ToniPM
Madmaxista
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¿Nadie ha leído la novela?
Yo me enteré de lo del Titanic por la pelicula.....
Que jran tragedia y eso!
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¿Nadie ha leído la novela?
¿Nadie ha leído la novela?
No entendiste al personaje, entiendo que te tomes la película como un culebrón venezolano, hoy en día a la gente no se le puede pedir mucho. Pero no se trata de eso, se trata de un personaje muy complejo, casi de una persona real.No, Escarlata está enamorada de Ashley, que se casa con Melania. Y Escarlata se casa con el hermano de Melania por despecho. Pero no son primas, son cuñadas. Los que son primos (pero no sé en qué grado) son Melania y Ashley.
No entendiste al personaje, entiendo que te tomes la película como un culebrón venezolano, hoy en día a la gente no se le puede pedir mucho. Pero no se trata de eso, se trata de un personaje muy complejo, casi de una persona real.
No está enamorada, Rhett la cala desde el primer momento, desde que escucha como se arrastra ante Ashley en aquel salón a escondidas de los demás durante la fiesta. Él sabe que no está enamorada y me parece recordar que hasta se lo dice más tarde. Escarlata quiere aquello que no puede tener, es lo que le dice también el mismo Ashley creo recordar, vas a conseguir que me la ponga otra vez...y la habré visto como unas 30 veces en mi vida, la última hace muy poco por cierto.
Y siempre pensé que era su prima, además es lo que pone en cualquier sinopsis que busques.
Scarlet O'Hara was not beautiful, but men seldom realized it when caught by her charm as the Tarleton twins were. In her face were too sharply blended the delicate antiestéticatures of her mother, a Coast aristocrat of French descent, and the heavy ones of her florid Irish father. But it was an arresting face, pointed of chin, square of jaw. Her eyes were pale green without a touch of hazel, starred with bristly black lashes and slightly tilted at the ends. Above them, her thick black brows slanted upward, cutting a startling oblique line in her magnolia-white skin-that skin so prized by Southern women and so carefully guarded with bonnets, veils and mittens against hot Georgia suns.
Escarlata O'Hara no era bella, en realidad, pero los hombres no solían darse cuenta de ello hasta después de quedar cautivos en su sutil hechizo. Tal era el caso de los hermanos Tarleton. En el rostro de Escarlata contrastaban acusadamente las delicadas facciones de su progenitora, una aristócrata de la costa, de familia francesa, con las toscas de su padre, un irlandés. Pero era el suyo, con todo, un semblante atractivo, de barbilla puntiaguda y de finos pómulos. Sus ojos eran de un verde pálido y puro, sombreados por negras y rígidas pestañas, levemente curvadas en las puntas. Sobre ellos, unas negras y espesas cejas, sesgadas hacia arriba, cortaban con leve y oblicua línea el blanco magnolia de su cutis, ese cutis tan apreciado por los meridionales y que tan celosamente resguardaban del cálido sol de Georgia, con sombreros, velos y guantes.
Scarlett O'Hara no era una belleza, pero los hombres casi nunca se daban cuenta cuando su atractivo los seducía tanto como a los gemelos Tarleton. Los rasgos delicados de la progenitora, una aristócrata costeña de ascendencia francesa, y los toscos del colorado padre irlandés se mezclaban en su rostro con demasiada dureza. Aun así, el suyo era un semblante arrebatador, de mentón puntiagudo y mandíbula cuadrada. Tenía los ojos tonalidad verde claro sin una sola pizca de avellana, adornados por unas tupidas pestañas negras y levemente rasgados en los extremos. Sobre ellos, las cejas espesas y negras, sesgadas hacia arriba, que dibujaban una línea oblicua y llamativa en su piel, de
un blanco rosáceo como el de las magnolias, esa piel tan apreciada por las mujeres sureñas y tan cuidadosamente protegida del abrasador sol de Georgia por las capotas, los velos y los mitones.
Scarlett no amaba de verdad a Ashley. Estaba atrapada en una fantasía infantil que ella misma había creado en torno a algo que no podía tener: Ashley Wilkes. Era una belleza sureña mimada, vanidosa, egocéntrica e inmadura, pero hermosa y cautivadora, que creía que el mundo y todos los que vivían en él estaban ahí para su placer y sus caprichos. Estaba completamente encaprichada con el Ashley de su imaginación y era demasiado testaruda para dejarlo ir.
Hacia el final de la novela, Margaret Mitchell escribió: «Ahora tenía la vaga conciencia de que, si alguna vez hubiera comprendido a Ashley, nunca lo habría amado; si alguna vez hubiera comprendido a Rhett, nunca lo habría perdido».
