Capítulo XXXXI
*************
Subimos a la planta baja.
Extranjero: ¿qué hay encima?
Primer macho: nadie lo sabe, el ascensor no pasa de esta planta, según dicen está protegido por un campo de fuerza.
IA-hija: es una sala de control de la ciudad, la he llenado de hologramas de trabajo, además, es un edificio de comunicaciones planetario, no te preocupes, no es nada peligroso.
Kesi hija de Halima: ¡Alulim!
Extranjero: espera un momento, te digo, tu primer macho va hacer un encargo a la casa del saber, ve rápido y no tardes, si para cuando vuelvas no estoy, coloca las recetas en los tres mostradores, pero sal ya.
Miro a su dominante y esta asintió con la cabeza.
Extranjero: ahora dime lo que quieres.
Kesi hija de Halima: ¿qué hacías con mi primer macho?
Extranjero: cosas de machos, criticar a las dominadoras.
Kesi hija de Halima: eso lo supongo, pero que hacías realmente.
Extranjero: pues hablar de negocios para la familia, ver las semillas, veo que muchas están a 30 días de vencerse, ¿qué hacéis con las que están a punto de vencer?
Kesi hija de Halima: las devuelvo a casa para que las aves se las coman.
Extranjero: he visto que hay una gran cantidad este viaje, voy a ver si soluciono ese tema, ya lo hemos solucionado en los valles.
Kesi hija de Halima: ¿cómo lo has solucionado?
Extranjero: recolectando lo que se tiene que recolectar y sacando las legumbres de sus vainas y otras cosas más que le dicen a tu abuela lo que tiene que hacer.
Kesi hija de Halima: ¿a qué has mandado a mi primer macho?
Extranjero: a traer en el material más barato que imprima en el centro del saber las recetas para cocinar los diversos platos, creo que con un billete de 5 créditos tendrá bastante.
Kesi hija de Halima: ¿le has dado 5 créditos?, tú estás loco, que manera de desperdiciar el dinero.
Obvie su comentario.
Extranjero: ¿te quedan galletas?
Kesi hija de Halima: no, la gente se las ha llevado todas, se ha corrido la voz muy rápidamente, han venido de la competencia a llevarse una bolsa de cada.
Extranjero: bueno, eso significa que ha llegado a la otra parte de la ciudad que tenemos un producto muy bueno y no muy caro.
Kesi hija de Halima: me han preguntado por lo que comías, he llamado a mi abuela y me ha dicho que es una receta fabricada con harina de trigo y que es cosa tuya.
Extranjero: toma, un bocadillo para ti y otro dos para tus dos hermanas, son de pescado a la plancha, disfrutarlos.
Kesi hija de Halima: ¿te marchas?
Extranjero: sí, quiero comer con la jefa de la competencia.
Kesi hija de Halima: ¿puedo pedirte un favor?
Extranjero: si puedes utilizar el camión, las llaves siguen puestas, pero que lo conduzca tu primer macho, es al único que le va hacer caso aparte de vosotras, supongo que tu otra hermana viene con la mercancía.
Kesi hija de Halima: sí.
Extranjero: darles unas bolsas de las más baratas a los machos, así no sentirán que los dejáis sin probarlas y no tendrán la tentación de robarlas.
Kesi hija de Halima: dónde vas está muy lejos.
Extranjero: lo sé, vienen a recogerme, por cierto, echarle aceite al depósito y no dejármelo vacío y déjate un cilindro del mejor aceite para comer vosotros, el aceite de los valles es de los mejores que he probado, es un sacrilegio utilizarlo como combustible para los vehículos.
Me la deje plantada donde estaba saliendo rápidamente a la calle donde el coche ya me estaba esperando, aquel coche era de 20 plazas como mínimo.
Extranjero: ¿sabes dónde va a comer?
Escolta: sí señor, va a comer sola en su despacho.
Extranjero: ¿por qué este coche?
