Capítulo XIV
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Jefa de cocina: esas cosas no se dicen en público, solo se hablan en privado.
Hice como miraba para todos los sitios y vi a media docena de viejos machos riéndose.
Extranjero: creo suegra que estamos en privado, más o menos todos sois familia o trabajadores de mi esposa.
Jefa de cocina: ¡hija!, como tu esposo me vuelva a llamar suegra le doy una paliza hasta matarlo.
Ignore su enfado, eche las patata dentro de la cazuela y la tape, me fui donde tenían las “palas” de madera y los coladores de acero inoxidable, me traje a la mesa donde estaba cocinando ambas cosas, aquella era una cocina bien equipada, pero que muy bien equipada.
Mientras se freían las patatas busque una especie de sartén de dos asas, le eche un poco de aceite, la deje en espera hasta que las patatas se frieran, mi IA-hija me señalo donde estaban las coronas de cocina, me subí con una escalera a la parte más alta de aquella especie de cajonera de 25 metros de altura, abrí un cajón, saque una de las coronas colocándomela en la cabeza, estaba descargada pero la batería estaba en buena forma, era de las coronas que fabricaron los primeros colonos del planeta de la raza de los antiguos, años antes de la invención de los chips de comida, tenía razón mi IA-hija, el planeta estaba muy bien surtido de todo, pero lo único que no tenía era una IA-planetaria y eso era ella ahora, la nueva IA-planetaria.
Todos habían seguido mi periplo hasta la corona, baje con la corona puesta sin hacerle caso a nadie, a las patatas le faltaban poco para terminar, seguí batiendo el huevo, cuando termine busque un plato de piedra en la cocina, vi donde estaban, tome tres de ellos, la jefa de cocina no paraba de seguirme con la mirada, vi que las patatas estaba ya hechas, puse la sartén para cuajar la tortilla, fui sacando las patatas a otra cazuela con el colador, saque todas las patatas echándolas en la cazuela vacía, cuando termine, apague el fuego de inducción, eche parte de las patatas en la sartén, las justas para hacer una tortilla de patatas de un huevo, saque de mi mochila un tarrito de sal que siempre llevaba conmigo, le eche al huevo la cantidad justa, le eche también a las patatas de la sartén, a las de la cazuela les eche un espolvoreado muy fino, probé una de ellas, aquello si era comida decente.
Levante la mirada, vi que ponían cara de ardor de estomago, no dije nada, tome el huevo batido, lo aboque sobre las patatas, con la pala de madera fui repartiéndolo, cuando se cuajó le di la vuelta y termine de cuajarla por el otro lado, en contra de mi religión y por consejo de mi IA-hija, la deje bien cuajada, la eche sobre el plato y espere a que se enfriara, apague el fuego de inducción, me volví a la jefa semillera, le dije mientras le daba una patata con las manos.
Extranjero: cariño, prueba una de estas y veras que buenas que están.
Halima jefa semilleras: Alulim, ¿de verdad quieres que me coma eso?
Puse cara de macho adorable.
Extranjero: claro que si esposa mía, se está formando ya el huevo en tu tripita y mis hijos necesitan que comas algo sólido y bien alimenticio, no pretenderás que le falte cascara al huevo para que se queme su delicada piel con el sol.
Jefa de cocina: eres un macho zascandil, estas chantajeado a mi hija para que se coma esa porquería.
Deje la patata frita en un plato, me acerque a ella, la atraje hacia mí, le di un beso suave en la boca y le dije.
Extranjero: veras progenitora de mi esposa, soy un macho que quiere que todos sus hijos vivan, yo no quería embarazar a tu hija porque con tus nietas me sobraba, pero ya que me obligo a hacerlo, justo es que cuide bien del huevo que le he dado, y ese huevo está en una hembra mayor por lo que necesita comer más, porque no es como mis otras esposas jóvenes, ella ya tiene el huevo formado y creciéndoles en su barriga, por lo que tiene que comer más para que ese huevo llegue a nacer perfecto, de eso te vas a encargar tú, de que mis esposas mayores coman de esta comida hoy, ¿te ha quedado claro?
La vi mirarme con miedo, nunca un macho se había atrevido a tratarla así, con suavidad pero con firmeza, para ella era uno de esos machos de los que había oído hablar, de los que eran capaces de hasta apiolar para que sus hijos nacieran, seguro que me había quedado hasta que todas tuviesen una hija mía.
Me volví hacia la jefa de semilleras, le di un beso apasionado y le dije al oído.
Extranjero: y ahora cariño comete lo que te ofrezca, no me hagas obligarte a comer, no quiero que pierdas el huevo.
