La Revolución Científica, la aparicion del método científico y la divulgación de los saberes empíricos y sus aplicaciones es importante, pero aunque las bases están bien sentadas para finales del XVII, los frutos no se verán hasta mediados-finales del XIX.
Se suele hablar mucho de la máquina de vapor, pero casi tan importantes fueron los avances en química y metalurgia de cara a aplicaciones industriales. Sin acero barato y de cierta calidad para hacer bielas la máquina de vapor se quedaba en una mera bomba para achicar minas de plata en América (había más máquinas de vapor en México en 1789 que en toda España junta).
Lo importante es cuando ese conocimiento conoce al capital acumulado durante la fase mercantilista del XVII, y sobre todo del XVIII. Ahí si que surgió el amor verdadero. Porque la Revolución industrial es, sobre todo, la historia de dos fenómenos: la sustitución del trabajo humano por trabajo mecánico y su aplicación a la producción de bienes de consumo para las masas. Si los ingleses del XVIII hubieran dedicado la máquina de vapor a fabricar el bombín más grande del mundo no hubiera habido "Revolución" industrial.
Y el capital se había acumulado, principalmente, gracias a la reexportación de géneros coloniales cultivados en plantaciones con régimen esclavista. Por encima de cualquier otro, el azúcar, que empezó siendo un "especia" pija para ricos y poderosos y acabó tras*formándose en el primer producto "de lujo" de consumo masivo de la historia.
Lo que les falló a los romanos fue la acumulación de capital, que acabó en gasto suntuario orate o comido por la inflación o enterrado en tierras cada vez menos productivas. Todo lo demás lo tenían. Bueno, también les faltó la ética protestante, un proletariado con capacidad de consumir algo más que pan y circo (ambos subvencionados) y una clase mercantil que tuviera alguna aspiración. Y el cristianismo su grano de arena puso. Irónicamente para una religión proselitizada en griego por descendientes de fenicios, el cristianismo repudiaba el comercio...
Al que le interese el tema, y si está por San Sebastián, van a dar un ciclo de conferencias sobre el tema:
Azúcar, quincalla y patatas: el mayor negocio de la Historia - San Sebastián, ciudad de la cultura