Películas que te engancharán en los primeros 5 minutos
1) Anticristo (2009)
Una de las escenas iniciales más impactantes de la historia del cine. Blanco y neցro, sesso explícito, cámara lenta, una fin inocente... Apenas le bastan unos minutos a Lars von Trier para dejarnos con ganas de más.
2) El caballero oscuro (2008)
Bueno, decir que enganchan los 5 primeros minutos de esta película de Christopher Nolan es quedarse un poco corto. El 'tour de force' entre el Batman de Christian Bale y el Joker de Heath Ledger es un subidón constante, sin descanso.
3) El padrino (1971)
Un aura de oscuridad rodea la cara de un irreconocible Marlon Brando, mientras la cámara retrocede. El despacho casi tenebroso, las persianas que a duras penas dejan entrar la luz y el lamento de un hombre que se atreve a pedir favores el día de la boda de la hija del jefe. Así empieza una de las mejores películas de la historia, y no podemos dejar de mirar.
4) El rey león (1994)
ES EL CICLO SIN FIN. Empezar con un temazo como este es asegurarte la permanencia de todos los espectadores de la saga. Y si encima sigues con esta versión animal y musical de 'Hamlet', todo un éxito de la factoría Disney, para qué más. Enganchar es poco.
5) En busca del arca perdida (1981)
El lema de Steven Spielberg, como veremos en diversos ejemplos de esta lista, es: empieza siempre a lo grande. En esta primera aventura de Indiana Jones, llevó tal al extremo ese mantra que se sacó una roca gigante de la manga para que persiguiese a nuestro querido arqueólogo. Imposible empezar de forma más emocionante.
6) Hasta que llegó su hora (1968)
Empezar con una batalla épica es una baza ganadora. Y más aún si, como Sergio Leone, lo haces combinando el silencio con pequeños sonidos repetitivos, e invirtiendo tiempo en crear la tensión del momento. Lentamente, estos hombres aparecen en la superficie de madera de ese lugar perdido del Oeste, junto a las vías del tren. Y ahí comienza el espectáculo.
7) Hijos de los hombres (2006)
El inicio de esta película de Alfonso Cuarón es, probablemente, uno de los más impactantes de la historia del cine. Suena el telediario: la persona más joven de la Tierra ha muerto. Tenía 18 años. Estamos en 2017 y ya no nacen niños. Hay una crisis mundial tremenda. Y el mexicano sólo necesita 3 minutos de un plano secuencia para decírnoslo. Todo lo que sigue es, simplemente, magistral.
8) El laberinto del fauno (2006)
Lo de empezar una película por el final es algo que hemos visto muchas veces. Pero Guillermo del Toro sabe bien cómo hacer de ello una gran virtud de la estructura de la película. Y, claro, cómo dejarnos enganchados desde que vemos la gota de sangre moverse en sentido contrario hacia la nariz de la protagonista.
9) La conversación (1974)
Francis Ford Coppola sabe cómo componer un buen comienzo, y sobre todo cómo dejarte completamente enganchado en él. Aquí, otra muestra más: un plano general de la calle que va acercándose, poco a poco, a una figura que camina entre la multitud. El misterio no ha hecho más que empezar.
10) La dolce vita (1960)
No hacen falta grandes diálogos o eventos para lanzar un mensaje contundente. Y en los primeros 5 minutos de la película. En este clásico italiano de Federico Fellini, el inicio es revelador: una figura de Jesucristo siento llevada en volandas por un helicóptero, sobrevolando una ciudad de Roma que abre sus puertas a la modernidad. El resto es historia del cine.
11) La guerra de las galaxias (Episodio IV: Una nueva esperanza) (1977)
Con esta empezó todo. ¡Y menudo comienzo! No hay introducciones que valgan: George Lucas fue al meollo del asunto sin muchas explicaciones de por medio, porque, bueno, ya nos iríamos enterando de esta compleja trama sobre la marcha. Y no se equivocaba. La entrada de Darth Vader y la princesa Leia en los primeros minutos del filme son confusos, pero enganchan más que las golosinas.
