Malditos Bastardos
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Aquí lo que vale es la documentación ¿no?
El mito de Holodomor: Documentos que desenmascaran la falsificación -- Sott.net
La publicación de los archivos del Foreign Office sobre el hambre en Ucrania, el Memorándum Ponsonby Moore Crosthwaite (1933) sobre la historia de Ucrania y sus relaciones con Polonia y Rusia, informe que además coincide con los documentos del Quay d'Orsay francés, también publicados hace años, ponen en evidencia la falsificación de la historia realizada por los anticomunistas.
© Wikipedia
Alemanes de los Sudetes son forzados a caminar frente a los cuerpos de 30 mujeres judías condenadas a fin por inanición por las tropas SS alemanas.
Del estudio de estos documentos se deja bien claro que lo del hambre en Ucrania, como consecuencia de la colectivización, era una falsificación y, además, ponen en evidencia la procedencia de la mentira, que no es otra que la propaganda nancy.
Se trataba de una campaña orquestada al alimón por nazis, ucranianos blancos y la curia romana, según evidencian los documentos del Foreign Office, demostrando que la maquinación tuvo su origen en la firma del Concordato entre Hitler y el Vaticano en julio de 1933. El Concordato del Reich prevé, entre otras cláusulas secretas, la ocupación y el reparto común de Ucrania. El plan fue ideado por el cardenal arzobispo de Viena (1932), Innitzer, que también pretendía la liquidación y anexión de Checoslovaquia, para salvaguardar a los alemanes de los Sudetes (15).
Enterado de los planes del austrofascista Theodor Innitzer, el embajador francés ante la Santa Sede, Charles-Roux, le envió un telegrama confidencial al cardenal pidiéndole explicaciones (16), también por el llamamiento que había hecho "a la caridad pública (La Croix del 22 de agosto de 1932) para socorrer a las víctimas de la hambruna en Ucrania y el Cáucaso...". La organización de la "caritativa" campaña corría a cargo de Monseñor de Herbigny, jesuita francés empleado hasta la saciedad contra Rusia por el Vaticano antes de la era propiamente nancy y despedido después de 1933, cuando el Reich coge las riendas de los asuntos soviéticos directamente.
Todo ello, así como las informaciones sobre la hambruna y el canibalismo en Rusia, según el embajador francés, tan sólo fueron producto del servicio de Asuntos Rusos del Vaticano. El Vaticano responde con la tesis de su no iniciativa, ni sus implicaciones con Innitzer, pero Charles-Roux consideró la respuesta "poco plausible": Innitzer se ha "concertado al menos con la Santa Sede antes de emitir proposiciones sobre las causas y la extensión de la hambruna" (17).
Theodor Innitzer
Monseñor de Herbigny
De esa campaña de mentiras tenemos un buen ejemplo en el periódico nancy "Völkische Beobachter" que el 18 de agosto de 1933 publicaba en primera página una serie de fotografías de hombres famélicos atribuidas a "rusos reducidos a esqueletos" (en realidad, del hambre de 1922), cuyo titular era el siguiente:
Así pues, las fuentes falsa sobre sobre la hambruna proceden de los nazis y del Vaticano. Esta gente intoxica la prensa con bulos de toda clase, describiendo panoramas apocalípticos de la URSS con afirmaciones de ésta índole: "el Gobierno soviético, dentro de poco tiempo, será insolvente"; "La mayor parte de los habitantes no tienen calzado, ni jabón... Faltan productos en todas partes. [...] la cosecha se está haciendo mal, incluso falta agua" (18).
En la prensa alemana (Vossischezeitung, Deutsche Allgemeine Zeitung) sobre Rusia sólo se habla de dificultades. Crisis de la producción industrial y sobre todo agrícola; crisis de abastecimientos; crisis de provisiones en divisas, indispensables para los pagos de los pedidos realizados en el extranjero; crisis, por fin, del propio ejército rojo. También hablan sobre supuestas "revueltas crónicas en Kubán", y la resistencia de las poblaciones cosacas al sistema colectivo de explotación agraria.
En la creación del mito del Holodomor también influyen ***etos como el titulado "Ucrania bajo el yugo de Moscú", publicado por la Asociación Financiera Industrial y Comercial Rusa (19): "Los horrores de la hambruna de Ucrania", atroz "la miseria es tan grande que los hombres se comen a los hombres. Así nos lo ha arreglado el plan quinquenal. La hambruna se debe a las acciones de los moscovitas", etc. "Los Soviets adoptan todas las medidas para arrebatar, manu militari, a los campesinos de Ucrania, los cereales, y enviarlos a Moscovia o al extranjero"...
