Lo que el viento se llevó

En fin, casi que recomendaría la versión original, si no fuera porque los escritores en lengua inglesa resultan insufribles con su gusto por las descripciones densas encadenando adjetivos de forma inmisericorde.

Pues le agradezco mucho su análisis, de verdad. Con el que reconozco que usted es mucho más sistemático y analítico que yo. Por desgracia, siempre me tocó ser el Sony Corleone de una familia de iletrados. Tiene sus ventajas históricas. En el texto que hemos visto de muestra para elegir traducción ha habido algo que me ha soliviantado: obviar que los ojos de Scarlett no tenían ni pizca de avellana. Porque los míos sí lo tienen, pero he conocido otros como los de Scarlett.

No soy capaz de ese análisis que usted ha hecho, mi pirata es muy endeble y superficial. Ni pilinguidea, vamos.

Eso sí, me estoy pensando lo de los 70 € sonrisa:
 
Ahí hay otro tema interesante, y es la crítica que hace Mitchell a que las mujeres se metan a hacer negocios, que es cosa de hombres.

No me acuerdo muy bien, porque hace eones que leí la novela, pero tengo vagos recuerdos de un pasaje en que los hombres del pueblo se quejan de que Scarlett ande por ahí trotando haciendo negocios, porque Scarlett se dedica a abusar sistemáticamente de su privilegio femenino, cambiando con frecuencia lo acordado porque sabe que los hombres, por caballerosidad, tragarán en vez de ajustarle las cuentas como harían si quien les hubiera engañado en el negocio fuera otro hombre.

Ojo, no hay que olvidar que la progenitora de Mitchell fue sufragista.

Y que la idea de una mujer empresaria empoderadita era casi blasfemia en la época en la que se desarrolla la novela, como poco. Es la parte más avanzada de todo el tema. Y sospecho que es el único escollo que he frenado a los sociópatas de turno para liquidar novela y película.
 
¡Copón bendito! meparto:

En fin, cuando termine de leer la novela me comprometo a reflotar hilo. Con @V. Crawley seguro que da para tema multipágina.

Por algo que, además, me interesa especialmente. Y es el papel del cine y la novela histórica. La de Mitchell lo era y se la está menospreciando gilipollescamente desde el campo académico.

Tengo un amigo que está en ese campo académico universitario de Historia y planteó en el departamento algo que en otras universidades menos cafres está más que asumido. Que es la función de la disciplina de la Historia. ¿Dedicarse a cositas de eruditos y a jijaerse de cátedra a cátedra? ¿O tras*mitir a la sociedad una idea de continuidad histórica que nos da identidad? Porque si es lo último, la idea que llega al vulgar mortal es otra muy distinta. Ni Mary Beard llega a la masa media (salvo a través de refritos que la hagan digerible para el gárrulo estándar): lo hace "Gladiator".

¿Y la disciplina de Historia tiene que mantenerse ajena a lo que realmente conforma la "conciencia histórica" de nuestra sociedad? Pues estamos bastante gilipishas si tal...

Imboco a los pocos que conozco por aquí para abrir hilo sobre el tema roto2

@Billy Ray
@Amraslazar
@Ricohombre
@Von Riné

Etc, que me pierdo.

Invoco a @Sextus Flavius Lascivius, que creo que tiene una opinión bastante bien formada sobre la cuestión que planteas.

En mi opinión, hacer Historia y hacer divulgación de la Historia son dos cosas distintas. La Historia la solían hacer académicos que resultaban tremendamente aburridos. Ser aburrido va con la disciplina, es una necesidad, pero convierte a una obra histórica en algo inaccesible para el gran público. Los divulgadores de la historia suelen ser, en nuestros tiempos, los periodistas, que son los únicos que saben escribir hoy en día. Y el problema es que ya sabemos que los periodistas son siempre campeones de una causa política, sea por vocación propia o por dinero ajeno.

La disciplina histórica tiene, efectivamente, que mantenerse al margen lo mas posible de la política. El historiador no puede ser totalmente objetivo, pero tiene que tener el propósito de serlo, si quiere ser veraz.

Luego ya, lo que hagan con eso los políticos y los que quieren vender libros, es responsabilidad de esos políticos y escritores, no del historiador.