12) La naranja mecánica (1971)
Como si fuese esto una reunión de alcohólicos anónimos, el protagonista de este polémico filme de Stanley Kubrick se presenta a los espectadores, pasando de un inquietante primer plano de su cara a un plano general del extraño local en el que se encuentra, lleno de maniquíes desnudos y vasos de leche. Se declara fan de la ultraviolencia (y de Beethoven), y está a punto de demostrárnoslo.
13) La red social (2010)
¿Podemos conocer a alguien con tan sólo una conversación? Quizás. Lo que David Fincher nos dejó claro en el inicio de esta oscarizada película es que, con tan sólo una conversación, sí podemos reprobar a alguien. El genio creador de Facebook muestra sus dotes sociales en esta conversación con su (ex)novia, que termina con una frase magistral que nos deja con ganas de más: "Vas a ir por la vida pensando que no gustas a las chicas porque eres un friki, y yo quiero que sepas de todo corazón que eso no será verdad; será porque eres un iluso".
14) Malditos bastardos (2009)
No había mejor personaje que Hans Landa (Christoph Waltz) para dar comienzo a esta película de Quentin Tarantino. No en vano es el personaje más apasionante de la historia, aunque también el más cruel y despiadado. Aquí, vemos una muestra de su función como "caza-judíos", y es un inicio tan perturbador como espléndido.
15) Moulin Rouge (2001)
De nuevo, empezamos por el final. Ewan McGregor cuenta entre lágrimas en la primera escena de este archiconocido musical de Baz Luhrmann que su amada a muerto. Pero este no es el tipo de spoiler que nos hace abandonar: es el que nos anima a seguir con más ganas si cabe. Sin duda, valdrá la pena hacerlo.
16) Pozos de ambición (2007)
Daniel Day-Lewis, en sí mismo, nos daría ganas de seguir viendo una película en cualquier circunstancia posible. Así de bueno es. Pero es que en los primeros minutos de este magnífico filme de Paul Thomas Anderson, en completa soledad buscando petróleo en un agujero, el silencio y su dolor basta para convencernos de que esta será una película memorable. Y, efectivamente, lo es.
17) Reservoir Dogs (1992)
Empezar una película con un acalorado debate sobre qué significa en realidad la letra de la canción 'Like a virgin' de Madonna es, de primeras, un éxito rotundo. ¿A quién se le ocurriría? A Quentin Tarantino, por supuesto. Eso, y el debate sobre por qué se debe dar propina a las camareras, da comienzo a este increíble debut del norteamericano.
18) Salvar al soldado Ryan (1998)
Como decíamos antes, a Spielberg le gusta empezar a lo grande. Y qué hay más grande que la masacre que tuvo lugar en las costas de Normandía cuando las tropas estadounidenses desembarcaron en la Segunda Guerra Mundial. La guerra en su versión más cruda, confusa y violenta. Y sólo unos pocos minutos de angustia para demostrarlo. Una de las mejores secuencias de la historia.
19) Scream (1996)
Suena el teléfono. Es un extraño. Empieza de cachondeo, y la cosa se acaba poniendo seria. Pero que muy seria. Esta primera escena del clásico de Wes Craven, con una aterrorizada Drew Barrymore, ha pasado a los anales del género de terror por una razón: este terrorífica.
20) Perdición (1944)
Otra vez el final se coloca al principio para introducirnos una historia de traiciones e infidelidades. Pero no es sólo esta primera escena lo que engancha de sus primeros cinco minutos. Cuando entramos en el tiempo pasado, en la historia del "qué pasó", comprobamos que los intercambios verbales (de momento) entre Barbara Stanwyck y Fred MacMurray son adictivos hasta el extremo.