Por su parte, el episcopado greco-católico ucraniano dirige una carta a todas las personas de buena voluntad "para protestar contra el exterminio por los bolcheviques de los pequeños y míseros, de los débiles y los inocentes".
Gran parte de la documentación que referenciamos en las notas la constituyen las cartas de los embajadores franceses en Europa que recogen testimonios de personas y observaciones sobre el terreno, como el testimonio del ingeniero americano Henning Rowsing, "de origen sueco", que de regreso a los Estados Unidos vía Escandinavia, allí declara que en la URSS hay escasez de todo, "sólo es barato de verdad el pan que, con pepinos y regado con kyass, constituye casi el único alimento del pueblo"; continúa diciendo: "las escuelas se han multiplicado. Hay pocos iletrados completos en la joven generación: los teatros y otros locales de ocio o arte están siempre llenos, y sorprenden por su brillo. Se han abierto numerosos baños públicos. La limpieza de las ciudades también ha mejorado mucho, pero los tras*portes públicos urbanos dejan mucho que desear".
En la Carta 267 de Charles Alphand, embajador en Moscú, a Paul-Boncour, Presidente del Consejo de Ministros francés (Moscú, 13 de septiembre de 1933, 152-5, 7 p., el cual fue invitado oficialmente por el Gobierno soviético a participar en el viaje de Herriot al sur de la URSS), cuenta que ha pasado "seis días en Ucrania y Norte del Cáucaso [...]":
Visita las fabricas panificadoras en Kiev, la de turbinas y tractores en Jarkov, la fábrica de máquinas agrícolas (cortadoras-trilladoras) en Rostov, la fábrica de rodamientos de bola y motores en Moscú. Al inspeccionar las formidables industrias del Ural (Magnitogorsk y Kuznietsk), así como los proyectos hidroeléctricos del Volga y Siberia, las fábricas de Gorki y Leningrado, escribe:
Continúa contando Charles Alphand, embajador en Moscú, "una de las partes más importantes de nuestra gira fue la visita de las organizaciones soviéticas en Ucrania y Norte del Cáucaso, el centro mismo de territorios donde, según las recientes campañas de prensa, reinaba una hambruna comparable a la de 1922".
Dice que los europeos le habían advertido que los rusos "no le guiarán a ese infierno de la miseria". Sin embargo, el embajador se reunió en Moscú con el Sr. Molotov, que se iba de permiso, y suprimió su viaje para acompañarlo a Ucrania, donde el viaje "se desarrolló con normalidad. Hemos atravesado de parte a parte, en ambos sentidos, en tren, este inmenso campo de cereales de cultivos ininterrumpidos hasta donde alcanza la vista, de humus neցro y espeso, donde abonar resulta inútil. A 60 y 70 km. de las ciudades, hemos visitado koljozes y un sovjoz, y volvemos de allí con la impresión muy nítida de la falsedad de las noticias aireadas en la prensa y la convicción que yo esbozaba en mi correspondencia de una campaña inspirada por Alemania y los rusos blancos deseosos de oponerse al acercamiento franco-soviético".
Los archivos del Quay d'Orsay conservan el informe del Senador de la Isère, Serlin, "muy detallado y vivo de las impresiones [...] de este viaje a Rusia [...] en compañía de Édouard Herriot y otros distintos miembros del Parlamento francés". Habla de las tras*formaciones sociales realizadas por el régimen actual en el sentido de la doble formación de una élite fundamentada en el mérito personal y de una clase media reclutada entre las masas obreras. Las fábricas, numerosas y gigantes, funcionan a pleno rendimiento: no hay paro en Rusia. La electrificación, la aviación y las vías fluviales se están desarrollando con una actividad febril. Moscú y Jarkov son inmensas obras de construcciones. La enseñanza y el servicio son obligatorios. El servicio militar actual es de dos años para las armas ordinarias, de tres años para la aviación y de cuatro años para la marina. La enseñanza superior científica y artística está muy desarrollada.
Serlin afirma que los medios de tras*porte dejan que desear. Ocurre otro tanto con el servicio de vías públicas. Rusia es una granja y una fábrica trabajando a fuego continuo. La colectividad, dirigida dictatorialmente, no escatima ningún esfuerzo, ningún sacrificio, para realizar a la vez una industria y una agricultura adaptadas a una nación de 165 millones de habitantes.