Problema habitual cuando se discute con aficionados a la historia, es la legión de gente que se ha leído algún libro de divulgación sobre el tema y opina con fundamento sin haber leído jamás una obra histórica de verdad, ni haber consultado jamás una fuente primaria.

Con esto no quiero decir que la divulgación histórica me parezca mala. Pero su utilidad tiene que ser atraer al público a interesarse por la historia, no venderle la moto. Si ves una peli histórica y sales pensando "¿esto sería realmente así?" y te interesas por leer sobre la época, entonces la peli ha cumplido su función. Si sales pensando "que malos que eran los de derechass, voy a votar al PSOE", entonces la peli ha cumplido otra función, que no es la de interesar por la Historia.
 
Última edición:
Ahí hay otro tema interesante, y es la crítica que hace Mitchell a que las mujeres se metan a hacer negocios, que es cosa de hombres.

No me acuerdo muy bien, porque hace eones que leí la novela, pero tengo vagos recuerdos de un pasaje en que los hombres del pueblo se quejan de que Scarlett ande por ahí trotando haciendo negocios, porque Scarlett se dedica a abusar sistemáticamente de su privilegio femenino, cambiando con frecuencia lo acordado porque sabe que los hombres, por caballerosidad, tragarán en vez de ajustarle las cuentas como harían si quien les hubiera engañado en el negocio fuera otro hombre.
No sé si es una crítica de Mitchell respecto a las mujeres trabajadoras pero yo dudo que lo sea, sólo retrata cómo ve esa sociedad la forma en que Escarlata hace dinero. Es demasiado agresiva, marrullera y no duda en abusar de la caballerosidad, como bien dices. No es que trabaje. Es cómo se pasa todo por el forro con tal de sentirse segura y no tener miedo a perder Tara o volver a pasar hambre. Es cómo hace negocios y confraterniza (aunque les odie) con los yankis que tienen tomada Atlanta, es cómo maltrata y monta rabietas a su marido Frank si él no cede en todo, cómo cobra las deudas de la tienda de su marido con una agresividad que a él le abochorna y le incomoda. No es sólo que fuera emprendedora, es que era muy piraña y se saltaba todo el decoro socialmente requerido.

Y añado: También se le reprocha mucho que vaya por ahí sola a sus aserraderos, poniéndose en peligro, y cuando efectivamente acaba siendo asaltada por unos neցros, la cosa termina como termina. Las mujeres no ven bien que sus maridos y hermanos tengan que jugarse la vida para vengarle por andar sola haciendo la mona por ahí.
 
Última edición:
Invoco a @Sextus Flavius Lascivius, que creo que tiene una opinión bastante bien formada sobre la cuestión que planteas.

Luego ya, lo que hagan con eso los políticos y los que quieren vender libros, es responsabilidad de esos políticos y escritores, no del historiador.

Gracias por recordarme a @Sextus Flavius Lascivius.

Empiezo por lo obvio. No, no existe esa asepsia académica. No seamos condescendientes, que conocemos los departamentos universitarios. Se investiga lo que al pope de departamento, habitualmente sociata, interesa y para lo que consigue financiación, grupos de investigación, etc. No estamos libres de culpa ni mucho menos, jorobar: les damos las armas y nos limpiamos las manos. Tengo una pésima idea de nuestra profesión, al nivel de los periodistas (1)

En cuanto a la novela histórica, me interesa abrir hilo. Estoy intentando perpetrar una en el siglo XIV castellano, en la época de Pedro I y su hermano poco agraciado, y es curiosísimo que nadie haya tratado los problemas de escribir ficción histórica.

(1) Viva Procopio de Cesarea.
 
No sé si es una crítica de Mitchell respecto a las mujeres trabajadoras pero yo dudo que lo sea, sólo retrata cómo ve esa sociedad la forma en que Escarlata hace dinero. Es demasiado agresiva, marrullera y no duda en abusar de la caballerosidad, como bien dices. No es que trabaje. Es cómo se pasa todo por el forro con tal de sentirse segura y no tener miedo a perder Tara o volver a pasar hambre. Es cómo hace negocios y confraterniza (aunque les odie) con los yankis que tienen tomada Atlanta, es cómo maltrata y monta rabietas a su marido Frank si él no cede en todo, cómo cobra las deudas de la tienda de su marido con una agresividad que a él le abochorna y le incomoda. No es sólo que fuera emprendedora, es que era muy piraña y se saltaba todo el decoro socialmente requerido.