Escolta: su consejo de administración son 14 personas entre hombres y mujeres si se llevan 4 machos y nosotros dos somos los 20 que es lo máximo legal que puedo transportar, el coche puede salvar cualquier contratiempo, es un todo terreno en toda regla, incluso puede navegar sobre cualquier tipo de agua y lodo.
Extranjero: ¿qué problema tienen?
Escolta: exceso de cosechar como en los valles, me es ya preocupante su situación, sus “calvas” son enormes.
Extranjero: entiendo, ¿cómo ha podido esta gente retroceder tanto en tantas cuestiones?
Escolta: las coronas dan miedo a mucha gente, bueno, a la mayoría de ellos, leer exige mucho tiempo, si le sumas que sus abuelos y padres vincularon tecnología con guerra, destrucción y fin pues tienes la receta.
Extranjero: ¿no hay señoras de la guerra?
Escolta: el sistema de reinas impide en gran medida eso, pero he sacado en el último año algunas señoras y señores de la guerra del planeta dejándolos para conquistar un planeta vacío, oye, se han enfriado todos y bastante tienen con cazar, como para guerrear, como no hay a quien robarles pues se lo pasan muy bien tratando de sobrevivir, los he puesto a todos en el mismo planeta para no guarrear los otros, pero además en las zonas más alejadas de la antigua civilización.
Extranjero: eres muy malvada, ¿cómo entro?
Escolta: te he concertado una cita como macho, le he dicho que tienes en la ciudad de la isla de la laguna salada 10 hembras embarazadas, te tengo que acompañar, el maletero lo llevo llenos de galletas, empanadillas y la comida de hoy, asado de ganso con patatas.
Extranjero: ¿cómo es eso?
Escolta: esta mañana tus cazadoras se han llevado a todos los semilleros a cazar gansos, han cazado muchos por lo que la jefa de cocina después de que hubiesen cargado el barco los ha agasajado con ese manjar, no veas las caras de felicidad que tienen en este momento los machos.
Extranjero: han ido a cazar las mayores con ellas.
Escolta: no, han salido a cazar lo que tu llamas fifís, de momento no han encontrado la manada, están cerca pero se les va a hacer tarde, creo que comenzaran a cazarlos después de comer al medio día, van a llegar a casa de noche.
Extranjero: ¿cuánto has robado?
Escolta: llevo dos en el maletero y dos panecillos de 250grs para cada uno, le he dejado 1 crédito como pago.
Extranjero: ¿tú comes?
Escolta: no, soy tu primer macho y solo como en privado.
Extranjero: mejor, así menos explicaciones.
Llegamos al edificio donde había una especie de garita de entrada, parecía el cuartel militar, habrían sobre 50 mujeres armadas con aturdidores y un machete enorme de acero y muy afilado.
Mi escolta bajo la ventanilla.
Guardiana 1: ¿dónde se supone que vais?
Escolta: tenemos cita con la señora Sharifa.
Guardiana 2: pueden bajar un momento mientras mi compañera comprueba su invitación.
Vi que desparecían todas mis armas y aparecían en mi ático, bajamos los dos.
Cuando estuvimos los dos fuera se quedaron mirándonos, se acercaron dos guardias más y nos sobaron a base de bien.
Guardiana 2: ¿pueden abrir las puertas?
Se asomaron dentro escarbando todos los lugares en los que se podían guardar armas.
Guardiana 2: por favor ahora me abren el maletero.
Escolta: si señora, pero ahí si hay cuchillos y tenedores, es la comida para mi señor y sus invitados, rogaría no tocaran nada, a mi señor no le gusta que nadie le toque la comida.
Guardiana 2: veras macho, aquí la que dice lo que se puede hacer o no soy yo.
Extranjero: veras, no sé a qué viene toda este control, si quisiera apiolar a tu jefa no necesito nada más que mis manos, llama a tu jefa y dile que cuando este más receptiva que me llame, no aguanto todas estas tonterías.
