Mido casi 1'70 y peso 76 kilos.
Hace año y medio hice un viaje a la India y no hice más que comer vegetal todos los días, durante varias semanas. Alguna cerveza ocasional. Cero carne, cero pescado, todo verduras y panes de diferentes cereales junto con esas salsas que usan ellos, curries y otros. Y caminando muchísimo.
Cuando volví a España estuve varios meses sin prácticamente hambre. Había días que sólo comía un cacho de verdura cruda, por meterme algo sólido al cuerpo, me daba mal rollo el estreñimiento que acompaña al ayuno. Para evitar el hambre, me llevaba al trabajo un termo de un litro de té, me duraba unas tres horas como mucho.
Antes del viaje pesaba más de 80 kilos. Tras esos meses estaba en los 70 con ropa, y el colesterol en 180. Ahora entiendo que debía estar en cetosis, un término que he aprendido hoy. Lo que no sabría explicar es cómo he vuelto a comer cosas poco a poco. Creo que todo empezó de nuevo un día quedé con unos amigos para ir a la Vaca Argentina.
Estos días he tenido el reconocimiento médico en mi empresa. Hacía tiempo que no me pesaba, creía que tendría más peso porque mi descontrol ha sido total. El colesterol lo tengo en más de 250, mi récord personal.
Lo que no termino de comprender es el proceso por el que a mi cerebro, después de varios meses de no necesitar porquería industrial, le "apeteció" probarlas un par de veces tras la visita a aquel restaurante. Quizá así conseguiría desandar el camino y volver a encontrar una forma correcta de hacer las cosas. Hoy me he comido un par de manzanas durante la tarde (era mi intención) pero al final no he podido evitar las tentaciones y ha caído un pan de leche de máquina con chorizo, un descafeinado y una napolitana con crema pastelera.
No sé si podréis compartir algún truco para domar la mente en mi situación. En cualquier caso, ahí queda mi testimonio como advertencia para que no os salgáis del camino más de lo debido. ¡Las consecuencias son reales!
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