Mmmmh... ¿dirías que Mitchelle proyecta en el personaje de Scarlett su propio animus (su arquetipo idealizado del eterno masculino)? Carl Jung es contemporáneo de Mitchelle, era el psicoanalista de moda cuando Mitchelle escribió la novela.

Es que, mas allá de interpertar si Mitchelle estaba haciendo una crítica a las mujeres o no, a mi me da la sensación de que lo que hace con el personaje de Scarlett es presentar a un personaje femenino que tiene integrado su animus, porque la fuerza de las circunstancias históricas la fuerza a ello para sobrevivir. Y el resultado es un personaje que sobrevive, pero que es tremendamente infeliz.
 
Pues le agradezco mucho su análisis, de verdad. Con el que reconozco que usted es mucho más sistemático y analítico que yo. Por desgracia, siempre me tocó ser el Sony Corleone de una familia de iletrados. Tiene sus ventajas históricas. En el texto que hemos visto de muestra para elegir traducción ha habido algo que me ha soliviantado: obviar que los ojos de Scarlett no tenían ni pizca de avellana. Porque los míos sí lo tienen, pero he conocido otros como los de Scarlett.

No soy capaz de ese análisis que usted ha hecho, mi pirata es muy endeble y superficial. Ni pilinguidea, vamos.

Eso sí, me estoy pensando lo de los 70 € sonrisa:

Si, que la traducción antigua obvie lo de "ni pizca de avellana" es duro, porque rompe la imagen de que los ojos de Scarlett son de un verde intenso y completo.

Pero yo es que, entre el conceptismo y el culteranismo, siempre me he decantado por Quevedo, no por Góngora. sonrisa:

Cuestión de gustos, que ya sabe usted que son como el orificio del recto: Todos tenemos uno y pensamos que es el único que no apesta. roto2
 
Mmmmh... ¿dirías que Mitchelle proyecta en el personaje de Scarlett su propio animus (su arquetipo idealizado del eterno masculino)? Carl Jung es contemporáneo de Mitchelle, era el psicoanalista de moda cuando Mitchelle escribió la novela.

Es que, mas allá de interpertar si Mitchelle estaba haciendo una crítica a las mujeres o no, a mi me da la sensación de que lo que hace con el personaje de Scarlett es presentar a un personaje femenino que tiene integrado su animus, porque la fuerza de las circunstancias históricas la fuerza a ello para sobrevivir. Y el resultado es un personaje que sobrevive, pero que es tremendamente infeliz.

jorobar, es usted un puñetero martillo hidráulico, hoyga.

Si Scarlett es asumida como un producto del "animus", deberíamos ir un poco más allá: toda la fruta novela es un reconocimiento de su sombra, así se lleve por delante a todos los infelices a los que atropella. Si nos ponemos en el plan de la psicología analítica, sí.

Personajes que sobreviven, pero son tremendamente infelices...
 
Mmmmh... ¿dirías que Mitchelle proyecta en el personaje de Scarlett su propio animus (su arquetipo idealizado del eterno masculino)? Carl Jung es contemporáneo de Mitchelle, era el psicoanalista de moda cuando Mitchelle escribió la novela.

Es que, mas allá de interpertar si Mitchelle estaba haciendo una crítica a las mujeres o no, a mi me da la sensación de que lo que hace con el personaje de Scarlett es presentar a un personaje femenino que tiene integrado su animus, porque la fuerza de las circunstancias históricas la fuerza a ello para sobrevivir.
Pues no tengo ni idea. No he leído a Jung, pero en la novela la sensación es que se presenta de forma positiva la fuerza de Escarlata, su voluntad inquebrantable para sobrevivir aunque tenga que hacer cosas malas para conseguirlo, su energía, su testarudez, su pasión por la vida. Ashley admira eso en ella. Y Melania. Y Rhett. Y ella misma se enorgullece de su fuerza y su capacidad para no hundirse con los restos de la guerra cuando ve lo bajo que ha caído otra chica de su entorno, Cathleen Calvert.