Baje la puerta del maletero, cerré las puestas con suavidad y le dije a mi escolta.
Extranjero: la próxima vez que me conciertes una cita que sea sin tantas escoltas, sube al coche que nos vamos.
Cerramos las puertas del coche y dimos la vuelta para salir, baje del coche y les dije.
Extranjero: por favor me abrís la puerta para salir o trato de salir atraves de ella.
Guardiana 2: de aquí no te marchas hasta que yo te lo diga.
Mientras me agarro del brazo para reducirme, le aplique una “llave” de guerra, la levante por encima de mi cabeza y la lance a 20 metros quedando toda dolorida sobre el suelo, abrí mi escudo y este recibió todos los disparos de los aturdidores.
A esto que llego corriendo la guardiana diciendo que dejaran de disparar.
Guardiana 1: ¿quién ha sido la que ha dado la orden de disparar?, la jefa lo ha visto todo y está indignada por el trato que le hemos dado a su invitado.
Extranjero: quiero marcharme, ¿me abrís la puerta por favor?
Guardiana 1: tengo orden de no dejarte salir hasta que no hables con mi jefa.
Escolta: señor le rogaría que se calmara, la señora Sharifa ofrece 20 millones de créditos al macho que la embarace, no quisiera que por marcharse usted esa guardiana que ha dejado usted dolorida fuese mandada apiolar.
Las vi a todas poner se pálidas, era un macho procreador de los que embarazaban a mujeres de alto poder, además disponía de un escudo de los que impedían a los aturdidores hacer efecto, y lo peor, sabia luchar.
La vi llegar con sus consejeras a la carrera, venia todas azotadas.
Sharifa reina del planeta: buenas, nos disponíamos a comer, espero que no quiera seguir queriéndose marchar.
Extranjero: buenas, no tengo costumbre que las hembras me manoseen mi miembro viril si pagar, no tengo costumbre que traten de pegarme, no tengo costumbre que me traten de apiolar, si no quería que tuviésemos esta conversación con un “no gracias” me hubiese sobrado, puede que este tipo de recibimientos sean del agrado de otros machos, no es mi caso.
Escolta: señora suba al coche con sus asistentes, a mi jefe se le pasara rápidamente el enfado, ¿cuál es el precio que le va a pagar por embarazarla?
Sharifa reina del planeta: por el agravio recibido qué te parece 50 millones de créditos, pero solo si me embaraza, cuando lo haga no le recomiendo que se deje montar por otra hembra de esta ciudad.
Escolta: de acuerdo, vamos a comer, mi señor ha traído comida para todos, tiene un lugar para poderse lavar sin que lo molesten.
Sharifa reina del planeta: le daré otros 25.000 créditos si nos lleva de excursión de trabajo así puedo conocer mejor a tu señor.
Escolta: creo que es algo que considero justo.
Sharifa reina del planeta: ¿él no habla?
Escolta: cuando se asee, está en mucha tensión, le ha costado mucho esfuerzo no apiolar a ninguna de sus guardianas.
Vi a las guardianas y la reina sonreír.
Sharifa reina del planeta: son muchas guardianas.
Escolta: hace dos días se enfrentó a 2.000 cazadoras que comenzaron a lanzarle sus lanzas para matarlo y cuando habían 400 con el hombro dolorido tiradas en el suelo llorando de dolor dejaron de lanzarle lanzas, si en vez de mandar las lanzas de ojo ciego las hubiese mandado de punta habrían 400 cazadoras muerta, ayer mañana mato a la diosa del lago a primera hora de la mañana, ¿de verdad crees que 50 guardianas son mejores que 400 cazadoras? o ¿crees que tus 50 guardianas hubiesen apiolado a la diosa del lago?
Sharifa reina del planeta: ¿la diosa del lago está muerta?
