Niñez y pasado lonchafinista

Lo mío no es nada comparado con vuestras historias, soy más joven y más de ciudad, pero es algo:

Cuando murió mi abuela estuve arreglando su casa, guardando cosas en cajas, etc. Me di cuenta de la enorme cantidad de materiales que reciclaba y almacenaba, muchos de ellos "por si acaso". No en plan diógenes, no sarama desordenada, ni mucho menos. Entre otras perlas:

- Docenas de latas de conserva y tarros de cristal para almacenar desde nuevas conservas hasta piezas pequeñas de lo que fuera.
- Dos latas grandes de café llenas de botones de todo tipo de prendas (podías hundir la mano en el montón de botones, como si fueran pequeños cofres del tesoro).
- Dos o tres cajas llenas de hojas de papel de diversas texturas, algunas de ellas escritas por una cara, sobres con matasellos pero de colores y formas inusuales, etc.
- Dos cajones enteros con papel de regalo reciclado, lazos de regalo reciclados y otras decoraciones de ese tipo.
- Muchísimos tornillos y otras piezas sueltas. Incluso tenía dos latas llenas de casquillos de bala vacíos!!

Pienso en cómo sentaría hoy en día a muchos que les regalaran un regalo envuelto en paper reutilizado o que les escribieras una carta de amor en plan palimpsesto...

Tengo visto pinceles hechos con casquillos de bala de la guerra civil y crines de caballo. El casquillo hace de mango del pincel evidentemente.
No mencionas la bolsa llena de cordones de zapatos. En mi casa siempre la hubo.
Actualmente yo guardo todos los tornillos y muchos frascos para meter cosas, que tengo vacíos, pero que conservo por si un dia los necesito.
La verdad que de niño, en los setenta, me inculcaron una mentalidad muy de guerra civil y posguerra. No tiro nada.
 
Treintañeros, ¿quién no ha merendado bocata de Natacha con azúcar?
Mis veranos de crío en el pueblo con lo justo fueron los mejores tiempos de mi vida sin duda.
Edito: foto
bamusybe.jpg
 
Última edición:
Jombres, como es de ciudad de siempre al igual que sus padres, pues nunca he tenido pueblo, asi que hay cosas que evidentemente no he vivido.
Pero así a bote pronto se me ocurre que en casa yo y mis hermanas nos lavabamos en el mismo agua de la bañera, uno detrás de otro, los libros naturalmente se heredaban, aunque no la ropa al ser yo el único varón - entre ellas evidentemente si -. La merienda era un pan con mantequilla tostado en el fuego del fogón que estaba de bueno que crujia.
 
Os acordais de los tirachinas con el circulo del celo gastado y un globo pinchado...

O las cerbatanas de los bolis bic

Hasta cuando se le pinchara el globo a mis hermanitos y yo ya tenia para tirachinas les hacia una pompa metiendomelo en la boca para luego girarlo sobre si mismo y sacar un globito que con un buen nudo aún les duraba un rato

Se reciclaba todo. Las chapas de las botellas de cerveza o refresco eran puntas de flechas, en fin...
 
Treintañeros, ¿quién no ha merendado bocata de Natacha con azúcar?
Mis veranos de crío en el pueblo con lo justo fueron los mejores tiempos de mi vida sin duda.
Edito: foto
bamusybe.jpg

De mis peores recuerdos uno de ellos es la fruta merienda.

- Bocata de margarina con azúcar (da repelúsnte, insano y destructor dental)
- Bocata de membrillo (da repelúsnte y pelotazo de azúcar al páncreas del niño)
- Bocata de pan con 4 onzas de chocolate Elgorriaga metidas en el centro. (poco agradable)
- Bocata de foie-gras (me daba arcadas)

Y en esa época era imposible oponerse a los padres. Tela. Escalofríos me dan todavía recordando.
 
De mis peores recuerdos uno de ellos es la fruta merienda.

- Bocata de margarina con azúcar (da repelúsnte, insano y destructor dental)
- Bocata de membrillo (da repelúsnte y pelotazo de azúcar al páncreas del niño)
- Bocata de pan con 4 onzas de chocolate Elgorriaga metidas en el centro. (poco agradable)
- Bocata de foie-gras (me daba arcadas)

Y en esa época era imposible oponerse a los padres. Tela. Escalofríos me dan todavía recordando.

Muy míticas tus meriendas. Añado bocadillo de miel. La Natacha me molaba, eso sí, si pienso en el foiegrass me suben los ácidos.
 
Os acordais de los tirachinas con el circulo del celo gastado y un globo pinchado...

O las cerbatanas de los bolis bic

Hasta cuando se le pinchara el globo a mis hermanitos y yo ya tenia para tirachinas les hacia una pompa metiendomelo en la boca para luego girarlo sobre si mismo y sacar un globito que con un buen nudo aún les duraba un rato

Se reciclaba todo. Las chapas de las botellas de cerveza o refresco eran puntas de flechas, en fin...