La "Carta 221 de Jean Payart", encargado de negocios, a Louis Barthou, (3 de junio de 1944, 243-251, 9 p.) se expresa en términos parecidos. Lo mismo que los informes de un corresponsal chino de un diario en Shanghái, quien advierte del poderío militar ruso y de cómo los japoneses, conocedores de este hecho, "les hace dudar a la hora de iniciar una lucha cuyo resultado sería incierto. Por ello su expansión parece orientarse cada vez hacia China".
Los documentos franceses desmienten el holodomor y aseguran que se trata de una manipulación de los alemanes y el Vaticano. Sin embargo, hay otros manipuladores y falseadores de la historia como veremos a continuación.
Más manipulaciones históricas.
1º.El Boletín de la Oficina de Prensa Ucraniana (20) cita «dos artículos» de la Srta. Suzanne Bertillon en Le Matin sobre "la tragedia de Ucrania".
Esta periodista afirma que ha podido entrevistar a simples campesinos ucranianos, concretamente a Martha Stebalo y a su marido, pareja expatriada desde 1913 y establecida en Estados Unidos, pero cuya familia estaría en Ucrania, etc., los cuales le cuentan las impresiones sobre su viaje a Ucrania en 1932. Allí han visto cosas horrorosas:
2º. Otro de los grupos encargados de fabricar el bulo fue el Comité de Organización de Ayuda a los Hambrientos de Ucrania.
Este comité estaba presidido por un ultraderechista conocido como el príncipe Tokary (23), implicado en las acciones del alemán Pavló Skoropadsky, quien ocupó el poder en Ucrania con un golpe de Estado.
Skoropadsky se declaró Hetman, es decir, caudillo del gobierno del "Estado Ucraniano". Tanto su gobierno, como el periodo de tiempo de su funcionamiento, son conocidos como el Hetmanato. Una vez en el poder entregó Ucrania a los nazis alemanes y su sucesor en el gobierno títere ucraniano fue Symon Petliura, cuyas tropas llevaron a cabo numerosos pogromos en el invierno de 1918-1919. Petlyura no rechazaba estas atrocidades, tomándolas como «actos de venganza» por el supuesto apoyo de la población judía a los bolcheviques (24). Como comprobamos una vez más, vemos la calaña "democrática y libre" que caracteriza a estos individuos y sus movimientos de liberación nacional.
Pavló Skoropadsky
Symon Petliura
El mito de Holodomor: Documentos que desenmascaran la falsificación -- Sott.net
La publicación de los archivos del Foreign Office sobre el hambre en Ucrania, el Memorándum Ponsonby Moore Crosthwaite (1933) sobre la historia de Ucrania y sus relaciones con Polonia y Rusia, informe que además coincide con los documentos del Quay d'Orsay francés, también publicados hace años, ponen en evidencia la falsificación de la historia realizada por los anticomunistas.
© Wikipedia
Alemanes de los Sudetes son forzados a caminar frente a los cuerpos de 30 mujeres judías condenadas a fin por inanición por las tropas SS alemanas.
Del estudio de estos documentos se deja bien claro que lo del hambre en Ucrania, como consecuencia de la colectivización, era una falsificación y, además, ponen en evidencia la procedencia de la mentira, que no es otra que la propaganda nancy.
Se trataba de una campaña orquestada al alimón por nazis, ucranianos blancos y la curia romana, según evidencian los documentos del Foreign Office, demostrando que la maquinación tuvo su origen en la firma del Concordato entre Hitler y el Vaticano en julio de 1933. El Concordato del Reich prevé, entre otras cláusulas secretas, la ocupación y el reparto común de Ucrania. El plan fue ideado por el cardenal arzobispo de Viena (1932), Innitzer, que también pretendía la liquidación y anexión de Checoslovaquia, para salvaguardar a los alemanes de los Sudetes (15).
Enterado de los planes del austrofascista Theodor Innitzer, el embajador francés ante la Santa Sede, Charles-Roux, le envió un telegrama confidencial al cardenal pidiéndole explicaciones (16), también por el llamamiento que había hecho "a la caridad pública (La Croix del 22 de agosto de 1932) para socorrer a las víctimas de la hambruna en Ucrania y el Cáucaso...". La organización de la "caritativa" campaña corría a cargo de Monseñor de Herbigny, jesuita francés empleado hasta la saciedad contra Rusia por el Vaticano antes de la era propiamente nancy y despedido después de 1933, cuando el Reich coge las riendas de los asuntos soviéticos directamente.
