Mire he tenido perros, muchos, perros grandes y pequeños, de raza y mestizos y el que sale ladrador , ladra, así de sencillo, da igual la raza, la educación y su querida progenitora, es como si les naciera de dentro y con algunos es imposible salvo que tengas mucho tiempo y paciencia
Afortunadamente tenemos la tecnología, desde el collar para amarrar a un perro ¡Que salvajada tener un perro atado! a el chip,
Mire, en mi pueblo nadie amarraba los perros, pero no había imbecilidades, el perro no te dejaba acércate al ganado y si insistes te mordía , punto final, hablo de mastines, no de juguetes, empiezan poniéndose entre el ganado y tú, después enseña los dientes y después si tienes poca cabeza te marca con los dientes de delante y mientras corres te tiran, NADIE pasa de ahi.
Algún madrileño orate fue a denunciar al cuartel, la respuesta es siempre la misma, ¿Por qué salto las piedras?
Si en mi época hubiera existido las cosas de hoy en día, algún perro se hubiera salvado.