Escolta: si, si tu servicio de información no te ha informado de una cosa como esa es para matarlos.
Escolta: señor suba al coche que la comida se enfría, subir todos y así llegamos antes.
Cuando todos estábamos arriba arranco el coche en dirección hacia las oficinas.
Guardiana 1: ¿qué parte de esperar que compruebe la invitación no entendéis?
Guardiana 2: había que registrar el coche.
Guardiana 1: ¿he dicho yo que hubiese que hacerlo?, ¿de quién ha sido la idea de meterle mano a su miembro viril?
Guardiana 4: en principio me pareció una buena idea.
Guardiana 1: como la jefa no monte a ese macho algunas lo vais a pasar muy bien en la zona de vigilancia de las semillas si no termináis en alta mar, anda ve y cúrate las heridas, te podía haber muerto, creí que lo haría, lo he visto vacilar, pero finalmente solo te ha lanzado.
Guardiana 6: que era lo que llevaba el macho para impedir que lo dejáramos aturdido.
Guardiana 1: más bien muerto, algunas habéis agotado la carga disparándole, es un escudo, es el primero que veo, pero había oído hablar de él, para cualquier tipo de arma.
Guardiana 6: ¿crees que la historia de las cazadoras es verdad?
Guardiana 1: si, mi primer macho me cuenta todos los cotilleos de la zona y esa cacería me la conto anoche, estaban cazado mamuts cuando sucedió ese arrebato por parte de las cazadoras, después las amenazo con clavarle la lanza en el muslo a la que le lanzara la lanza y dejarlas allí para que se las llevaran los mamuts, creí que era un cuento de machos dominados, pero me parece que no.
Llegamos a la puerta de las oficinas un macho me acompaño a la zona de aseos, entre en un privado comprobé que no me espiaban y me traslade a mi ático, entre al privado unos 10 minutos, cuando salí me lavaron las dos robos muy bien, me dieron otra ropa parecida y unos zapatos más agrestes, de nuevo me traslade al privado de la empresa y salí al pasillo donde el macho seguía esperándome.
Me acompaño a una especie de comedor donde mi escota ya había puesto una mesa ovalada, colocándome en el lado contrario de la reina, me señalo el sitio de ella la agarre suavemente del brazo, le retire la silla y se la puse para que se sentara, después de sentarla me senté en mi sitio.
Escolta: espero que les guste la comida que mi señor ha preparado para comer todos, esto que estoy repartiendo es pan, es un complemento bastante alimenticio para el ganso con patatas, las jarras de agua contienen una bebida muy acorde con esta comida, él lo llama vino rosado, hay de sobra, si veo que falta me acerco al coche y traigo más, el plato fuerte es esta ave que él llama ganso, pueden comerla con los dedos con estos artilugios que él llama cuchillo y tenedor.
Me di cuenta que las aves ya las tenía troceadas, fue colocando en los platos los trozos rápidamente con los gustos de cada uno, echando un poco de grasa, sirvió primero a la reina y después a mí, dejando claro a quien tenía más respeto, cuando todos estuvieron servidos tome los cubiertos y comencé a comer, de vez en cuando echaba en mi plato un poco de pan para sopar la grasa, el ganso estaba en su punto muy jugoso, las patatas con aquella grasa estaban de fin y el pan me sabia a gloria cada vez que rebañaba el plato con el tenedor, no hablo nadie durante la comida, mi macho fue sirviendo el zumo aquel con sabor a vino pero sin alcohol, cuando ella termino de comer, se había comido dos plato, bueno, todos habíamos repetido.
Sharifa reina del planeta: ¿puedo preguntarte ya?
Extranjero: señora siempre ha podido preguntarme, pero el protocolo me impedía hablar si usted no me hablaba.
Sharifa reina del planeta: ¿y eso por qué?
Extranjero: señora, por ser vos quien sois.
Sharifa reina del planeta: ¿sabes quién soy?