Me miro, se comió la patata que le volví a ofrecer, partí la tortilla en ocho trozos, me comí un trozo, le ofrecí otro a ella que probo primero con ardor de estomago pero termino comiéndoselo con ansia viva, tome uno trozo antes de que se comiera todos y se lo di a la jefa de cocina.
Extranjero: toma, comételo antes de que tu hija se los coma todo.
La mire fijamente, cambio su tonalidad de piel al tonalidad marrón oscuro que era el de miedo y ardor de estomago, pero se comió aquello poco a poco hasta terminarlo.
Me fui de nuevo a la zona de las muestras tome varias frutas, volví y le dije a la jefa de cocina.
Extranjero: vas a machacar la cascara de tres bemoles después de sacarle el contenido de dentro y se lo vas a mezclar con el zumo de estas tres frutas, quiero que mi esposa se lo tome, como progenitora ese es tu trabajo, es muy mayor y necesita este aporte, pero antes vas a lavar los bemoles bien con agua de la fuente de beber, finalmente los vas a meter con agua y el zumo de esta fruta para desinfectarlos, luego los abres, machacas las cascara hasta polvo, la mezclas con el zumo de estas tres frutas y le das a beber ese zumo, el interior del huevo lo dejas para batirlo para hacer una tortilla de patatas que es como yo llamo a esta comida, quiero todas las cascaras desinfectas a polvo para venderlo en la población para las embarazadas, te acordaras de seguir lo que te ordeno y como he hecho esta comida, pues quiero esta comida para la comida de media mañana para todos los trabajadores de esta empresa, ¿tienes alguna duda?
Jefa de cocina: no, la verdad que está muy buena esa comida, pero lo has hecho con aceite para motores de vehículos de ciudad, ¿estás seguro que no sera venenoso?
Extranjero: ¿de verdad crees que quiero que tu hija no cuaje el huevo?
Jefa de cocina: no, creo que eres de esos machos que eres capaz de apiolar para conseguir que tus hijos vivan.
Extranjero: tú lo has dicho mujer, no yo.
Extranjero: ¡tú!, esposa, quédate sentada ahí y que no te vea comer nada más, no quiero que tires la comida que te has comido, ¿has vomitado ya?
Halima jefa semilleras: no, no tenía nada que vomitar, pero si tenía mucha angustia, se me había olvidado esta fase del embarazo.
Le di otro beso mimándola.
Extranjero: ¿fuiste feliz mientras te embarazaba?
De nuevo se puso a cambiar de colores, pero no dijo nada.
Extranjero: tomaré tu vergüenza juvenil como un sí, ¡jefa!, que su hija no coma nada más, que se beba todo el zumo, marcho por la otra parte de la comida de media mañana, cuando venga tenemos que hablar los dos asolas de tu formación de cocinera jefe.
La vi cambiar de colores y no precisamente de vergüenza, más bien de ira, se estaba poniendo de tonalidad rojo violeta, salí rápidamente de allí, la hembra estaba a punto de saltar sobre mí para pegarme, cuando reacciono ya estaba a bastante distancia, había salido corriendo como alma que lleva el diablo, los machos viejos estaban riendo a carcajadas.
Jefa de cocina: ¿vosotros de que os reis?
Viejo macho: esposa, ese macho es un macho como debe de ser, te he visto hasta excitarte cuando te ha besado, te caían fluido por tus piernas cuando te ha besado.
No se lo pensó, salto sobre él se desnudó, lo desnudo con rabia y deseo, lo monto en el suelo de la cocina con furia, los otros machos salieron en su ayuda, lo ayudaron a rebajar el nivel de excitación de su esposa.
Las hijas estaban sorprendidas del arrebato sensual de su progenitora, iban a intervenir y dijo la jefa de semilleras.
Halima jefa semilleras: dejar a progenitora tranquila, que necesita ese placer, ese macho te envenena la mente, luego os contare como me sentí anoche, pero ahora quiero que hagáis esa comida para todos los trabajadores, llevarse unos machos que traigan de todo lo que haga falta y otros a hacer la comida, creo que hoy comeremos todos mejor de lo esperado, la verdad que no lo he querido reconocer delante de él, pero la comida estaba buenísima, ¡a trabajar!
Mientras la segunda de cocina daba las órdenes pertinentes, la jefa de semilleras miraba a su progenitora y sus machos, se lo estaban pasando muy bien y las risas de los machos dominados eran bastante socarronas, daba por seguro de que antes de que terminara el día todos los machos dominados de la población sabrían lo que había pasado, sobre todo como se había puesto de juvenil su vieja progenitora, claro que lo que le había pasado a la progenitora de la reina era ya la comidilla de la población, ya lleva dos madres de sus últimas esposas recibiendo atenciones de machos a pesar de su edad, 20 jóvenes machos se habían necesitado para que la calmaran, este macho itinerante estaba generando muchos momentos besugos, era muy poco convencional, le daba lo mismo si eran mujeres antiestéticas, primeros machos, madres de las esposas, o las abuelas de estas, a todas las dejaba enardecidas y algunas embarazadas aun cuando no deberían de estarlo.
