pequeña he tenido que demostrar más por ser chica.

He tenido que ser la más rápida de la clase (segunda, el primero era otro compañero), la más lista, nunca guapa para que no me dijesen que lo que conseguía era por el físico o ser mujer. Así con todo.
Obviamente no es lo mismo que cuando era una adolescente, pero sigo teniendo que demostrar que además de mujer soy profesional, soy progenitora y ya está bien de que se me juzgue y tenga que demostrar que no escogí pareja por su físico o su dinero y que a pesar (/ironic) de ser mujer tengo conocimientos técnicos y me interesan importantes de la vida.

¿Cuál es el problema? Ninguno realmente.
Que mi afición actual es cuidar, criar y enseñar a un pequeñín, preocupándome de cosas como la evolución fisiológica del sueño, cómo es de importante su desarrollo psico-motriz, qué puedo hacer para facilitarle y motivarle en el desarrollo de las distintas habilidades... dentro de poco me tocará también entender los rudimientos de la logopedia y mis cosas más, y todo ello en un ambiente de juego, relajación y diversión porque no se trata de crear pequeños monstruos sino personitas cuya contribución será importante en la familia y que con el tiempo serán autosuficientes.

Resulta que a mis amigos estos temas ni se los plantean. Pregunté a mis amigas de mensa acerca de cuestiones de desarrollo y constatamos con cierto pasmo que estamos mucho más lejos de la igualdad de lo que creemos, ya que la inquietud de los padres por estos temas es cero. Cero patatero. No pasa nada, si nos interesa a nosotras nosotras nos encargaremos de ellos y de tras*mitir cómo tienen que relacionarse con su hijo aunque no entiendan por qué les pedimos que hagan esas cosas, pero últimamente me revienta que no lo consideren un trabajo importante.

Desde todos los ámbitos de la sociedad se trata como algo peyorativo, no es una afición, no acaba en el manejo de un cacharrito así que no es algo "útil". Las mujeres no tienen aficiones, sólo hablan de trapos y críos :roto2:

Y aquí estoy, con la mayor parte de mí sabiendo que hago el trabajo más importante de la casa, siendo progenitora trabajadora y pilar y coacher de mis dos chicos y una parte rebelde de mí que todavía siente que le quedan cosas por demostrar con lo que a veces, pocas, me siento mal por no poder concentrarme en cosas como la fotografía o no saber sacar tiempo para hacer deportes que me relajan.
 
Peor es lo mío, que no tengo aficiones y eso que no tengo hijos que me absorban el tiempo.

Hoyga ud, que he visto sus fotos. Tiene aficiones que le gusta comer, le gusta beber, probablemente disfrute con el deporte y le gusta salir :p
Seguro que además me dejo bastantes cosas en el tintero jeje.

Beber, comer, cocinar, leer, jugar a la consola o al ordenador son aficiones light que muchos practicamos por lo que no se consideran "dignas" en ocasiones por esa falta de profundidad, asimilándolas a no tener aficiones.

Un besito currante! :X
 
No seas petulante. ¿A quien tienes que demostrar nada? Tu sabes de la valía de tus empeños, ¿Que reconocimiento necesitas?¿A quien tienes en tan alta estima como para condicionar la tuya propia a lo que piense de ti?

Un día, cuando ya no recuerdes estos sentimientos, un hijo tuyo te dará las gracias. Y si no estas ya allí para que te las pueda dar, llorara amargamente no poderlo hacer.
 
No seas petulante. ¿A quien tienes que demostrar nada? Tu sabes de la valía de tus empeños, ¿Que reconocimiento necesitas?¿A quien tienes en tan alta estima como para condicionar la tuya propia a lo que piense de ti?

Un día, cuando ya no recuerdes estos sentimientos, un hijo tuyo te dará las gracias. Y si no estas ya allí para que te las pueda dar, llorara amargamente no poderlo hacer.

Si es que tienes razón y yo lo sé.
Me queda encontrar la respuesta a tus preguntas porque realmente la respuesta es "a nadie". Entonces ¿por qué a veces siento que tengo que seguir demostrando? ¿quién me ha puesto una zanahoria invisible delante? Soy yo misma.