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Subimos a la planta baja.
Extranjero: ¿qué hay encima?
Primer macho: nadie lo sabe, el ascensor no pasa de esta planta, según dicen está protegido por un campo de fuerza.
IA-hija: es una sala de control de la ciudad, la he llenado de hologramas de trabajo, además, es un edificio de comunicaciones planetario, no te preocupes, no es nada peligroso.
Kesi hija de Halima: ¡Alulim!
Extranjero: espera un momento, te digo, tu primer macho va hacer un encargo a la casa del saber, ve rápido y no tardes, si para cuando vuelvas no estoy, coloca las recetas en los tres mostradores, pero sal ya.
Miro a su dominante y esta asintió con la cabeza.
Extranjero: ahora dime lo que quieres.
Kesi hija de Halima: ¿qué hacías con mi primer macho?
Extranjero: cosas de machos, criticar a las dominadoras.
Kesi hija de Halima: eso lo supongo, pero que hacías realmente.
Extranjero: pues hablar de negocios para la familia, ver las semillas, veo que muchas están a 30 días de vencerse, ¿qué hacéis con las que están a punto de vencer?
Kesi hija de Halima: las devuelvo a casa para que las aves se las coman.
Extranjero: he visto que hay una gran cantidad este viaje, voy a ver si soluciono ese tema, ya lo hemos solucionado en los valles.
Kesi hija de Halima: ¿cómo lo has solucionado?
Extranjero: recolectando lo que se tiene que recolectar y sacando las legumbres de sus vainas y otras cosas más que le dicen a tu abuela lo que tiene que hacer.
Kesi hija de Halima: ¿a qué has mandado a mi primer macho?
Extranjero: a traer en el material más barato que imprima en el centro del saber las recetas para cocinar los diversos platos, creo que con un billete de 5 créditos tendrá bastante.
Kesi hija de Halima: ¿le has dado 5 créditos?, tú estás loco, que manera de desperdiciar el dinero.
Obvie su comentario.
Extranjero: ¿te quedan galletas?
Kesi hija de Halima: no, la gente se las ha llevado todas, se ha corrido la voz muy rápidamente, han venido de la competencia a llevarse una bolsa de cada.
Extranjero: bueno, eso significa que ha llegado a la otra parte de la ciudad que tenemos un producto muy bueno y no muy caro.
Kesi hija de Halima: me han preguntado por lo que comías, he llamado a mi abuela y me ha dicho que es una receta fabricada con harina de trigo y que es cosa tuya.
Extranjero: toma, un bocadillo para ti y otro dos para tus dos hermanas, son de pescado a la plancha, disfrutarlos.
Kesi hija de Halima: ¿te marchas?
Extranjero: sí, quiero comer con la jefa de la competencia.
Kesi hija de Halima: ¿puedo pedirte un favor?
Extranjero: si puedes utilizar el camión, las llaves siguen puestas, pero que lo conduzca tu primer macho, es al único que le va hacer caso aparte de vosotras, supongo que tu otra hermana viene con la mercancía.
Kesi hija de Halima: sí.
Extranjero: darles unas bolsas de las más baratas a los machos, así no sentirán que los dejáis sin probarlas y no tendrán la tentación de robarlas.
Kesi hija de Halima: dónde vas está muy lejos.
Extranjero: lo sé, vienen a recogerme, por cierto, echarle aceite al depósito y no dejármelo vacío y déjate un cilindro del mejor aceite para comer vosotros, el aceite de los valles es de los mejores que he probado, es un sacrilegio utilizarlo como combustible para los vehículos.
Me la deje plantada donde estaba saliendo rápidamente a la calle donde el coche ya me estaba esperando, aquel coche era de 20 plazas como mínimo.
Extranjero: ¿sabes dónde va a comer?
Escolta: sí señor, va a comer sola en su despacho.
Extranjero: ¿por qué este coche?