Las vi despellejándome vía críticas, y como acompañaban a las otras tres viejas esposas un macho a la zona de cocinas, vi que ordenaba que les dieran los mismo que a ella mientras veían con estupor como la vieja hembra era montada por sus 6 viejos machos.
Llegue casi a la carrera donde estaba el molino, el primer macho ya tenía el cereal encargado preparado, deje la corona sobre una especie de mesa de piedra que le daba el sol, necesitaría mínimo una hora para cargar lo suficiente para estar operativa.
Primer macho semillero: señor, ya estamos listos para lo que necesite, todo lo que ha pedido ya está preparado, he enviado una buena cantidad de esa fruta a las cocinas, me preguntan los machos que es lo que vamos a comer, pues dicen que te han llevado el aceite de motor y que es para comer.
Extranjero: si, una de las cosas que vas a comer es ese aceite de motor, pero tranquilo que no es peligroso, bueno si, pero porque engoradas si comes mucho.
Primer macho semillero: ¿vamos a comer aceite de motor?
Extranjero: si, pero una cosa muy pequeña, yo lo he probado, es el mejor que he probado en bastante tiempo, además, tu jefa ya ha comido la comida que vais a comer como comida de media mañana, dile a todos que cuidado con comerse la comida de otros, no pedir más de lo que os pongan, pues solo con eso que os van a poner para comer, hay machos que pasan dos días trabajando y no tienen necesidad de comer más, ¿llevas la llave del molino?.
Primer macho semillero: sí señor, ¿ha dicho que mi dominante ya está en la cocina?
Extranjero: si, podrás ir a verla y montarla cuando terminemos de hacer lo que hemos venido hacer, pero no la montes ahora, espérate a que se vayan las otras hembras, es de mala educación hacerlo delante de otras hembras embarazadas que no tienen a sus primeros machos aquí, en caso de habérselos traído podrás montarla.
Primer macho semillero: así lo hare señor.
Abrió el molino, le tome la llave y me fui a una puerta que no sabía que estaba allí, la abrí, analice aquello y vi que estaba bien limpio, un sistema de aire a presión limpiaba hasta la última mota de polvo, en la zona de molienda de aceite la limpieza la hacía el agua a presión, los sistemas de limpieza comenzaban a funcionar cuando se cerraban las puertas, los desechos sólidos eran trasportados por una especie de tuberías con tornillos sinfín a la zona de las aves donde estas se comía la seca pulpa de forma ambiciosa, el sistema era bastante eficiente, ahora entendía porque metían la trabajo manual recién cortada en el molino por la parte de fuera, esta eran convertida en una especie de pienso tierno que caía en el valle de las aves, todo estaba diseñado para reciclarse, hasta las agua fecales de la población eran recicladas para abonar estos valles, a pesar de la comida que se estropeaba producían suficiente como para exportar a las ciudades donde sus hijas hacían de intermediarias, las cuales perdían parte de la cosecha al llenárseles de brotes, hasta las legumbres se les estropeaban por no sacarlas de las vainas para secarlas al sol, las vainas eran verdaderas esponjas absolvedoras de humedad ambiental.
Primer macho semillero: señor no sabía que eso existía, ¿cómo lo sabía usted?
Mentí a medias.
Extranjero: como este molino existen muchos, ya he estado en muchos de ellos, que llenen las mochilas del polvo que va a salir, es el grano molido, que no me mezclen los granos salvo los que voy a decir yo, el grano se echa por aquí y sale por este tubo de aquí, ¿has traído lo que te he dicho?
Primer macho semillero: sí señor, he quitado unos hombres de trabajar para traer de cada semilla lo que me has pedido, también han traído mochilas nuevas por si hacen falta, ya no están todos porque los he mandado a trabajar.
IA-hija: han traído más bolas de levadura de la que hacen falta, que echen un de levadura por cada 20 de trigo, no te preocupes, la maquina la va a mezclar bien, tienes una palanca para mezclar, bájala, no va a salir nada hasta que la subas, echa primero todo el trigo panificable con las bolitas.
Extranjero: escúchame bien, creo que has traído más semillas de esas bolitas de las que te he encargado, pero es igual, mañana cuando hagas este trabajo ya las tendrás aquí, de esta semilla hay que echar 20 mochilas de este trigo por cada una de bolitas, hazlo tú y veo cómo lo haces.