Cuando me encuentre mirándome de reojo al espejo me daré una paliza virtual.
 
No le des demasiadas vueltas a la cabeza.
La gente inteligente no lo hace.
 
Creo que el error es querer demostrar, no hay que demostrar, hay que hacer las cosas porque una quiere y si lo que quiere es dedicarse a su hijo profundamente en todos los ámbitos de la formación de la personita, eso es lo que importa, y si además de eso quiere disfrutrar haciendo fotos, punto de cruz o coleccionando soldaditos de plomo pues hágalo, pero no por demostrar nada, a la gente que le demuestren cosas en general se la bufa y la afición o la dedicación que alguien tiene a algo sólo de debe llenar a esa persona, no hay que contar con el resto para que sean espectadores de lo que nos llena.

Yo no tengo hijos, y reconozco que me aburren las conversaciones de trapos e hijos, pero porque me son bastante ajenas, y tengo poco que decir, y que mis aficiones no son las comunes femeninas, pero entiendo, comprendo y valoro el que una persona quiera dedicarse a algo en cuerpo y alma, si es a criar a sus hijos con toda la plenitud, como si quiere cultivar fresas, evidentemente criar a un hijo es lo más grande que se puede hacer porque se está formando a una futura persona, y no por ser algo de tradicional común femenino tiene que ser algo que se considere de serie y no tenga un valor en sí mismo.

Y hoyga, al que no valore o aprecie sus dedicaciones, que le den.
 
Últimamente, cuando me preguntan que a qué me dedico, digo que me estoy dedicando a ser mamá y que lo vivo con alegría y exaltación. La misma gente que tras el "a qué te dedicas" iba a empezar a hacer juicios de valor y a empezar a soltar consejos no solicitados sobre que si dejo pasar demasiado tiempo sin trabajar, blablablá..., me dice entonces "Qué suerte tienes".

Te podría decir que "la mejor defensa es un ataque preventivo", pero no es cierto. Digo eso no por defenderme, sino porque, tras un periodo de interiorización, es como me siento.

Esto te lo digo porque he estado mentalmente en el mismo sitio que tú. Desde pequeña he sido la eterna promesa. Mis padres, mis maestros, mis profesores, siempre han esperado mucho de mi. Tengo un papel que dice que soy muy inteligente, y además, siempre he tenido la habilidad de parecer más inteligente de lo que realmente soy. Todas esas expectativas acaban pesando. Uno acaba interiorizándolas como si fuesen suyas (no lo son). Además, parece que ese "mucho" que se espera de ti tiene que ser académico, laboral o artístico, algo que "se vea".

Durante mucho tiempo tuve problemas para aceptar mi propia mediocridad. Hacia finales de mi adolescencia hice un pacto conmigo misma en el que me autoconvencía de que, al fin y al cabo, estaba en un proceso de formación. La siguiente vez que me atacó ese sentimiento insidioso, estudié una segunda carrera. Después lo adormecí estudiando oposiciones, casándome y etc. Últimamente he hecho las paces (espero que) definitivamente con él. Por supuesto que soy mediocre, ¿qué falta me hará a mi no serlo? trato de hacer felices a las personas que quiero tal y como soy (aunque eso no signifique que deje de intentar ser lo mejor que puedo ser), y de la forma en la que vivo puedo hacerlo de la mejor manera. ¿quién es más que yo para juzgar mi modo de vida?.
 
Últimamente, cuando me preguntan que a qué me dedico, digo que me estoy dedicando a ser mamá y que lo vivo con alegría y exaltación. La misma gente que tras el "a qué te dedicas" iba a empezar a hacer juicios de valor y a empezar a soltar consejos no solicitados sobre que si dejo pasar demasiado tiempo sin trabajar, blablablá..., me dice entonces "Qué suerte tienes".

Te podría decir que "la mejor defensa es un ataque preventivo", pero no es cierto. Digo eso no por defenderme, sino porque, tras un periodo de interiorización, es como me siento.