21) Sed de mal (1958)
Es probablemente una de las secuencias iniciales más famosas y alabadas de todos los tiempos. ¡Y no es para menos! Orson Welles orquestó todo un plano que nos lleva desde la activación de una bomba hasta la explosión de ésta. Un inicio emocionante, que sin duda nos deja con ganas de más. Y más. Y más.
22) Ser o no ser (1942)
Ernst Lubitsch sí que sabía como engancharnos, y desde la comedia. En la primera escena de esta, una de las mejores películas del cine clásico 'hollywoodiense', vemos que todo el mundo que pasea por las calles de Varsovia queda petrificado ante la presencia de un extraño en la calle. ¡Un extraño que es Adolf Hitler! ¿Qué hace allí? Para saberlo, hay que seguir mirando.
23) Tiburón (1975)
La tensión se masca en esta película de Steven Spielberg desde el mismo principio. Ya lo hemos dicho un par de veces: el cineasta tiene un buenísimo ojo para los inicios impactantes. Aquí, desde luego: una joven que se aleja de sus amigos, de la fiesta que están celebrando en la playa, para pegarse un bañito nocturno, sin saber que está siendo acechada por un gran tiburón. El resto ya lo sabéis... u os lo podéis imaginar.
24) Uno de los nuestros (1990)
Nueva York, 1970. Un coche, tres hombres sospechosos y un rehén en el maletero. tortas, sangre y el rehén está muerto. "Hasta donde recuerdo, siempre he querido ser un gángster", narra el protagonista. Si esa no es una manera magistral de empezar una película, que venga Coppola y lo vea.
25) Terciopelo azul (1986)
Suena 'Blue velvet' (¡pues claro!) y vemos unas imágenes idílicas: una valla blanca con rosas rojas, un barrio residencial de postal, un hombre regando el jardín... Pero esto es David Lynch, así que no tarda la cosa en enrarecerse hasta el extremo que no podremos dejar de mirar. En este filme, no tarda ni 5 minutos en dejarnos enganchados.
1) Anticristo (2009)
Una de las escenas iniciales más impactantes de la historia del cine. Blanco y neցro, sesso explícito, cámara lenta, una fin inocente... Apenas le bastan unos minutos a Lars von Trier para dejarnos con ganas de más.
2) El caballero oscuro (2008)
Bueno, decir que enganchan los 5 primeros minutos de esta película de Christopher Nolan es quedarse un poco corto. El 'tour de force' entre el Batman de Christian Bale y el Joker de Heath Ledger es un subidón constante, sin descanso.
3) El padrino (1971)
Un aura de oscuridad rodea la cara de un irreconocible Marlon Brando, mientras la cámara retrocede. El despacho casi tenebroso, las persianas que a duras penas dejan entrar la luz y el lamento de un hombre que se atreve a pedir favores el día de la boda de la hija del jefe. Así empieza una de las mejores películas de la historia, y no podemos dejar de mirar.
4) El rey león (1994)
ES EL CICLO SIN FIN. Empezar con un temazo como este es asegurarte la permanencia de todos los espectadores de la saga. Y si encima sigues con esta versión animal y musical de 'Hamlet', todo un éxito de la factoría Disney, para qué más. Enganchar es poco.
5) En busca del arca perdida (1981)
El lema de Steven Spielberg, como veremos en diversos ejemplos de esta lista, es: empieza siempre a lo grande. En esta primera aventura de Indiana Jones, llevó tal al extremo ese mantra que se sacó una roca gigante de la manga para que persiguiese a nuestro querido arqueólogo. Imposible empezar de forma más emocionante.
6) Hasta que llegó su hora (1968)
Empezar con una batalla épica es una baza ganadora. Y más aún si, como Sergio Leone, lo haces combinando el silencio con pequeños sonidos repetitivos, e invirtiendo tiempo en crear la tensión del momento. Lentamente, estos hombres aparecen en la superficie de madera de ese lugar perdido del Oeste, junto a las vías del tren. Y ahí comienza el espectáculo.