La mejor arma que tuve era el rulo: rulo rellenito de los del pelo con un globo en un extremo. Eso unido a una casa abandonada y con cristales nos dio muchas tardes de diversión.
 
tardes y tardes de diversión con

1- flippers construidos por nosotros mismos con un trozo de madera, gomas, puas y un par de pinzas
2-jugar al pique. Una especie de madera de punta de lapiz que se le daba con una pala de madera construida por uno mismo. Se picaba contra el suelo la pala con la punta, se elevaba y palazo... otros esperaban a poder cogerlo con la mano y eliminar.... brutal y superdivertido.
3-con los muñecos de plastico del ejercito ( como los de toy story), colocados estrategicamente por el salon y cada uno de nosotros con una funda de boli bic vacia y arroz para disparar o trozos de papel.
4- cromos, cosco, bolinches, futbol en las calles con las carteras en los suelos de porterias y los pantalones remendados con rodilleras y coderas cosidas a mano por nuestras madres una y otra vez.
5- chapas. Tardes y tardes por los bares de verano intentando encontrar la chapa más rara y mejor. Como los bolinches, autenticos tesoros guardados en bolsas.
6- cromos que te regalaban ( no solia comprarlos) en los yogures.
7-una especie de hockey con palos hechos con nosotros, un trozo de madera pegado para darle a la pelota hecha con celo y papel de periodico.
8- grapas con una goma y tirachinas y arcos, todo hecho home made... brutal
.......

imaginación, no había una tarde que me aburriera, capaz de construir un fuerte de indios y baqueros con piedras y trozos de lo que sea..


por eso, y por como es ahora LOS VIEJUNOS como nosotros sabemos que el capitalismo esta colapsado. Porque lo de ahora es contranatura, es totalmente inaceptable y porque va en contra de la razon humana.

repruebo a mi hija cuando me dice... me aburro¡¡¡¡¡¡ porque se aburren cuanto más tienen, menos valoran y más lejos estan de la realidad.

gracias por el post, buenos recuerdos.

saludos
 
Nata de leche en pan con azucar por encima

Que buena!! estaba
 
ballesta.jpg


Y lo que dolia esta ballesta eh!! jajaja que tiempos
 
El post inicial de caralimon me parece de una belleza que pocas veces he visto.
 
Jo vaya recuerdos:

Familia de padre numerosa (11 hermanos) y de progenitora semi numerosa (4). La de mi padre con “campo” de toda la vida. Desde muy pequeño en el campo ayudando a mi padre. Íbamos con la Derby, la Puch, el Vespino o en bicicleta. Lo mismo nos tocaba entresacar remolacha, trillar garbanzos, coger aceitunas, arar con el mulo, regar arrancando el Piva dentro del pozo, quitar malas hierbas, etc. Eso de sacar un cubo de agua del pozo y bebértela en el mismo cubo metiendo la cara dentro, impagable.

Recoger ciruelas, brevas, higos, limones, nísperos, zanahorias, rábanos, pimientos, naranjas, etc y comértelos recien recogidos. Mientras, en el pueblo, ayudando a mi padre a terminar de construir la casa, poco a poco, de finde en finde, toda la familia.

Para juegos de niños lo mejor la imaginación. Un tío mío tenía un estanco, así que teníamos cartón al por mayor. Mi progenitora solo me compraba, por ejemplo, el Jeyperman o Madelman más simplón y el resto de accesorios se los construía yo con cartón: un barco, una casa, un avión, un coche,… usaba partes o piezas de otros juguetes que algunos incluso los rompía para poder aprovecharlo. Si no, con el Tente, construía lo que me daba la gana para los Click o Airgamboys. Me tiraba horas y horas y jamás me aburría. También me iba al estanco y en la trasera, con mis primos, a construir casas, castillos y fuertes con el cartón y a jugar a indios y demás durante tardes y tardes inacabables. O en el campo, con mis primos, en un eucaliptal cercano, jugar a indos, exploradores, etc construyendo cabañas con ramas y hojas, arcos, flechas, lanzas. Recuerdo que con una tabla vieja de unos 80x20 cm y una segueta, hice un rifle de vaqueros y me duró años. Era la envidia de mis primos y eso que ellos lo tenían de haberlos comprado, de plástico.

Ya con 18 años cumplidos me tocó hacerme cargo del tractor, un viejo John Deere 515 de 4º ó 5ª mano, que ya conducía por los caminos y campos para arar, portear las aceitunas y demás. Todavía creo que lo tiene un tío mío en el campo y le sigue dando uso.

Mi padre trabajó como encofrador toda su vida, así que ganaba sueldos decentillos. Tanto que el primer TV en tonalidad con mando a distancia de la calle fue el nuestro, un Inter. Paso media calle a verlo y a toquetear el mando.

No considero estas cosas como míseras, sino como costumbres y que era lo que había, sin lujos, sin desperdicios, todo se arreglaba, se remendaba, se aprovechaba. Evidentemente se ha ido avanzando y se han ido olvidando cosas y mejorando en todo, pero esa base que tenemos de sentido común, de mirar por las cosas, de lonchafinismo casi innato, algunas generaciones posteriores y, sobre todo, las más recientes, ni la conocen ni les cabe en la cabeza el que pudieran ser así.

Estas navidades, después de cenar nos entretuvimos tirando de youtube y viendo cosas de nuestros tiempos, desde anuncios, grupos musicales, concursos de Eurovisión, programas de la TV, etc y mis sobrinos con unos 18 años, alucinaban con lo que veían, con todo lo que veían, desde estilos musicales a vestuarios, peinados, gafas, coches, etc etc. No conciben una vida sin las comodidades que tienen.
 
También recuerdo con cariño los días de vacaciones que tocaba ir a la playa. Viajes de 500 km, 6 en el coche y ni clima ni gaitas. Luego para ir a la playa: esterillas, toallas, sombrilla, sillas para los adultos, mesa, nevera portable, fiambreras con la comida, la merienda, etc. Lo de comer 6 personas fuera era para ricos.
 
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