Escolta: su consejo de administración son 14 personas entre hombres y mujeres si se llevan 4 machos y nosotros dos somos los 20 que es lo máximo legal que puedo transportar, el coche puede salvar cualquier contratiempo, es un todo terreno en toda regla, incluso puede navegar sobre cualquier tipo de agua y lodo.
Extranjero: ¿qué problema tienen?
Escolta: exceso de cosechar como en los valles, me es ya preocupante su situación, sus “calvas” son enormes.
Extranjero: entiendo, ¿cómo ha podido esta gente retroceder tanto en tantas cuestiones?
Escolta: las coronas dan miedo a mucha gente, bueno, a la mayoría de ellos, leer exige mucho tiempo, si le sumas que sus abuelos y padres vincularon tecnología con guerra, destrucción y fin pues tienes la receta.
Extranjero: ¿no hay señoras de la guerra?
Escolta: el sistema de reinas impide en gran medida eso, pero he sacado en el último año algunas señoras y señores de la guerra del planeta dejándolos para conquistar un planeta vacío, oye, se han enfriado todos y bastante tienen con cazar, como para guerrear, como no hay a quien robarles pues se lo pasan muy bien tratando de sobrevivir, los he puesto a todos en el mismo planeta para no guarrear los otros, pero además en las zonas más alejadas de la antigua civilización.
Extranjero: eres muy malvada, ¿cómo entro?
Escolta: te he concertado una cita como macho, le he dicho que tienes en la ciudad de la isla de la laguna salada 10 hembras embarazadas, te tengo que acompañar, el maletero lo llevo llenos de galletas, empanadillas y la comida de hoy, asado de ganso con patatas.
Extranjero: ¿cómo es eso?
Escolta: esta mañana tus cazadoras se han llevado a todos los semilleros a cazar gansos, han cazado muchos por lo que la jefa de cocina después de que hubiesen cargado el barco los ha agasajado con ese manjar, no veas las caras de felicidad que tienen en este momento los machos.
Extranjero: han ido a cazar las mayores con ellas.
Escolta: no, han salido a cazar lo que tu llamas fifís, de momento no han encontrado la manada, están cerca pero se les va a hacer tarde, creo que comenzaran a cazarlos después de comer al medio día, van a llegar a casa de noche.
Extranjero: ¿cuánto has robado?
Escolta: llevo dos en el maletero y dos panecillos de 250grs para cada uno, le he dejado 1 crédito como pago.
Extranjero: ¿tú comes?
Escolta: no, soy tu primer macho y solo como en privado.
Extranjero: mejor, así menos explicaciones.
Llegamos al edificio donde había una especie de garita de entrada, parecía el cuartel militar, habrían sobre 50 mujeres armadas con aturdidores y un machete enorme de acero y muy afilado.
Mi escolta bajo la ventanilla.
Guardiana 1: ¿dónde se supone que vais?
Escolta: tenemos cita con la señora Sharifa.
Guardiana 2: pueden bajar un momento mientras mi compañera comprueba su invitación.
Vi que desparecían todas mis armas y aparecían en mi ático, bajamos los dos.
Cuando estuvimos los dos fuera se quedaron mirándonos, se acercaron dos guardias más y nos sobaron a base de bien.
Guardiana 2: ¿pueden abrir las puertas?
Se asomaron dentro escarbando todos los lugares en los que se podían guardar armas.
Guardiana 2: por favor ahora me abren el maletero.
Escolta: si señora, pero ahí si hay cuchillos y tenedores, es la comida para mi señor y sus invitados, rogaría no tocaran nada, a mi señor no le gusta que nadie le toque la comida.
Guardiana 2: veras macho, aquí la que dice lo que se puede hacer o no soy yo.
Extranjero: veras, no sé a qué viene toda este control, si quisiera apiolar a tu jefa no necesito nada más que mis manos, llama a tu jefa y dile que cuando este más receptiva que me llame, no aguanto todas estas tonterías.