Esto te lo digo porque he estado mentalmente en el mismo sitio que tú. Desde pequeña he sido la eterna promesa. Mis padres, mis maestros, mis profesores, siempre han esperado mucho de mi. Tengo un papel que dice que soy muy inteligente, y además, siempre he tenido la habilidad de parecer más inteligente de lo que realmente soy. Todas esas expectativas acaban pesando. Uno acaba interiorizándolas como si fuesen suyas (no lo son). Además, parece que ese "mucho" que se espera de ti tiene que ser académico, laboral o artístico, algo que "se vea".

Durante mucho tiempo tuve problemas para aceptar mi propia mediocridad. Hacia finales de mi adolescencia hice un pacto conmigo misma en el que me autoconvencía de que, al fin y al cabo, estaba en un proceso de formación. La siguiente vez que me atacó ese sentimiento insidioso, estudié una segunda carrera. Después lo adormecí estudiando oposiciones, casándome y etc. Últimamente he hecho las paces (espero que) definitivamente con él. Por supuesto que soy mediocre, ¿qué falta me hará a mi no serlo? trato de hacer felices a las personas que quiero tal y como soy (aunque eso no signifique que deje de intentar ser lo mejor que puedo ser), y de la forma en la que vivo puedo hacerlo de la mejor manera. ¿quién es más que yo para juzgar mi modo de vida?.

La gente es muy pesada inquiriendo sobre la vida de los demás, si tienes hijos, bien, si no los tienes, mal, si no trabajas por cuidar a los hijos, levantan la ceja, si trabajas y los cuidas, mirada de aceptación y/o admiración, lo curioso del tema es que mucha gente cree que su aceptación o recriminación le importa algo al que es examinado, craso error, al examinado le puede importar o simplemente escuchar con atención lo que alguien que aprecie le pueda decir, otra cosa es que las cosas entren por un oído y salgan por el otro, porque a fin de cuentas nuestra vida, la vivimos nosotros, no a través de otros y liberarse de eso muchas veces no es fácil.

Lo de ser una promesa me suena, esta muy bien ser una promesa, pero cuando a la promesa ya le ponen suficientes piedras en el camino, a lo mejor lo más sensato es sentarse encima de una de ellas y ver si realmente va a seguir siendo una promesa a ojos de los demás o simplemente ser una persona satisfecha de sus "mediocridades" y de sus ligeros logros que a fin de cuentas son suyos, no de los demás.
 
Sí, ese es el problema fundamental.

Que las expectativas que tenemos sobre nosotros mismos pesan y al haberlas ido construyendo a lo largo de la vida llevan mucha inercia.
En mis expectativas a largo plazo nunca entró la crianza como dedicación total o parcial, no porque no quisiera una familia, que la quería desde el principio, sino porque realmente no sabía lo que eso iba a suponer en cuanto a aprendizaje y dedicación.

Me veía a mí misma como progenitora trabajadora, lo que descartaba "hablar de críos". Lo que me he encontrado es que no se trata de "hablar de críos" sino de un conocimiento más profundo del propio desarrollo del ser humano que como no está reconocido en el ámbito masculino, tampoco lo está en la esfera femenina pública y visible porque está asociado en el subconsciente con "cosas de marujas y amas de casa", al igual que en su momento lo estuvo la cocina y la limpieza y por lo que personalmente creo que algunas mujeres nos distanciamos de esos temas para marcar la diferencia entre "ellas" y nosotras mujeres de hoy (sic).

Las expectativas propias son algo difíciles de gestionar porque llevan mucha inercia de todo ese aprendizaje pasado.

Además de que está el problema de que no llamamos a las cosas por su nombre. Al igual que Suso sí tiene aficiones, dudo muchísimo que vosotras podáis ser consideradas mediocres tal y como os expresáis, relacionáis y respondéis con cierta profundidad en los temas que os resultan de interés. Vuestro ámbito de excelencia tal vez no es visible o no está directamente relacionado con el éxito laboral, pero hay mucha distancia desde ese punto a la mediocridad. No os creáis mediocres si objetivamente no lo sois.
 