Comenzó el trabajo y cuando todo estuvo dentro me miro y mire la palanca, se puso a llenar mochilas hasta que termino de salir.
Extranjero: no hemos terminado, pon una mochila y baja esta palanca que es la de limpieza del sistema, si no la bajas lo que hay en dentro terminara en la zona de las aves como comida de estas cuando cierres la puerta.
Primer macho semillero: no sabía eso señor.
Hizo lo que le había dicho, lleno media mochila más y subió ambas palancas.
Extranjero: has hecho bien, para el resto de semillas conforme vayan moliéndose ira saliendo su polvo o harina, yo lo llamo harina, procura tener identificada cada cosa para que en cocina no se equivoquen, cada semilla tiene una función, ¿hay niños pequeños?
Primer macho semillero: no señor, están en la población, esto es muy peligroso.
Extranjero: les lleváis la comida o se la hacen en la población.
Primer macho semillero: se la hacen en la población las madres que faltan, las hembras van rotándose menos la jefa de cocina, que es la progenitora de mi jefa, lleve cuidado con ella que tiene fama de haber muerto muchos machos de todo tipo.
Extranjero: cuando termines, cargas las mochilas en trineos y las llevas a la cocina, pero ahora necesito que mandes estas con el segundo macho, este trabajo quiero que lo hagas tú y que cada mochila lleve una pequeña mochila con la muestra de que semilla es, ¿me has entendido?
Primer macho semillero: sí señor, una mochila lo más pequeña posible para que se sepa de qué semilla se ha sacado la harina.
Extranjero: exacto, cuanto termines de molerlo todo dejas las palancas a su sitio y cierras la puerta con llave.
Asintió con la cabeza, dio las órdenes para que cargaran la harina y salimos rápidamente para cocina, faltaba una hora para la comida de medio mañana, jorobar, se me habían pasado las 5 horas rápidamente, cuando pasamos por donde había dejado la corona de formación de cocina, la recogí y me la coloque en la cabeza, estaba cargada al 10%, pero funcionaba perfectamente, le dije a mi IA-hija que le llenara la memoria con recetas de cocina natural de mi gusto con el paladar de mi yo local, se habían modificado un poco para adaptarlas a las terminaciones nerviosas de sabor de mi nuevo cuerpo así como de las plantas y animales del planeta, la tortilla de patatas que me había comido y había encontrado buenísima a un humano del planeta tierra le hubiese parecido vomitiva por su sabor ligeramente amargo.
Me estaba volviendo más permisivo en según qué cosas, hasta me gustaba como me la chupaba mi primer macho, sabía que era una hembra con cuerpo de macho, parecía que me estaba “tirando” a un transgénero femenino, mi decadencia jovenlandesal-sensual ya era palpable.
Tardamos en llegar 10 minutos, esta vez había prisa, entramos a toda prisa, la jefa de cocina ya se había cambiado de ropa, mire a las madres de mis esposas y estaban criticándome, ya se les notaba la barriga, aquello iba de prisa, más de lo que yo creía, al paso que iban darían a luz la noche siguiente, mi hija había mezclado otras cositas en su mejunje para formar el huevo en condiciones, no les hice caso nada más que para saludarlas con la mano, me centre en la jefa de cocina.
Extranjero: ten enseño como se hace esto y lo vas preparando en vasijas de madera y lo tapas con paños de cocina, cuando estén terminadas, continuamos.
Jefa de cocina: de acuerdo, las tortillas de patatas como tus las llamas ya están hechas, hemos hecho patatas fritas por si los machos tienen más hambre.
Extranjero: vale, da las órdenes necesarias y que las ordenen por tiempo de terminación, para luego cocinarlas, manda un macho y que se quiten de trabajar una hora más tarde.
Le explique cómo se amasaba aquello, bueno, se hizo un corro amplio, subí la voz y se pusieron a ello, la verdad que los machos eran bastante rápidos a la hora de trabajar, vi mandar a uno de los machos y este salió a la carrera, se lo dijo al primer macho y cuando lo comunico hubieron algunas pequeñas protestas.
Jefa de cocina: Alulim, tus esposas quieren hablar contigo, sobre todo la reina y la hechicera, luego hablaremos de lo que quieres hablar conmigo, gracias por el beso, he retozado con mis seis esposos como si tuviese 30 años.
Me dirigí hacia ellas y me paro un viejo macho.
Viejo macho: a ver joven, ni se te ocurra besar de nuevo a mi esposa, nos ha dejado a los 6 esposos a punto de morir de agotamiento, como la beses de nuevo te atamos para que te monte ella a ti.
Lo mire con cara burlona y le dije
Extranjero: eres un viejo mentiroso, lo que quieres es que la bese de nuevo para disfrutarla como cuando tenías 30 años.