En ese momento, Scarlett había dado un enorme paso hacia la edad adulta debido a las muertes de Melanie y Bonnie. Sin embargo, era demasiado tarde para impedir que Rhett se marchara. Su orgullo había sido herido demasiadas veces.
Rhett también tenía algunas ideas equivocadas sobre Ashley y Scarlett y tendía a tomar decisiones precipitadas con poca información. Tendía a ser impulsivo, precipitado, manipulador y violento. También bebía demasiado. Scarlett y él tenían mucho en común.
Como nota añadida, a pesar de los considerables defectos de personalidad de Scarlett, cuando no había nadie más para salvar el día, ni sus amigos y familia, ni Tara, Scarlett hacía lo que había que hacer.
Una opinión que encontré con la que coincido.
Ver archivo adjunto 1990319
Es curioso pero en otro peliculón casi contemporáneo a Lo que el viento se llevó, vemos otra historia de amor digamos tóxico, como dicen hoy día. Me refiero a Casablanca de Michael Curtiz, aunque si miramos con detenimiento vemos que es un tema recurrente en un más o menos extenso periodo del cine de Hollywood. Podría citar un puñado de títulos con historias de amores viciados, tóxicos o falsos. Laura de Otto Preminger, Scarlet Street de Fritz Lang, Duelo al Sol de King Vidor, etc, etc, hay muchas.
Pero en Casablanca la historia de Rick con Ilsa consigue engañar todavía a más gente que la de Escarlata con su capricho adolescente por Ashley. No queda nada entre Rick e Ilsa cuando se rencuentran en el bar, quizás un leve rescoldo en Rick que ella intenta explotar para conseguir el salvoconducto, pero quien no se deja llevar por el sentimentalismo facíl se da cuenta que ella no le ama en absoluto, y que él al final actúa por principios, no por amor.
Es un fotograma que ilustra bien a la Escarlata del principio, la niña mimada guapita que se sacude pagafantas obsesionada con el "Ken" de turno, la Nancy encaprichada de un complemento. Que tanto puede ser un bolso, unos zapatos o un novio, todo ello al mismo nivel.Ver archivo adjunto 1990729
Jojojo, sólo le ha faltado una captura del Tinder y una Fanta al ilustrador
Es un fotograma que ilustra bien a la Escarlata del principio, la niña mimada guapita que se sacude pagafantas obsesionada con el "Ken" de turno, la Nancy encaprichada de un complemento. Que tanto puede ser un bolso, unos zapatos o un novio, todo ello al mismo nivel.
Es así, y esto es muy actual, las niñas de hoy escogen novio del mismo modo que escogen un bolso en un escaparate. Ashley es su capricho, su obsesión viene de no poder tenerlo comiendo de la mano, está claro que la novela la escribió una mujer, una mujer honesta.
El forero que citas es un fanático que solo ve propaganda para sus delirios donde solamente hay cine y gente intentando contar historias humanas empleando ese medio. No entiende de cine, lo mismo que no entiende de casi nada que no sean sus delirios de nancy protestante desquiciado.@Ejquelosfajsistassonellos creo que comentó que había unos cuantos hilos en el Ático sobre Scarlett y su tropa. No me extraña. Pero siempre reconoceré una cosa al personaje: así como antes nos habían hablado hombres sobre las mujeres (Goethe, Byron, Flaubert, Tolstoi, incluso Clarín) ahora las propias mujeres toman la palabra y dicen: todas las fantasías literarías que os habías montado los tíos son falsas, mistificaciones: ¡somos mucho peores! Y, efectivamente, lo son. Scarlett O'Hara es un personaje de tal tras*parencia femenina que es casi un milagro. Gracias a Mitchell.
Las niñas hoy eligen pareja como eligen bolso... es una manera generosa de decirlo. Su bolso lo eligen mucho mejor.
Para los que ya no dependemos de lo que unas u otras quieran decirnos, que nos dan francamente igual, sólo pediría una cosa: que creas o no creas, nunca caigas del otro bando. Y si lo haces, sé valiente y llévalo siempre hasta el final.
A ver, me he leído el libro más de diez veces, sé todo, no estoy tomando nada como ningún culebrón, podías ser un poquito menos condescendiente, que precisamente de este libro controlo bastante más que la mayoría de los foreros. Dije que está enamorada por abreviar, pero en realidad es cierto que sólo es un capricho que se le fue de las manos. Ella sí cree que está enamorada, durante muchos años, hasta que muere Melania y ahí tiene la revelación, ahí ve a Ashley como es realmente, y a Rhett. Y comprende que lo de Ashley sólo era el capricho de una cría y que se obsesionó porque siempre había tenido lo que quería, excepto con Ashley. Tanto Ashley como Rhett saben desde siempre que ella no le ama realmente, que sólo está obsesionada la imagen idealizada de Ashley, pero ella sí cree que que le quiere, y hace sacrificios enormes sólo por él, como por ejemplo no dejar sola a Melania en Atlanta durante el sitio, atenderla durante el parto, llevársela a Tara atravesando todo tipo de peligros y calamidades. Todo por Ashley. No era amor pero era algo muy poderoso que dominaba grandes decisiones de su vida.No entendiste al personaje, entiendo que te tomes la película como un culebrón venezolano, hoy en día a la gente no se le puede pedir mucho. Pero no se trata de eso, se trata de un personaje muy complejo, casi de una persona real.