7) Hijos de los hombres (2006)
El inicio de esta película de Alfonso Cuarón es, probablemente, uno de los más impactantes de la historia del cine. Suena el telediario: la persona más joven de la Tierra ha muerto. Tenía 18 años. Estamos en 2017 y ya no nacen niños. Hay una crisis mundial tremenda. Y el mexicano sólo necesita 3 minutos de un plano secuencia para decírnoslo. Todo lo que sigue es, simplemente, magistral.
8) El laberinto del fauno (2006)
Lo de empezar una película por el final es algo que hemos visto muchas veces. Pero Guillermo del Toro sabe bien cómo hacer de ello una gran virtud de la estructura de la película. Y, claro, cómo dejarnos enganchados desde que vemos la gota de sangre moverse en sentido contrario hacia la nariz de la protagonista.
9) La conversación (1974)
Francis Ford Coppola sabe cómo componer un buen comienzo, y sobre todo cómo dejarte completamente enganchado en él. Aquí, otra muestra más: un plano general de la calle que va acercándose, poco a poco, a una figura que camina entre la multitud. El misterio no ha hecho más que empezar.
10) La dolce vita (1960)
No hacen falta grandes diálogos o eventos para lanzar un mensaje contundente. Y en los primeros 5 minutos de la película. En este clásico italiano de Federico Fellini, el inicio es revelador: una figura de Jesucristo siento llevada en volandas por un helicóptero, sobrevolando una ciudad de Roma que abre sus puertas a la modernidad. El resto es historia del cine.
11) La guerra de las galaxias (Episodio IV: Una nueva esperanza) (1977)
Con esta empezó todo. ¡Y menudo comienzo! No hay introducciones que valgan: George Lucas fue al meollo del asunto sin muchas explicaciones de por medio, porque, bueno, ya nos iríamos enterando de esta compleja trama sobre la marcha. Y no se equivocaba. La entrada de Darth Vader y la princesa Leia en los primeros minutos del filme son confusos, pero enganchan más que las golosinas.
12) La naranja mecánica (1971)
Como si fuese esto una reunión de alcohólicos anónimos, el protagonista de este polémico filme de Stanley Kubrick se presenta a los espectadores, pasando de un inquietante primer plano de su cara a un plano general del extraño local en el que se encuentra, lleno de maniquíes desnudos y vasos de leche. Se declara fan de la ultraviolencia (y de Beethoven), y está a punto de demostrárnoslo.
13) La red social (2010)
¿Podemos conocer a alguien con tan sólo una conversación? Quizás. Lo que David Fincher nos dejó claro en el inicio de esta oscarizada película es que, con tan sólo una conversación, sí podemos reprobar a alguien. El genio creador de Facebook muestra sus dotes sociales en esta conversación con su (ex)novia, que termina con una frase magistral que nos deja con ganas de más: "Vas a ir por la vida pensando que no gustas a las chicas porque eres un friki, y yo quiero que sepas de todo corazón que eso no será verdad; será porque eres un iluso".
14) Malditos bastardos (2009)
No había mejor personaje que Hans Landa (Christoph Waltz) para dar comienzo a esta película de Quentin Tarantino. No en vano es el personaje más apasionante de la historia, aunque también el más cruel y despiadado. Aquí, vemos una muestra de su función como "caza-judíos", y es un inicio tan perturbador como espléndido.
15) Moulin Rouge (2001)
De nuevo, empezamos por el final. Ewan McGregor cuenta entre lágrimas en la primera escena de este archiconocido musical de Baz Luhrmann que su amada a muerto. Pero este no es el tipo de spoiler que nos hace abandonar: es el que nos anima a seguir con más ganas si cabe. Sin duda, valdrá la pena hacerlo.
