Me estoy animando a leer la novela, en parte por lo que ha señalado
@Billy Ray
La historia se ha reducido a un melodrama romántico. Y sí, en gran parte, la película es responsable de ello, con todo lo buena que es. Ha sucedido así con muchas historias a las que Hollywood ha dado la vuelta siempre para convertirlas en dramones rosas, vaciándolas de todo brillo intelectual. Lo han hecho con "Guerra y paz", una magnífica reflexión sobre el hombre y la Historia que trató de rescatar sir Isaiah Berlin en "El erizo y el astuta". Citando a Arquíloco: el astuta sabe muchas cosas, pero el erizo sabe una muy importante; "Ana Karénina", que es un relato amargo a más no poder sobre el matrimonio y que Hollywood convirtió en todo lo contrario; o - y ésta es lo más - "Madame Bovary", una carga de profundidad masiva contra el romanticismo y la heroína femenina romántica (un Quijote con faldas, según Vargas Llosa) que Vicente Minnelli convirtió... ¡en una película romántica!
Y como me temo que con "Lo que el viento se llevó" pase lo mismo, pues probablemente me anime a leerla y a comentar después por aquí de qué va el tema. Pero es que en la propia película es evidente, desde el mismo título: trata del hundimiento de una sociedad, de un naufragio histórico como el que aquí padecimos entre 1833-1840. Ya ha habido alguno que ha señalado el parentesco de la nostalgia estética de Mitchell con la de Valle-Inclán por las boinas rojas con borlas.
En fin, por eso abrí el hilo en este subforo y no otro. Porque la película trata exactamente sobre la Historia. Y me da la impresión de que la novela mucho más.
Dicho esto, una cuestión siempre necesaria de aclarar en el mercado de las traducciones al español. La única traducción hasta 2022, la que se ha editado siempre, de Juan G. de Luaces y Julio Gómez de la Serna, me parece tosca, desaliñada. No me gusta nada. Así empieza la novela el original inglés:
Scarlet O'Hara was not beautiful, but men seldom realized it when caught by her charm as the Tarleton twins were. In her face were too sharply blended the delicate antiestéticatures of her mother, a Coast aristocrat of French descent, and the heavy ones of her florid Irish father. But it was an arresting face, pointed of chin, square of jaw. Her eyes were pale green without a touch of hazel, starred with bristly black lashes and slightly tilted at the ends. Above them, her thick black brows slanted upward, cutting a startling oblique line in her magnolia-white skin-that skin so prized by Southern women and so carefully guarded with bonnets, veils and mittens against hot Georgia suns.
Por cierto que es leer su retrato y ver a lady Olivier, incluida esa ceja derecha...
Así traducen G. de Luaces y Gómez de la Serna:
Escarlata O'Hara no era bella, en realidad, pero los hombres no solían darse cuenta de ello hasta después de quedar cautivos en su sutil hechizo. Tal era el caso de los hermanos Tarleton. En el rostro de Escarlata contrastaban acusadamente las delicadas facciones de su progenitora, una aristócrata de la costa, de familia francesa, con las toscas de su padre, un irlandés. Pero era el suyo, con todo, un semblante atractivo, de barbilla puntiaguda y de finos pómulos. Sus ojos eran de un verde pálido y puro, sombreados por negras y rígidas pestañas, levemente curvadas en las puntas. Sobre ellos, unas negras y espesas cejas, sesgadas hacia arriba, cortaban con leve y oblicua línea el blanco magnolia de su cutis, ese cutis tan apreciado por los meridionales y que tan celosamente resguardaban del cálido sol de Georgia, con sombreros, velos y guantes.
En 2022 la editorial Reino de Cordelia publicó una nueva y segunda traducción de la novela, debida a Susana Carral y con ilustraciones de Fernando Vicente. Así traduce Carral el primer párrafo:
Scarlett O'Hara no era una belleza, pero los hombres casi nunca se daban cuenta cuando su atractivo los seducía tanto como a los gemelos Tarleton. Los rasgos delicados de la progenitora, una aristócrata costeña de ascendencia francesa, y los toscos del colorado padre irlandés se mezclaban en su rostro con demasiada dureza. Aun así, el suyo era un semblante arrebatador, de mentón puntiagudo y mandíbula cuadrada. Tenía los ojos tonalidad verde claro sin una sola pizca de avellana, adornados por unas tupidas pestañas negras y levemente rasgados en los extremos. Sobre ellos, las cejas espesas y negras, sesgadas hacia arriba, que dibujaban una línea oblicua y llamativa en su piel, de
un blanco rosáceo como el de las magnolias, esa piel tan apreciada por las mujeres sureñas y tan cuidadosamente protegida del abrasador sol de Georgia por las capotas, los velos y los mitones.
Ni punto de comparación en la traducción. Da su sentido exacto y riguroso a la primera frase. Los ojos no eran simplemente puros, sino que "no tenían pizca de avellana". Y, sobre todo, las que apreciaban esa piel de magnolia eran las mujeres sureñas, no "los meridionales". En fin, si eso pasa en el primer párrafo, no quiero imaginar el resto.
¿Cual es el problema de esta nueva traducción? Pues que vale 70 európedos. Yo ahí lo dejo