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Jefa de cocina: esas cosas no se dicen en público, solo se hablan en privado.
Hice como miraba para todos los sitios y vi a media docena de viejos machos riéndose.
Extranjero: creo suegra que estamos en privado, más o menos todos sois familia o trabajadores de mi esposa.
Jefa de cocina: ¡hija!, como tu esposo me vuelva a llamar suegra le doy una paliza hasta matarlo.
Ignore su enfado, eche las patata dentro de la cazuela y la tape, me fui donde tenían las “palas” de madera y los coladores de acero inoxidable, me traje a la mesa donde estaba cocinando ambas cosas, aquella era una cocina bien equipada, pero que muy bien equipada.
Mientras se freían las patatas busque una especie de sartén de dos asas, le eche un poco de aceite, la deje en espera hasta que las patatas se frieran, mi IA-hija me señalo donde estaban las coronas de cocina, me subí con una escalera a la parte más alta de aquella especie de cajonera de 25 metros de altura, abrí un cajón, saque una de las coronas colocándomela en la cabeza, estaba descargada pero la batería estaba en buena forma, era de las coronas que fabricaron los primeros colonos del planeta de la raza de los antiguos, años antes de la invención de los chips de comida, tenía razón mi IA-hija, el planeta estaba muy bien surtido de todo, pero lo único que no tenía era una IA-planetaria y eso era ella ahora, la nueva IA-planetaria.
Todos habían seguido mi periplo hasta la corona, baje con la corona puesta sin hacerle caso a nadie, a las patatas le faltaban poco para terminar, seguí batiendo el huevo, cuando termine busque un plato de piedra en la cocina, vi donde estaban, tome tres de ellos, la jefa de cocina no paraba de seguirme con la mirada, vi que las patatas estaba ya hechas, puse la sartén para cuajar la tortilla, fui sacando las patatas a otra cazuela con el colador, saque todas las patatas echándolas en la cazuela vacía, cuando termine, apague el fuego de inducción, eche parte de las patatas en la sartén, las justas para hacer una tortilla de patatas de un huevo, saque de mi mochila un tarrito de sal que siempre llevaba conmigo, le eche al huevo la cantidad justa, le eche también a las patatas de la sartén, a las de la cazuela les eche un espolvoreado muy fino, probé una de ellas, aquello si era comida decente.
Levante la mirada, vi que ponían cara de ardor de estomago, no dije nada, tome el huevo batido, lo aboque sobre las patatas, con la pala de madera fui repartiéndolo, cuando se cuajó le di la vuelta y termine de cuajarla por el otro lado, en contra de mi religión y por consejo de mi IA-hija, la deje bien cuajada, la eche sobre el plato y espere a que se enfriara, apague el fuego de inducción, me volví a la jefa semillera, le dije mientras le daba una patata con las manos.
Extranjero: cariño, prueba una de estas y veras que buenas que están.
Halima jefa semilleras: Alulim, ¿de verdad quieres que me coma eso?
Puse cara de macho adorable.
Extranjero: claro que si esposa mía, se está formando ya el huevo en tu tripita y mis hijos necesitan que comas algo sólido y bien alimenticio, no pretenderás que le falte cascara al huevo para que se queme su delicada piel con el sol.
Jefa de cocina: eres un macho zascandil, estas chantajeado a mi hija para que se coma esa porquería.
Deje la patata frita en un plato, me acerque a ella, la atraje hacia mí, le di un beso suave en la boca y le dije.
Extranjero: veras progenitora de mi esposa, soy un macho que quiere que todos sus hijos vivan, yo no quería embarazar a tu hija porque con tus nietas me sobraba, pero ya que me obligo a hacerlo, justo es que cuide bien del huevo que le he dado, y ese huevo está en una hembra mayor por lo que necesita comer más, porque no es como mis otras esposas jóvenes, ella ya tiene el huevo formado y creciéndoles en su barriga, por lo que tiene que comer más para que ese huevo llegue a nacer perfecto, de eso te vas a encargar tú, de que mis esposas mayores coman de esta comida hoy, ¿te ha quedado claro?
La vi mirarme con miedo, nunca un macho se había atrevido a tratarla así, con suavidad pero con firmeza, para ella era uno de esos machos de los que había oído hablar, de los que eran capaces de hasta apiolar para que sus hijos nacieran, seguro que me había quedado hasta que todas tuviesen una hija mía.
Me volví hacia la jefa de semilleras, le di un beso apasionado y le dije al oído.
Extranjero: y ahora cariño comete lo que te ofrezca, no me hagas obligarte a comer, no quiero que pierdas el huevo.