Todo ello, así como las informaciones sobre la hambruna y el canibalismo en Rusia, según el embajador francés, tan sólo fueron producto del servicio de Asuntos Rusos del Vaticano. El Vaticano responde con la tesis de su no iniciativa, ni sus implicaciones con Innitzer, pero Charles-Roux consideró la respuesta "poco plausible": Innitzer se ha "concertado al menos con la Santa Sede antes de emitir proposiciones sobre las causas y la extensión de la hambruna" (17).
Theodor Innitzer
Monseñor de Herbigny
De esa campaña de mentiras tenemos un buen ejemplo en el periódico nancy "Völkische Beobachter" que el 18 de agosto de 1933 publicaba en primera página una serie de fotografías de hombres famélicos atribuidas a "rusos reducidos a esqueletos" (en realidad, del hambre de 1922), cuyo titular era el siguiente:
Según la documentación del Quay d'Orsay, el verdadero objetivo estratégico de Alemania era impedir la alianza franco-soviética, que preconizaba Herriot desde su llegada a la Presidencia del Gobierno francés en la segunda mitad de 1932, para acabar con los alemanes.El verdadero rostro de la Rusia de los soviets, de lo que Hitler ha salvado a Alemania.
Así pues, las fuentes falsa sobre sobre la hambruna proceden de los nazis y del Vaticano. Esta gente intoxica la prensa con bulos de toda clase, describiendo panoramas apocalípticos de la URSS con afirmaciones de ésta índole: "el Gobierno soviético, dentro de poco tiempo, será insolvente"; "La mayor parte de los habitantes no tienen calzado, ni jabón... Faltan productos en todas partes. [...] la cosecha se está haciendo mal, incluso falta agua" (18).
En la prensa alemana (Vossischezeitung, Deutsche Allgemeine Zeitung) sobre Rusia sólo se habla de dificultades. Crisis de la producción industrial y sobre todo agrícola; crisis de abastecimientos; crisis de provisiones en divisas, indispensables para los pagos de los pedidos realizados en el extranjero; crisis, por fin, del propio ejército rojo. También hablan sobre supuestas "revueltas crónicas en Kubán", y la resistencia de las poblaciones cosacas al sistema colectivo de explotación agraria.
En la creación del mito del Holodomor también influyen ***etos como el titulado "Ucrania bajo el yugo de Moscú", publicado por la Asociación Financiera Industrial y Comercial Rusa (19): "Los horrores de la hambruna de Ucrania", atroz "la miseria es tan grande que los hombres se comen a los hombres. Así nos lo ha arreglado el plan quinquenal. La hambruna se debe a las acciones de los moscovitas", etc. "Los Soviets adoptan todas las medidas para arrebatar, manu militari, a los campesinos de Ucrania, los cereales, y enviarlos a Moscovia o al extranjero"...
Por su parte, el episcopado greco-católico ucraniano dirige una carta a todas las personas de buena voluntad "para protestar contra el exterminio por los bolcheviques de los pequeños y míseros, de los débiles y los inocentes".
Gran parte de la documentación que referenciamos en las notas la constituyen las cartas de los embajadores franceses en Europa que recogen testimonios de personas y observaciones sobre el terreno, como el testimonio del ingeniero americano Henning Rowsing, "de origen sueco", que de regreso a los Estados Unidos vía Escandinavia, allí declara que en la URSS hay escasez de todo, "sólo es barato de verdad el pan que, con pepinos y regado con kyass, constituye casi el único alimento del pueblo"; continúa diciendo: "las escuelas se han multiplicado. Hay pocos iletrados completos en la joven generación: los teatros y otros locales de ocio o arte están siempre llenos, y sorprenden por su brillo. Se han abierto numerosos baños públicos. La limpieza de las ciudades también ha mejorado mucho, pero los tras*portes públicos urbanos dejan mucho que desear".
En la Carta 267 de Charles Alphand, embajador en Moscú, a Paul-Boncour, Presidente del Consejo de Ministros francés (Moscú, 13 de septiembre de 1933, 152-5, 7 p., el cual fue invitado oficialmente por el Gobierno soviético a participar en el viaje de Herriot al sur de la URSS), cuenta que ha pasado "seis días en Ucrania y Norte del Cáucaso [...]":
Alphand queda deslumbrado por el "Dnieprostroi" (Estación Hidroeléctrica Dniéper) donde se encuentra desde este momento "la fábrica hidroeléctrica más importante de Europa. En una estepa rusa de hace cuatro años se alza hoy una ciudad de 150.000 habitantes".Además de museos y monumentos antiguos, hemos visitado la mayor cantidad posible de fábricas y explotaciones agrícolas.