Se achaca esta forma de ser de Escarlata a la sangre irlandesa de su padre. La sangre francesa de su progenitora sólo le da una pátina de distinción y delicadeza aparentes. Pero por dentro es hija de Gerald de pies a cabeza, con lo bueno y lo malo. En muchos momentos de la novela te das cuenta de lo ciega que está, lo infantil que es, lo egoísta que es, pero a la vez admiras su fuerza, y hasta dónde es capaz de sacrificarse por lo que le importa. Es un personaje fascinante.
 
Invoco a @Sextus Flavius Lascivius, que creo que tiene una opinión bastante bien formada sobre la cuestión que planteas.

En mi opinión, hacer Historia y hacer divulgación de la Historia son dos cosas distintas. La Historia la solían hacer académicos que resultaban tremendamente aburridos. Ser aburrido va con la disciplina, es una necesidad, pero convierte a una obra histórica en algo inaccesible para el gran público. Los divulgadores de la historia suelen ser, en nuestros tiempos, los periodistas, que son los únicos que saben escribir hoy en día. Y el problema es que ya sabemos que los periodistas son siempre campeones de una causa política, sea por vocación propia o por dinero ajeno.

La disciplina histórica tiene, efectivamente, que mantenerse al margen lo mas posible de la política. El historiador no puede ser totalmente objetivo, pero tiene que tener el propósito de serlo, si quiere ser veraz.

Luego ya, lo que hagan con eso los políticos y los que quieren vender libros, es responsabilidad de esos políticos y escritores, no del historiador.

Problema habitual cuando se discute con aficionados a la historia, es la legión de gente que se ha leído algún libro de divulgación sobre el tema y opina con fundamento sin haber leído jamás una obra histórica de verdad, ni haber consultado jamás una fuente primaria.

Con esto no quiero decir que la divulgación histórica me parezca mala. Pero su utilidad tiene que ser atraer al público a interesarse por la historia, no venderle la moto. Si ves una peli histórica y sales pensando "¿esto sería realmente así?" y te interesas por leer sobre la época, entonces la peli ha cumplido su función. Si sales pensando "que malos que eran los de derechass, voy a votar al PSOE", entonces la peli ha cumplido otra función, que no es la de interesar por la Historia.
Pues la verdad es que no puedo aportar mucho más, totalmente de acuerdo.

Lo que ya no veo tan claro es lo que afirma el conforero que la historia se reduzca a discusiones entre cuatro eruditos o ratas de biblioteca, supuestamente "culpables" del terrible delito de no saber tras*mitir sus conocimientos a "la sociedad", yo ésto lo veo mas bien desde otro punto de vista: los divulgadores de la historia en muchos casos no se enteran (porque no se han documentado) o no se quieren enterar (por sesgo ideológico) de tesis o conclusiones que están mas que contrastadas por los historiadores "eruditos" y entonces tras*miten a la sociedad una idea del pasado equivocada (o tergiversada).

Un divulgador científico que quiera escribir un artículo sobre Física Cuántica lo lógico es que se documente primero , sin embargo hay muchos que escriben sobre historia que dan la impresión que su nivel de documentación real sobre lo que hablan es igual a cero... quizás porque sólo han leído obras de divulgación. roto2
 
Es un personaje fascinante.

Pues la verdad es que no puedo aportar mucho más, totalmente de acuerdo.

Lo que ya no veo tan claro es lo que afirma el conforero que la historia se reduzca a discusiones entre cuatro eruditos o ratas de biblioteca, supuestamente "culpables" del terrible delito de no saber tras*mitir sus conocimientos a "la sociedad", yo ésto lo veo mas bien desde otro punto de vista: los divulgadores de la historia en muchos casos no se enteran (porque no se han documentado) o no se quieren enterar (por sesgo ideológico) de tesis o conclusiones que están mas que contrastadas por los historiadores "eruditos" y entonces tras*miten a la sociedad una idea del pasado equivocada (o tergiversada).

Un divulgador científico que quiera escribir un artículo sobre Física Cuántica lo lógico es que se documente primero , sin embargo hay muchos que escriben sobre historia que dan la impresión que su nivel de documentación real sobre lo que hablan es igual a cero... quizás porque sólo han leído obras de divulgación. roto2

No tenga que presentarse nunca a un departamento de Historia a conseguir un proyecto de investigación...