Me miro, se comió la patata que le volví a ofrecer, partí la tortilla en ocho trozos, me comí un trozo, le ofrecí otro a ella que probo primero con ardor de estomago pero termino comiéndoselo con ansia viva, tome uno trozo antes de que se comiera todos y se lo di a la jefa de cocina.
Extranjero: toma, comételo antes de que tu hija se los coma todo.
La mire fijamente, cambio su tonalidad de piel al tonalidad marrón oscuro que era el de miedo y ardor de estomago, pero se comió aquello poco a poco hasta terminarlo.
Me fui de nuevo a la zona de las muestras tome varias frutas, volví y le dije a la jefa de cocina.
Extranjero: vas a machacar la cascara de tres bemoles después de sacarle el contenido de dentro y se lo vas a mezclar con el zumo de estas tres frutas, quiero que mi esposa se lo tome, como progenitora ese es tu trabajo, es muy mayor y necesita este aporte, pero antes vas a lavar los bemoles bien con agua de la fuente de beber, finalmente los vas a meter con agua y el zumo de esta fruta para desinfectarlos, luego los abres, machacas las cascara hasta polvo, la mezclas con el zumo de estas tres frutas y le das a beber ese zumo, el interior del huevo lo dejas para batirlo para hacer una tortilla de patatas que es como yo llamo a esta comida, quiero todas las cascaras desinfectas a polvo para venderlo en la población para las embarazadas, te acordaras de seguir lo que te ordeno y como he hecho esta comida, pues quiero esta comida para la comida de media mañana para todos los trabajadores de esta empresa, ¿tienes alguna duda?
Jefa de cocina: no, la verdad que está muy buena esa comida, pero lo has hecho con aceite para motores de vehículos de ciudad, ¿estás seguro que no sera venenoso?
Extranjero: ¿de verdad crees que quiero que tu hija no cuaje el huevo?
Jefa de cocina: no, creo que eres de esos machos que eres capaz de apiolar para conseguir que tus hijos vivan.
Extranjero: tú lo has dicho mujer, no yo.
Extranjero: ¡tú!, esposa, quédate sentada ahí y que no te vea comer nada más, no quiero que tires la comida que te has comido, ¿has vomitado ya?
Halima jefa semilleras: no, no tenía nada que vomitar, pero si tenía mucha angustia, se me había olvidado esta fase del embarazo.
Le di otro beso mimándola.
Extranjero: ¿fuiste feliz mientras te embarazaba?
De nuevo se puso a cambiar de colores, pero no dijo nada.
Extranjero: tomaré tu vergüenza juvenil como un sí, ¡jefa!, que su hija no coma nada más, que se beba todo el zumo, marcho por la otra parte de la comida de media mañana, cuando venga tenemos que hablar los dos asolas de tu formación de cocinera jefe.
La vi cambiar de colores y no precisamente de vergüenza, más bien de ira, se estaba poniendo de tonalidad rojo violeta, salí rápidamente de allí, la hembra estaba a punto de saltar sobre mí para pegarme, cuando reacciono ya estaba a bastante distancia, había salido corriendo como alma que lleva el diablo, los machos viejos estaban riendo a carcajadas.
Jefa de cocina: ¿vosotros de que os reis?
Viejo macho: esposa, ese macho es un macho como debe de ser, te he visto hasta excitarte cuando te ha besado, te caían fluido por tus piernas cuando te ha besado.
No se lo pensó, salto sobre él se desnudó, lo desnudo con rabia y deseo, lo monto en el suelo de la cocina con furia, los otros machos salieron en su ayuda, lo ayudaron a rebajar el nivel de excitación de su esposa.
Las hijas estaban sorprendidas del arrebato sensual de su progenitora, iban a intervenir y dijo la jefa de semilleras.
Halima jefa semilleras: dejar a progenitora tranquila, que necesita ese placer, ese macho te envenena la mente, luego os contare como me sentí anoche, pero ahora quiero que hagáis esa comida para todos los trabajadores, llevarse unos machos que traigan de todo lo que haga falta y otros a hacer la comida, creo que hoy comeremos todos mejor de lo esperado, la verdad que no lo he querido reconocer delante de él, pero la comida estaba buenísima, ¡a trabajar!
Mientras la segunda de cocina daba las órdenes pertinentes, la jefa de semilleras miraba a su progenitora y sus machos, se lo estaban pasando muy bien y las risas de los machos dominados eran bastante socarronas, daba por seguro de que antes de que terminara el día todos los machos dominados de la población sabrían lo que había pasado, sobre todo como se había puesto de juvenil su vieja progenitora, claro que lo que le había pasado a la progenitora de la reina era ya la comidilla de la población, ya lleva dos madres de sus últimas esposas recibiendo atenciones de machos a pesar de su edad, 20 jóvenes machos se habían necesitado para que la calmaran, este macho itinerante estaba generando muchos momentos besugos, era muy poco convencional, le daba lo mismo si eran mujeres antiestéticas, primeros machos, madres de las esposas, o las abuelas de estas, a todas las dejaba enardecidas y algunas embarazadas aun cuando no deberían de estarlo.