Que mania con el "Que diran". Pues desde que tome la decision que lo que digan los demas me la trae al pairo vivo muchisimo mas tranquilo. Y mira que he llegado a enterarme de cosas de mi mismo, que ni yo mismo sabia :))) Si trabajas en un hotel llegarias a asustarte de lo que se llega a decir de cada persona)

Haz las cosas que a ti te gusten, con las que te sientas a gusto y en paz contigo mismo. Y lo que hagan los demas, da igual (me acaba de quedar muy anuncion Estrella Damm, pero es verdad) Y con el tema de los hijos, nadie se va a preocupar mas por sus hijos que sus padres (bueno, o la familia postiza muy allegada jejeje), asi que preocuparos mas por ser felices y punto.

Mirad la postura de este personaje para educar a los niños. Y tiene razon!

Carlos González: “Los niños que duermen con sus padres tienen menos problemas”

[YOUTUBE]UaJDWZN5AhA[/YOUTUBE]

Y ahora, volviendo al tema de confesiones inconfesables, yo confieso que cuando estaba de practicas en UK, en un hotel que pertenecia a una cadena bastante grande, vinieron dos jefas de area al hotel, y por la noche se vinieron al Bar donde estaba yo cubriendo el bar y luego me tocaba quedarme a hacer el turno de noche montando salas. Se pusieron a tontear conmigo, a morrearse metiendome la lengua hasta la epiglotis, a perseguirme cuando me iba yo a montar las salas y llamandome para que fuese a atenderlas a ellas al grito de "We suck but not swallow". Me metieron en un lavabo para buscar la maquina de condones y me compraron un paquete. Me llevaron a su habitacion y empezaron a meterme mano de mala manera. Vamos, conozco a muchos que soñarian por tener una experiencia asi. Pues yo les pare y les dije: "Sorry, but I'm not feeling like doing this" y me volvi a terminar mi trabajo. Hice lo correcto, ni idea, pero yo tenia que aprobar mis practicas como fuese, si no los tres años de carrera no servirian para nada.

Ahora podeis dejarme verde
 
Yo estos dilemas la verdad es que no me ha tocado nunca plantearmelos, con 16 años mi padre me puso a trabajar si o si, no porque no quisiera que estudiara si no porque el ya tenía decidido lo que quería para mí. Con lo cual al no ver ninguna vía más no me lo pude ni plantear. Y como mi hijo lo tuve relativamente joven, ganaba más dinero que mi pareja, y tenía la familia muy cerca tampoco fue un problema, las cosas surgieron de la forma más natural.

Lo que si hay que tener claro es que cuando te esfuerzas por algo no tienes que buscar el reconocimiento de nadie, lo único que tiene que pesar es si tú lo haces totalmente convencida.
 
Y ahora, volviendo al tema de confesiones inconfesables, yo confieso que cuando estaba de practicas en UK, en un hotel que pertenecia a una cadena bastante grande, vinieron dos jefas de area al hotel, y por la noche se vinieron al Bar donde estaba yo cubriendo el bar y luego me tocaba quedarme a hacer el turno de noche montando salas. Se pusieron a tontear conmigo, a morrearse metiendome la lengua hasta la epiglotis, a perseguirme cuando me iba yo a montar las salas y llamandome para que fuese a atenderlas a ellas al grito de "We suck but not swallow". Me metieron en un lavabo para buscar la maquina de condones y me compraron un paquete. Me llevaron a su habitacion y empezaron a meterme mano de mala manera. Vamos, conozco a muchos que soñarian por tener una experiencia asi. Pues yo les pare y les dije: "Sorry, but I'm not feeling like doing this" y me volvi a terminar mi trabajo. Hice lo correcto, ni idea, pero yo tenia que aprobar mis practicas como fuese, si no los tres años de carrera no servirian para nada.

Ahora podeis dejarme verde

:))
Muahahahaha
 
Se pusieron a tontear conmigo, a morrearse metiendome la lengua hasta la epiglotis
Supongo que tendrían la lengua muy larga, porque para llegarte al epiglotis ese. :S :cook::cook:
chica_de_lengua_muy_larga_foto_12.jpg

:ouch:

:D
 
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