Va, en un minuto publico tema sobre novela histórica. Cuento con ustec.
 
jorobar, es usted un puñetero martillo hidráulico, hoyga.

Si Scarlett es asumida como un producto del "animus", deberíamos ir un poco más allá: toda la fruta novela es un reconocimiento de su sombra, así se lleve por delante a todos los infelices a los que atropella. Si nos ponemos en el plan de la psicología analítica, sí.

Personajes que sobreviven, pero son tremendamente infelices...
Pues no tengo ni idea. No he leído a Jung, pero en la novela la sensación es que se presenta de forma positiva la fuerza de Escarlata, su voluntad inquebrantable para sobrevivir aunque tenga que hacer cosas malas para conseguirlo, su energía, su testarudez, su pasión por la vida. Ashley admira eso en ella. Y Melania. Y Rhett. Y ella misma se enorgullece de su fuerza y su capacidad para no hundirse con los restos de la guerra cuando ve lo bajo que ha caído otra chica de su entorno, Cathleen Calvert.

Se achaca esta forma de ser de Escarlata a la sangre irlandesa de su padre. La sangre francesa de su progenitora sólo le da una pátina de distinción y delicadeza aparentes. Pero por dentro es hija de Gerald de pies a cabeza, con lo bueno y lo malo. En muchos momentos de la novela te das cuenta de lo ciega que está, lo infantil que es, lo egoísta que es, pero a la vez admiras su fuerza, y hasta dónde es capaz de sacrificarse por lo que le importa. Es un personaje fascinante.

Bueno, por explicar lo de Jung en plan "estar por casa" (y añadiendo de mi cosecha), Jung decía que toda mujer tiene interiorizado un concepto idealizado del hombre (su animus) mientras que todo hombre tiene interiorizado un concepto idelizado de la mujer (su anima). Lo interesante es que el origen de ese concepto idealizado, mas allá de las convenciones culturales arquetípicas, yace en nuestras propias carencias. Un hombre que no se sienta capaz de cuidarse a sí mismo, proyectará esa carencia en su arquetipo idealizado de mujer, y se enamorará de mujeres sobre las que proyecte una imagen maternal. Una mujer que no se sienta capaz de ser agresiva y asertiva proyectará esa carencia en su arquetipo idealizado de hombre, y se enamorará de hombres sobre los que proyecta una imagen de "malote".

Entonces, volviendo a Scarlett, su enamoramiento de Ashley no es un simple capricho infantil de niña, si no una necesidad psicológica. Y, al no poder obtener al hombre que desea, se ve obligada a interiorizar su animus y ejercer ella misma esas cualidades de las que se pensaba incapaz. Sin embargo, interiorizar su animus le crea el problema de no estar comportándose como una señorita, es decir de no estar comportándose tal y como dicta su concepción idealizada de lo que es una mujer, lo cual la deja insatisfecha, y también provoca el fracaso de su relación con Rhett, que, por una parte, no está a la altura de la concepción idealizada de Scarlett (porque nadie puede estar a la altura del fantasma que otras personas proyectan en uno), y por otra, Scarlett al haber interiorizado su animus tampoco puede estar a la altura de lo que Rhett espera de ella (ser una niña alegre y obediente a la que proteger y mimar).

Mitchell, tal y como señalas, admira a su personaje, y proyecta en Scarlett las cualidades que ella querría poder manifestar, y que Mitchell no se atrevía a manifestar en su propia vida porque eso la llevaría a convertirse en un bicho raro, a no encajar, y a ser infeliz.

Respecto a lo que dice @Lisionak, si, también hay proyección de la Sombra, pero en global, y que @V. Crawley me lo confirme ya que es la experta, en el personaje de Scarlett las luces brillan mas que las sombras, y su infortunio y el que provoca a los demás es mas bien la consecuencia de estar jugando un papel masculino que, como mujer, no le toca ejercer, que por los vicios de su Sombra (que también, pero eso es lo bonito y lo genial de escribir un personaje complejo).
 