No está enamorada, Rhett la cala desde el primer momento, desde que escucha como se arrastra ante Ashley en aquel salón a escondidas de los demás durante la fiesta. Él sabe que no está enamorada y me parece recordar que hasta se lo dice más tarde. Escarlata quiere aquello que no puede tener, es lo que le dice también el mismo Ashley creo recordar, vas a conseguir que me la ponga otra vez...y la habré visto como unas 30 veces en mi vida, la última hace muy poco por cierto.
Y siempre pensé que era su prima, además es lo que pone en cualquier sinopsis que busques.
Gerald O'Hara emigró pero no por la hambruna, que yo recuerde. Ya tenía en América a dos hermanos que se habían hecho comerciantes, pero él no quería ser tendero, quería ser dueño de plantación y casarse con una gran dama. Se le describe como pequeñito, fogoso, peleón y muy testarudo. Tara era una plantación incendiada que ganó en una partida de poker, junto con Pork, su mayordomo. Se enamoró de Ellen Robillard, de Savannah, que era mucho más joven que él, de una familia muy finolis, nadie creía que eso fuera buena idea, pero ella quiso casarse con él porque era viuda de alfa (un primo suyo muerto en una reyerta, creo recordar) y le dijo a su padre que o se casaba con Gerald o se iba a un convento. La Ellen de la película no tiene nada que ver con la Ellen del libro. Nunca entendí por qué retrataron a ese personaje de una forma tan distorsionada, en el libro es LA gran dama, dulce, muy abnegada, todo el mundo la adora. En la peli parece una arpía sin sentimientos. No sé en qué estaban pensando.La edición que yo tengo, de 1947 (José Janés editor), tiene 1.106 páginas. Alguna ojeada le he echado, pero hay que tener mucho tiempo y ganas.
Seguramente, la novela dé claves de los personajes que en la película es imposible incluir. Por ejemplo, que la familia O'Hara en realidad es una mezcla de irlandés y francesa. ¿De los mismos irlandeses que salieron a paladas cuando la crisis de la patata de 1847? No cuadra mucho. El padre no hay duda de que da el nombre a la propiedad, Tara, ¿pero la compró él? Por el carácter que muestra en la película, diría que no, que pegó un braguetazo. Su mujer, en cambio, es resolutiva y está acostumbrada a mandar. Ella podría proceder de la Louisiana, pero todavía me cuadra más que fuera una de las familias francesas del Saint-Domingue colonial que se hundió cuando la revuelta de esclavos.
Si leo la novela ya reflotaré el hilo para comentar.
Scarlett no amaba de verdad a Ashley. Estaba atrapada en una fantasía infantil que ella misma había creado en torno a algo que no podía tener: Ashley Wilkes. Era una belleza sureña mimada, vanidosa, egocéntrica e inmadura, pero hermosa y cautivadora, que creía que el mundo y todos los que vivían en él estaban ahí para su placer y sus caprichos. Estaba completamente encaprichada con el Ashley de su imaginación y era demasiado testaruda para dejarlo ir.
Hacia el final de la novela, Margaret Mitchell escribió: «Ahora tenía la vaga conciencia de que, si alguna vez hubiera comprendido a Ashley, nunca lo habría amado; si alguna vez hubiera comprendido a Rhett, nunca lo habría perdido».
En ese momento, Scarlett había dado un enorme paso hacia la edad adulta debido a las muertes de Melanie y Bonnie. Sin embargo, era demasiado tarde para impedir que Rhett se marchara. Su orgullo había sido herido demasiadas veces.
Rhett también tenía algunas ideas equivocadas sobre Ashley y Scarlett y tendía a tomar decisiones precipitadas con poca información. Tendía a ser impulsivo, precipitado, manipulador y violento. También bebía demasiado. Scarlett y él tenían mucho en común.
Como nota añadida, a pesar de los considerables defectos de personalidad de Scarlett, cuando no había nadie más para salvar el día, ni sus amigos y familia, ni Tara, Scarlett hacía lo que había que hacer.
Una opinión que encontré con la que coincido.
Ver archivo adjunto 1990319