Las vi despellejándome vía críticas, y como acompañaban a las otras tres viejas esposas un macho a la zona de cocinas, vi que ordenaba que les dieran los mismo que a ella mientras veían con estupor como la vieja hembra era montada por sus 6 viejos machos.
Llegue casi a la carrera donde estaba el molino, el primer macho ya tenía el cereal encargado preparado, deje la corona sobre una especie de mesa de piedra que le daba el sol, necesitaría mínimo una hora para cargar lo suficiente para estar operativa.
Primer macho semillero: señor, ya estamos listos para lo que necesite, todo lo que ha pedido ya está preparado, he enviado una buena cantidad de esa fruta a las cocinas, me preguntan los machos que es lo que vamos a comer, pues dicen que te han llevado el aceite de motor y que es para comer.
Extranjero: si, una de las cosas que vas a comer es ese aceite de motor, pero tranquilo que no es peligroso, bueno si, pero porque engoradas si comes mucho.
Primer macho semillero: ¿vamos a comer aceite de motor?
Extranjero: si, pero una cosa muy pequeña, yo lo he probado, es el mejor que he probado en bastante tiempo, además, tu jefa ya ha comido la comida que vais a comer como comida de media mañana, dile a todos que cuidado con comerse la comida de otros, no pedir más de lo que os pongan, pues solo con eso que os van a poner para comer, hay machos que pasan dos días trabajando y no tienen necesidad de comer más, ¿llevas la llave del molino?.
Primer macho semillero: sí señor, ¿ha dicho que mi dominante ya está en la cocina?
Extranjero: si, podrás ir a verla y montarla cuando terminemos de hacer lo que hemos venido hacer, pero no la montes ahora, espérate a que se vayan las otras hembras, es de mala educación hacerlo delante de otras hembras embarazadas que no tienen a sus primeros machos aquí, en caso de habérselos traído podrás montarla.
Primer macho semillero: así lo hare señor.
Abrió el molino, le tome la llave y me fui a una puerta que no sabía que estaba allí, la abrí, analice aquello y vi que estaba bien limpio, un sistema de aire a presión limpiaba hasta la última mota de polvo, en la zona de molienda de aceite la limpieza la hacía el agua a presión, los sistemas de limpieza comenzaban a funcionar cuando se cerraban las puertas, los desechos sólidos eran trasportados por una especie de tuberías con tornillos sinfín a la zona de las aves donde estas se comía la seca pulpa de forma ambiciosa, el sistema era bastante eficiente, ahora entendía porque metían la trabajo manual recién cortada en el molino por la parte de fuera, esta eran convertida en una especie de pienso tierno que caía en el valle de las aves, todo estaba diseñado para reciclarse, hasta las agua fecales de la población eran recicladas para abonar estos valles, a pesar de la comida que se estropeaba producían suficiente como para exportar a las ciudades donde sus hijas hacían de intermediarias, las cuales perdían parte de la cosecha al llenárseles de brotes, hasta las legumbres se les estropeaban por no sacarlas de las vainas para secarlas al sol, las vainas eran verdaderas esponjas absolvedoras de humedad ambiental.
Primer macho semillero: señor no sabía que eso existía, ¿cómo lo sabía usted?
Mentí a medias.
Extranjero: como este molino existen muchos, ya he estado en muchos de ellos, que llenen las mochilas del polvo que va a salir, es el grano molido, que no me mezclen los granos salvo los que voy a decir yo, el grano se echa por aquí y sale por este tubo de aquí, ¿has traído lo que te he dicho?
Primer macho semillero: sí señor, he quitado unos hombres de trabajar para traer de cada semilla lo que me has pedido, también han traído mochilas nuevas por si hacen falta, ya no están todos porque los he mandado a trabajar.
IA-hija: han traído más bolas de levadura de la que hacen falta, que echen un de levadura por cada 20 de trigo, no te preocupes, la maquina la va a mezclar bien, tienes una palanca para mezclar, bájala, no va a salir nada hasta que la subas, echa primero todo el trigo panificable con las bolitas.
Extranjero: escúchame bien, creo que has traído más semillas de esas bolitas de las que te he encargado, pero es igual, mañana cuando hagas este trabajo ya las tendrás aquí, de esta semilla hay que echar 20 mochilas de este trigo por cada una de bolitas, hazlo tú y veo cómo lo haces.