Respecto a lo que dice @Lisionak, si, también hay proyección de la Sombra, pero en global, y que @V. Crawley me lo confirme ya que es la experta, en el personaje de Scarlett las luces brillan mas que las sombras, y su infortunio y el que provoca a los demás es mas bien la consecuencia de estar jugando un papel masculino que, como mujer, no le toca ejercer, que por los vicios de su Sombra (que también, pero eso es lo bonito y lo genial de escribir un personaje complejo).

Pues la idea es sugerente, pero no la compro.

Scarlett no necesita una sombra masculina para ser tan cortesana y manipuladora como es. Le viene de serie. A mi modo de ver, no necesita reafirmar su sombra: la asume con muchísimo gusto. Es lo que hace que ella tenga ese apetito por la vida y los demás vayamos cagando líquido.

Abro hilo sobre ficción histórica.
 
Bueno, por explicar lo de Jung en plan "estar por casa" (y añadiendo de mi cosecha), Jung decía que toda mujer tiene interiorizado un concepto idealizado del hombre (su animus) mientras que todo hombre tiene interiorizado un concepto idelizado de la mujer (su anima). Lo interesante es que el origen de ese concepto idealizado, mas allá de las convenciones culturales arquetípicas, yace en nuestras propias carencias. Un hombre que no se sienta capaz de cuidarse a sí mismo, proyectará esa carencia en su arquetipo idealizado de mujer, y se enamorará de mujeres sobre las que proyecte una imagen maternal. Una mujer que no se sienta capaz de ser agresiva y asertiva proyectará esa carencia en su arquetipo idealizado de hombre, y se enamorará de hombres sobre los que proyecta una imagen de "malote".

Entonces, volviendo a Scarlett, su enamoramiento de Ashley no es un simple capricho infantil de niña, si no una necesidad psicológica. Y, al no poder obtener al hombre que desea, se ve obligada a interiorizar su animus y ejercer ella misma esas cualidades de las que se pensaba incapaz. Sin embargo, interiorizar su animus le crea el problema de no estar comportándose como una señorita, es decir de no estar comportándose tal y como dicta su concepción idealizada de lo que es una mujer, lo cual la deja insatisfecha, y también provoca el fracaso de su relación con Rhett, que, por una parte, no está a la altura de la concepción idealizada de Scarlett (porque nadie puede estar a la altura del fantasma que otras personas proyectan en uno), y por otra, Scarlett al haber interiorizado su animus tampoco puede estar a la altura de lo que Rhett espera de ella (ser una niña alegre y obediente a la que proteger y mimar).

Mitchell, tal y como señalas, admira a su personaje, y proyecta en Scarlett las cualidades que ella querría poder manifestar, y que Mitchell no se atrevía a manifestar en su propia vida porque eso la llevaría a convertirse en un bicho raro, a no encajar, y a ser infeliz.

Respecto a lo que dice @Lisionak, si, también hay proyección de la Sombra, pero en global, y que @V. Crawley me lo confirme ya que es la experta, en el personaje de Scarlett las luces brillan mas que las sombras, y su infortunio y el que provoca a los demás es mas bien la consecuencia de estar jugando un papel masculino que, como mujer, no le toca ejercer, que por los vicios de su Sombra (que también, pero eso es lo bonito y lo genial de escribir un personaje complejo).

Es interesante, pero no creo que vaya por ahí. Escarlata idealiza a Ashley siendo una niña de catorce años, le ve un día llegando a caballo tras un viaje largo y se queda prendada de él, pero sólo porque es guapo y no consigue que él se le declare. Si Ashley se le hubiera declarado como los demás, hubiera pasado de él, como pasaba de los demás en cuanto les tenía comiendo de su mano. Cómo era Ashley no importaba, no cumplía una necesidad psicológica en ella, no más que cualquier otro capricho. Sólo que los demás caprichos siempre los consiguió, pero Ashley estuvo años cerca de ella y por más que ella le hizo mañas, él nunca fue más que un amigo. Eso es lo que la obsesionó. Pero de hecho, Ashley era la persona menos adecuada y menos compatible para ella, no podría cubrirle ninguna carencia, ya que él es un hombre débil, honorable, soñador, compasivo, inteligente, culto, y ella es todo lo contrario, es fuerte, no entiende bien ciertas abstracciones, es materialista, egoísta, ignorante, apasionada, y ninguno de los dos habría podido hacer feliz al otro. Entonces, de entrada ya no cuadra lo de Jung.

