Cómo la educación española se echó a perder, contado por una profesora veterana.

La LOGSE tuvo muchos defectos. Pero realmente por ley la gente no se vuelve petulante. El principal problema es un estado de cosas que no se va a arreglar así como así, y menos en una ley. Voy a poner un ejemplo.

Un día me topé con un señor que es directivo de un instituto. Es alumno de un CAL en la Escuela de Idiomas. Las cosas que me contaba eran terribles, los propios profesores eran unos bordes de cuidado a la hora de justificar que llegaban tarde a clase interrumpiedo o que no podían seguir el ritmo de las explicaciones. Y me planteó que si los propios profesores eran tan bordes y tenían las mismas excusas que los padres y alumnos es que la cosa tenía difícil remedio.

No, esto ya no se resuelve ni con leyes ni con cambios de gobierno, ni diciendo que la culpa es de los pedagogos ni de los psicólogos. Se resuelve tomando las riendas como sociedad, cambiando todo, desde la formación continua de los docentes hasta otra responsabilidad como sociedad, donde unos niños no pueden malformarse ni tener mensajes contradictorios. No se puede volver atrás a la escuela de los 80 ni a la de Villar Palasí, ni a la de Franco ni a la de la Segunda República. La sociedad ha cambiado, y el pasado no volverá, ni debe volver, porque tampoco el sistema educativo anterior quitó el analfabetismo de tiempos pretéritos ni tampoco formaba grandes alumnos. Pero me temo que el principal problema ya no está en las leyes educativas, sino en todos. Desde los padres, siguiendo por la estructura socio-laboral del país, siguiendo por unos docentes que no son extraterrestres y también se ven afectados por esas dinámicas, y unos jóvenes que son la consecuencia de todos los estímulos negativos que les da el mundo adulto.

La solución, tal y como indicaron algunos , es trabajar en red, es decir implicando a alumnos, padres, profesores, administración... pero este es el país donde todos se escaquean, y se le echa la culpa a otros hasta del acto más personalísimo.

---------- Post added 22-abr-2015 at 13:01 ----------

JyQ dijo:

Los profesores deben enseñar las materias útiles y no perder el tiempo con chorradas ni sustituir materias vitales por insensateces como plantar berzas (como he leído por aquí, me dan ganas de agarrar un ***********)

El tiempo lectivo debería ser visto a precio de oro, la vida pasa rápido y los niños crecen rápido. No está el tiempo para desperdiciarlo con tonterías para crear inútiles.

Los padres no deben hacer de profesores particulares ni enseñar la materia ni sentarse con el niño a hacer con ellos los deberes (como mucho al principio), su misión es otra, es la de enseñar la disciplina y los hábitos para que el niño comience a ser autodisciplinado y autosuficiente, para que por sí mismo sea capaz de sentarse a repasar y estudiar lo enseñado por los profesores sin ayuda de los padres.

Parece mentira que olvidemos algo tan obvio y que muchos de los que estamos aquí en el fondo sabemos.

Fuimos a clase y nuestros padres (como también he leído por aquí) en muchos casos ni sabían cuándo teníamos un examen, ni falta que les hacía y sacábamos buenas notas, ellos nos habían inculcado el hábito y el sentido de la responsabilidad y la disciplina para ser constante con algo, para trabajar en casa lo aprendido por nuestra cuenta, para comenzar y finalizar un proyecto independientemente de su duración, materia y contenido, los padres enseñan a gestionar y a trabajar, no el cómo y ni el qué.

Si este trato se respeta crearemos un adulto capaz, ya sea para ser un trabajador útil al sistema, o para ser tu propio jefe, o simplemente para vivir como a ti te de la real gana, allá cada cual.

Es más probable que esa forma conduzca al éxito en vida, es muy difícil para un adulto instruído e independiente que una situación vital le venga grande o que no pueda salir más o menos airoso de los trances de la vida, sin acabar en la calle, en la guandoca, sólo o muerto en condiciones perversoss.

Hacer clic para expandir...

Hay un problema muy grave, y es la noción de competitividad que tenemos los españoles, producto de nuestro carácter. Y no es otro que no buscamos ser mejores, sino menos malos. En Finlandia, se pone una clase a hablar sobre los problemas de la clase, los chicos intercambian opiniones. Y al final, entre todos, logran conjuntamente ser mejores porque discuten sobre la clase y logran encontrar una solución a lo que entienden menos. Es lo que se llama trabajar en red, que es distinto a engancharse a internet.

En España, los que saben poner mejor una letra sobra otra, lo primero que hacen es guardarse el conocimiento como si fuera un tesoro, vaya a que otros le hagan "competencia". Si hay alguno que sepa algo o que entienda mejor los conceptos, si se le ocurre compartir conocimiento con sus compañeros, se le vampiriza en esa asignatura pero luego no se le agradece. Con lo cual todos llegan a ser una tumba, la clase es de silencio sepulcral y los alumnos no encuentran soluciones a sus atascos salvo clases particulares. Es la pescadilla que se muerde la cola.

Han montado un sistema en el que se pretende que el profesor sea una mente maravillosa, capaz de motivar a sus alumnos, enseñarles desde la diversión, que sean psicólogos con un sexto sentido para tratar a todos los niños de manera individual en función de sus necesidades, etc..., en definitiva, algo que está al alcance de muy pocas personas, porque son virtudes con las que hay que nacer y pocas tienen esa suerte. Es más realista tener un sistema como el que había antes del 90, donde el profesor tenía la autoridad para hacer y deshacer en clase.

PS: Cuando yo era pequeño recuerdo que también se hacían comparativas, similares al informe Pisa, entre alumnos de distintos países, en ellos España siempre estaba arriba y algunas veces quedábamos de los primeros por ejemplo, en matemáticas, en cuanto el PSOE y el PP empezaron con sus reformas nos fuimos al final de la lista. ¡Curioso cómo se callan esto los mass cosas y los políticos!.
No hay más que comparar los libros de texto de secundaria de los 80 y sobre todo los 70 con los actuales ( mi padre conserva nuestros libros de texto de esos años), para ver la degeneración y la pérdida de la calidad que ha tenido el sistema.