Baje la puerta del maletero, cerré las puestas con suavidad y le dije a mi escolta.
Extranjero: la próxima vez que me conciertes una cita que sea sin tantas escoltas, sube al coche que nos vamos.
Cerramos las puertas del coche y dimos la vuelta para salir, baje del coche y les dije.
Extranjero: por favor me abrís la puerta para salir o trato de salir atraves de ella.
Guardiana 2: de aquí no te marchas hasta que yo te lo diga.
Mientras me agarro del brazo para reducirme, le aplique una “llave” de guerra, la levante por encima de mi cabeza y la lance a 20 metros quedando toda dolorida sobre el suelo, abrí mi escudo y este recibió todos los disparos de los aturdidores.
A esto que llego corriendo la guardiana diciendo que dejaran de disparar.
Guardiana 1: ¿quién ha sido la que ha dado la orden de disparar?, la jefa lo ha visto todo y está indignada por el trato que le hemos dado a su invitado.
Extranjero: quiero marcharme, ¿me abrís la puerta por favor?
Guardiana 1: tengo orden de no dejarte salir hasta que no hables con mi jefa.
Escolta: señor le rogaría que se calmara, la señora Sharifa ofrece 20 millones de créditos al macho que la embarace, no quisiera que por marcharse usted esa guardiana que ha dejado usted dolorida fuese mandada apiolar.
Las vi a todas poner se pálidas, era un macho procreador de los que embarazaban a mujeres de alto poder, además disponía de un escudo de los que impedían a los aturdidores hacer efecto, y lo peor, sabia luchar.
La vi llegar con sus consejeras a la carrera, venia todas azotadas.
Sharifa reina del planeta: buenas, nos disponíamos a comer, espero que no quiera seguir queriéndose marchar.
Extranjero: buenas, no tengo costumbre que las hembras me manoseen mi miembro viril si pagar, no tengo costumbre que traten de pegarme, no tengo costumbre que me traten de apiolar, si no quería que tuviésemos esta conversación con un “no gracias” me hubiese sobrado, puede que este tipo de recibimientos sean del agrado de otros machos, no es mi caso.
Escolta: señora suba al coche con sus asistentes, a mi jefe se le pasara rápidamente el enfado, ¿cuál es el precio que le va a pagar por embarazarla?
Sharifa reina del planeta: por el agravio recibido qué te parece 50 millones de créditos, pero solo si me embaraza, cuando lo haga no le recomiendo que se deje montar por otra hembra de esta ciudad.
Escolta: de acuerdo, vamos a comer, mi señor ha traído comida para todos, tiene un lugar para poderse lavar sin que lo molesten.
Sharifa reina del planeta: le daré otros 25.000 créditos si nos lleva de excursión de trabajo así puedo conocer mejor a tu señor.
Escolta: creo que es algo que considero justo.
Sharifa reina del planeta: ¿él no habla?
Escolta: cuando se asee, está en mucha tensión, le ha costado mucho esfuerzo no apiolar a ninguna de sus guardianas.
Vi a las guardianas y la reina sonreír.
Sharifa reina del planeta: son muchas guardianas.
Escolta: hace dos días se enfrentó a 2.000 cazadoras que comenzaron a lanzarle sus lanzas para matarlo y cuando habían 400 con el hombro dolorido tiradas en el suelo llorando de dolor dejaron de lanzarle lanzas, si en vez de mandar las lanzas de ojo ciego las hubiese mandado de punta habrían 400 cazadoras muerta, ayer mañana mato a la diosa del lago a primera hora de la mañana, ¿de verdad crees que 50 guardianas son mejores que 400 cazadoras? o ¿crees que tus 50 guardianas hubiesen apiolado a la diosa del lago?
Sharifa reina del planeta: ¿la diosa del lago está muerta?