Después, Escarlata sólo se pone en modo piraña emprendedora cuando todo a su alrededor se cae en pedazos, su progenitora muerta, su padre ido, Tara en la ruina, y nadie que les cuide. Ahí ella asume el papel de cabeza de familia sencillamente porque no queda nadie más que pueda hacerlo. Hasta entonces, ella sólo pensaba en chicos, en bailes, en piques con otras chicas, en que su progenitora no se enterase de alguna travesura... era buena en matemáticas, cosa que le será útil, pero no tenía la menor ambición laboral, ella quería ser una gran dama como su progenitora. Como no tiene ningún conocimiento útil para este nuevo mundo, su única salida es buscar alguien para casarse y conseguir dinero para conservar Tara y poder comer. Pero acaba casada con un hombre débil, enfermizo, avejentado, que no le hace sentirse segura, no saca toda la pasta que podría del negocio. Para ese momento, Escarlata está totalmente traumatizada del hambre y las penurias y lo único que le importa es el dinero. Y si el hombre que debería darle la seguridad no lo hace, lo hará ella. Ahí sí ella asume esa iniciativa, para cubrir las carencias, ser su propio macho proveedor, por así decirlo.

Escarlata nunca siguió con honestidad las directrices de su progenitora sobre ser una dama. Sabe aparentar cuando le interesa, pero no entiende en qué consisten las cualidades que su progenitora intenta inculcar en ella. Quiere desesperadamente ser buena, compasiva, angelical, una gran dama que todos respeten y admiren, pero luego cada uno de sus instintos va en contra de eso, desde que es pequeña, no es sólo cosa de cuando empieza a trabajar y a asumir un papel masculino en ese sentido.

Rhett la ve tal y como es, es ella quien no quiere aceptar que no es la dama que trata de aparentar, porque entonces no sería digna de Ashley, y lo único que le sostiene a lo largo de muchos malos tragos en la vida es pensar que Ashley la quiere y que ve en ella las cosas buenas. No quiere a un hombre que ve lo malo de ella, lo dice, se ríe y le llama hipócrita si ella se enfada. No sé, es que no veo en ningún sitio el asunto jungiano, más allá de que ella asuma el papel de proveedor económico cuando ve que nadie más va a hacerlo.

Tampoco veo que brillen más las luces que las sombras. Escarlata da mucha lástima. Y podemos decir que fracasa en todo lo importante, al término de la novela. Pierde a su única amiga, tras años de odiarla y desear su fin, justo cuando empieza a comprender cuánto la quiere, y cuánto la necesita, y lo cruel que ha sido con ella todos esos años. Pierde el consuelo que le daba el amor por Ashley, el talismán que siempre le ayudaba en los peores momentos, justo en el momento en el que puede tenerle y ya no le quiere porque comprende que todo ha sido un espejismo. Y pierde a Rhett, el único hombre que la ha amado de verdad y que habría hecho cualquier cosa por ella, justo en el momento en el que comprende por fin la verdad sobre él, sobre ella, sobre Ashley, pero ya es demasiado tarde, Rhett está agotado y ya no quiere nada con ella justo cuando ella comprende que es el amor de su vida. Es un mazazo devastador. Se ha equivocado en todo. Ha destrozado la felicidad que podía haber tenido, yendo detrás de un hombre que sólo la deseaba, provocándole, haciéndole sentirse un cosa cuando cede aunque sea por unos momentos, traicionando la lealtad de Melania, hiriendo una y otra vez a Rhett. Yo sólo veo fracaso y pérdida ahí, y por ser ella como es, egoísta, inmadura, materialista, obtusa, terca. Al final, sólo le queda dinero. Ni siquiera Tara es suya ya, realmente, porque la dejó en manos de Will, su cuñado. No creo que Mitchell proyectase en Escarlata cualidades que ella viese reprimidas en su vida, sinceramente no lo creo porque Escarlata tiene más defectos que virtudes, y es lo que le hace interesante, al menos para mí.

Siento el tochazo, no sé si he expresado bien lo que quería decir. Espero que sí.
 
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