Comenzó el trabajo y cuando todo estuvo dentro me miro y mire la palanca, se puso a llenar mochilas hasta que termino de salir.
Extranjero: no hemos terminado, pon una mochila y baja esta palanca que es la de limpieza del sistema, si no la bajas lo que hay en dentro terminara en la zona de las aves como comida de estas cuando cierres la puerta.
Primer macho semillero: no sabía eso señor.
Hizo lo que le había dicho, lleno media mochila más y subió ambas palancas.
Extranjero: has hecho bien, para el resto de semillas conforme vayan moliéndose ira saliendo su polvo o harina, yo lo llamo harina, procura tener identificada cada cosa para que en cocina no se equivoquen, cada semilla tiene una función, ¿hay niños pequeños?
Primer macho semillero: no señor, están en la población, esto es muy peligroso.
Extranjero: les lleváis la comida o se la hacen en la población.
Primer macho semillero: se la hacen en la población las madres que faltan, las hembras van rotándose menos la jefa de cocina, que es la progenitora de mi jefa, lleve cuidado con ella que tiene fama de haber muerto muchos machos de todo tipo.
Extranjero: cuando termines, cargas las mochilas en trineos y las llevas a la cocina, pero ahora necesito que mandes estas con el segundo macho, este trabajo quiero que lo hagas tú y que cada mochila lleve una pequeña mochila con la muestra de que semilla es, ¿me has entendido?
Primer macho semillero: sí señor, una mochila lo más pequeña posible para que se sepa de qué semilla se ha sacado la harina.
Extranjero: exacto, cuanto termines de molerlo todo dejas las palancas a su sitio y cierras la puerta con llave.
Asintió con la cabeza, dio las órdenes para que cargaran la harina y salimos rápidamente para cocina, faltaba una hora para la comida de medio mañana, jorobar, se me habían pasado las 5 horas rápidamente, cuando pasamos por donde había dejado la corona de formación de cocina, la recogí y me la coloque en la cabeza, estaba cargada al 10%, pero funcionaba perfectamente, le dije a mi IA-hija que le llenara la memoria con recetas de cocina natural de mi gusto con el paladar de mi yo local, se habían modificado un poco para adaptarlas a las terminaciones nerviosas de sabor de mi nuevo cuerpo así como de las plantas y animales del planeta, la tortilla de patatas que me había comido y había encontrado buenísima a un humano del planeta tierra le hubiese parecido vomitiva por su sabor ligeramente amargo.
Me estaba volviendo más permisivo en según qué cosas, hasta me gustaba como me la chupaba mi primer macho, sabía que era una hembra con cuerpo de macho, parecía que me estaba “tirando” a un transgénero femenino, mi decadencia jovenlandesal-sensual ya era palpable.
Tardamos en llegar 10 minutos, esta vez había prisa, entramos a toda prisa, la jefa de cocina ya se había cambiado de ropa, mire a las madres de mis esposas y estaban criticándome, ya se les notaba la barriga, aquello iba de prisa, más de lo que yo creía, al paso que iban darían a luz la noche siguiente, mi hija había mezclado otras cositas en su mejunje para formar el huevo en condiciones, no les hice caso nada más que para saludarlas con la mano, me centre en la jefa de cocina.
Extranjero: ten enseño como se hace esto y lo vas preparando en vasijas de madera y lo tapas con paños de cocina, cuando estén terminadas, continuamos.
Jefa de cocina: de acuerdo, las tortillas de patatas como tus las llamas ya están hechas, hemos hecho patatas fritas por si los machos tienen más hambre.
Extranjero: vale, da las órdenes necesarias y que las ordenen por tiempo de terminación, para luego cocinarlas, manda un macho y que se quiten de trabajar una hora más tarde.
Le explique cómo se amasaba aquello, bueno, se hizo un corro amplio, subí la voz y se pusieron a ello, la verdad que los machos eran bastante rápidos a la hora de trabajar, vi mandar a uno de los machos y este salió a la carrera, se lo dijo al primer macho y cuando lo comunico hubieron algunas pequeñas protestas.
Jefa de cocina: Alulim, tus esposas quieren hablar contigo, sobre todo la reina y la hechicera, luego hablaremos de lo que quieres hablar conmigo, gracias por el beso, he retozado con mis seis esposos como si tuviese 30 años.
Me dirigí hacia ellas y me paro un viejo macho.
Viejo macho: a ver joven, ni se te ocurra besar de nuevo a mi esposa, nos ha dejado a los 6 esposos a punto de morir de agotamiento, como la beses de nuevo te atamos para que te monte ella a ti.
Lo mire con cara burlona y le dije
Extranjero: eres un viejo mentiroso, lo que quieres es que la bese de nuevo para disfrutarla como cuando tenías 30 años.
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