Escolta: si, si tu servicio de información no te ha informado de una cosa como esa es para matarlos.
Escolta: señor suba al coche que la comida se enfría, subir todos y así llegamos antes.
Cuando todos estábamos arriba arranco el coche en dirección hacia las oficinas.
Guardiana 1: ¿qué parte de esperar que compruebe la invitación no entendéis?
Guardiana 2: había que registrar el coche.
Guardiana 1: ¿he dicho yo que hubiese que hacerlo?, ¿de quién ha sido la idea de meterle mano a su miembro viril?
Guardiana 4: en principio me pareció una buena idea.
Guardiana 1: como la jefa no monte a ese macho algunas lo vais a pasar muy bien en la zona de vigilancia de las semillas si no termináis en alta mar, anda ve y cúrate las heridas, te podía haber muerto, creí que lo haría, lo he visto vacilar, pero finalmente solo te ha lanzado.
Guardiana 6: que era lo que llevaba el macho para impedir que lo dejáramos aturdido.
Guardiana 1: más bien muerto, algunas habéis agotado la carga disparándole, es un escudo, es el primero que veo, pero había oído hablar de él, para cualquier tipo de arma.
Guardiana 6: ¿crees que la historia de las cazadoras es verdad?
Guardiana 1: si, mi primer macho me cuenta todos los cotilleos de la zona y esa cacería me la conto anoche, estaban cazado mamuts cuando sucedió ese arrebato por parte de las cazadoras, después las amenazo con clavarle la lanza en el muslo a la que le lanzara la lanza y dejarlas allí para que se las llevaran los mamuts, creí que era un cuento de machos dominados, pero me parece que no.
Llegamos a la puerta de las oficinas un macho me acompaño a la zona de aseos, entre en un privado comprobé que no me espiaban y me traslade a mi ático, entre al privado unos 10 minutos, cuando salí me lavaron las dos robos muy bien, me dieron otra ropa parecida y unos zapatos más agrestes, de nuevo me traslade al privado de la empresa y salí al pasillo donde el macho seguía esperándome.
Me acompaño a una especie de comedor donde mi escota ya había puesto una mesa ovalada, colocándome en el lado contrario de la reina, me señalo el sitio de ella la agarre suavemente del brazo, le retire la silla y se la puse para que se sentara, después de sentarla me senté en mi sitio.
Escolta: espero que les guste la comida que mi señor ha preparado para comer todos, esto que estoy repartiendo es pan, es un complemento bastante alimenticio para el ganso con patatas, las jarras de agua contienen una bebida muy acorde con esta comida, él lo llama vino rosado, hay de sobra, si veo que falta me acerco al coche y traigo más, el plato fuerte es esta ave que él llama ganso, pueden comerla con los dedos con estos artilugios que él llama cuchillo y tenedor.
Me di cuenta que las aves ya las tenía troceadas, fue colocando en los platos los trozos rápidamente con los gustos de cada uno, echando un poco de grasa, sirvió primero a la reina y después a mí, dejando claro a quien tenía más respeto, cuando todos estuvieron servidos tome los cubiertos y comencé a comer, de vez en cuando echaba en mi plato un poco de pan para sopar la grasa, el ganso estaba en su punto muy jugoso, las patatas con aquella grasa estaban de fin y el pan me sabia a gloria cada vez que rebañaba el plato con el tenedor, no hablo nadie durante la comida, mi macho fue sirviendo el zumo aquel con sabor a vino pero sin alcohol, cuando ella termino de comer, se había comido dos plato, bueno, todos habíamos repetido.
Sharifa reina del planeta: ¿puedo preguntarte ya?
Extranjero: señora siempre ha podido preguntarme, pero el protocolo me impedía hablar si usted no me hablaba.
Sharifa reina del planeta: ¿y eso por qué?
Extranjero: señora, por ser vos quien sois.
Sharifa reina del planeta: ¿sabes quién soy?