16) Pozos de ambición (2007)
Daniel Day-Lewis, en sí mismo, nos daría ganas de seguir viendo una película en cualquier circunstancia posible. Así de bueno es. Pero es que en los primeros minutos de este magnífico filme de Paul Thomas Anderson, en completa soledad buscando petróleo en un agujero, el silencio y su dolor basta para convencernos de que esta será una película memorable. Y, efectivamente, lo es.
17) Reservoir Dogs (1992)
Empezar una película con un acalorado debate sobre qué significa en realidad la letra de la canción 'Like a virgin' de Madonna es, de primeras, un éxito rotundo. ¿A quién se le ocurriría? A Quentin Tarantino, por supuesto. Eso, y el debate sobre por qué se debe dar propina a las camareras, da comienzo a este increíble debut del norteamericano.
18) Salvar al soldado Ryan (1998)
Como decíamos antes, a Spielberg le gusta empezar a lo grande. Y qué hay más grande que la masacre que tuvo lugar en las costas de Normandía cuando las tropas estadounidenses desembarcaron en la Segunda Guerra Mundial. La guerra en su versión más cruda, confusa y violenta. Y sólo unos pocos minutos de angustia para demostrarlo. Una de las mejores secuencias de la historia.
19) Scream (1996)
Suena el teléfono. Es un extraño. Empieza de cachondeo, y la cosa se acaba poniendo seria. Pero que muy seria. Esta primera escena del clásico de Wes Craven, con una aterrorizada Drew Barrymore, ha pasado a los anales del género de terror por una razón: este terrorífica.
20) Perdición (1944)
Otra vez el final se coloca al principio para introducirnos una historia de traiciones e infidelidades. Pero no es sólo esta primera escena lo que engancha de sus primeros cinco minutos. Cuando entramos en el tiempo pasado, en la historia del "qué pasó", comprobamos que los intercambios verbales (de momento) entre Barbara Stanwyck y Fred MacMurray son adictivos hasta el extremo.
21) Sed de mal (1958)
Es probablemente una de las secuencias iniciales más famosas y alabadas de todos los tiempos. ¡Y no es para menos! Orson Welles orquestó todo un plano que nos lleva desde la activación de una bomba hasta la explosión de ésta. Un inicio emocionante, que sin duda nos deja con ganas de más. Y más. Y más.
22) Ser o no ser (1942)
Ernst Lubitsch sí que sabía como engancharnos, y desde la comedia. En la primera escena de esta, una de las mejores películas del cine clásico 'hollywoodiense', vemos que todo el mundo que pasea por las calles de Varsovia queda petrificado ante la presencia de un extraño en la calle. ¡Un extraño que es Adolf Hitler! ¿Qué hace allí? Para saberlo, hay que seguir mirando.
23) Tiburón (1975)
La tensión se masca en esta película de Steven Spielberg desde el mismo principio. Ya lo hemos dicho un par de veces: el cineasta tiene un buenísimo ojo para los inicios impactantes. Aquí, desde luego: una joven que se aleja de sus amigos, de la fiesta que están celebrando en la playa, para pegarse un bañito nocturno, sin saber que está siendo acechada por un gran tiburón. El resto ya lo sabéis... u os lo podéis imaginar.
24) Uno de los nuestros (1990)
Nueva York, 1970. Un coche, tres hombres sospechosos y un rehén en el maletero. tortas, sangre y el rehén está muerto. "Hasta donde recuerdo, siempre he querido ser un gángster", narra el protagonista. Si esa no es una manera magistral de empezar una película, que venga Coppola y lo vea.
25) Terciopelo azul (1986)
Suena 'Blue velvet' (¡pues claro!) y vemos unas imágenes idílicas: una valla blanca con rosas rojas, un barrio residencial de postal, un hombre regando el jardín... Pero esto es David Lynch, así que no tarda la cosa en enrarecerse hasta el extremo que no podremos dejar de mirar. En este filme, no tarda ni 5 minutos en dejarnos enganchados.