Visita las fabricas panificadoras en Kiev, la de turbinas y tractores en Jarkov, la fábrica de máquinas agrícolas (cortadoras-trilladoras) en Rostov, la fábrica de rodamientos de bola y motores en Moscú. Al inspeccionar las formidables industrias del Ural (Magnitogorsk y Kuznietsk), así como los proyectos hidroeléctricos del Volga y Siberia, las fábricas de Gorki y Leningrado, escribe:
También observa la pervivencia de "un grave problema [...], el de los tras*portes": insuficiencia de la "red ferroviaria y de carreteras [...]. "Es por esta vía que podríamos contemplar una colaboración franco-soviética".Vemos el enorme esfuerzo industrial del Gobierno de los Soviets. Habida cuenta de la situación particular de la URSS, único país del mundo que está en progresión, este desarrollo sólo puede perjudicar a las industrias europeas cerrándoles el mercado ruso, ya que las facultades de absorción de este mercado son tan grandes que pasarán 50 o incluso 100 años antes de que los Soviets alcancen el nivel de prosperidad que les obligue a desviar al extranjero un excedente de producción que no absorberían ellos mismos.
Continúa contando Charles Alphand, embajador en Moscú, "una de las partes más importantes de nuestra gira fue la visita de las organizaciones soviéticas en Ucrania y Norte del Cáucaso, el centro mismo de territorios donde, según las recientes campañas de prensa, reinaba una hambruna comparable a la de 1922".
Dice que los europeos le habían advertido que los rusos "no le guiarán a ese infierno de la miseria". Sin embargo, el embajador se reunió en Moscú con el Sr. Molotov, que se iba de permiso, y suprimió su viaje para acompañarlo a Ucrania, donde el viaje "se desarrolló con normalidad. Hemos atravesado de parte a parte, en ambos sentidos, en tren, este inmenso campo de cereales de cultivos ininterrumpidos hasta donde alcanza la vista, de humus neցro y espeso, donde abonar resulta inútil. A 60 y 70 km. de las ciudades, hemos visitado koljozes y un sovjoz, y volvemos de allí con la impresión muy nítida de la falsedad de las noticias aireadas en la prensa y la convicción que yo esbozaba en mi correspondencia de una campaña inspirada por Alemania y los rusos blancos deseosos de oponerse al acercamiento franco-soviético".
Los archivos del Quay d'Orsay conservan el informe del Senador de la Isère, Serlin, "muy detallado y vivo de las impresiones [...] de este viaje a Rusia [...] en compañía de Édouard Herriot y otros distintos miembros del Parlamento francés". Habla de las tras*formaciones sociales realizadas por el régimen actual en el sentido de la doble formación de una élite fundamentada en el mérito personal y de una clase media reclutada entre las masas obreras. Las fábricas, numerosas y gigantes, funcionan a pleno rendimiento: no hay paro en Rusia. La electrificación, la aviación y las vías fluviales se están desarrollando con una actividad febril. Moscú y Jarkov son inmensas obras de construcciones. La enseñanza y el servicio son obligatorios. El servicio militar actual es de dos años para las armas ordinarias, de tres años para la aviación y de cuatro años para la marina. La enseñanza superior científica y artística está muy desarrollada.
Serlin afirma que los medios de tras*porte dejan que desear. Ocurre otro tanto con el servicio de vías públicas. Rusia es una granja y una fábrica trabajando a fuego continuo. La colectividad, dirigida dictatorialmente, no escatima ningún esfuerzo, ningún sacrificio, para realizar a la vez una industria y una agricultura adaptadas a una nación de 165 millones de habitantes.
La "Carta 221 de Jean Payart", encargado de negocios, a Louis Barthou, (3 de junio de 1944, 243-251, 9 p.) se expresa en términos parecidos. Lo mismo que los informes de un corresponsal chino de un diario en Shanghái, quien advierte del poderío militar ruso y de cómo los japoneses, conocedores de este hecho, "les hace dudar a la hora de iniciar una lucha cuyo resultado sería incierto. Por ello su expansión parece orientarse cada vez hacia China".
Los documentos franceses desmienten el holodomor y aseguran que se trata de una manipulación de los alemanes y el Vaticano. Sin embargo, hay otros manipuladores y falseadores de la historia como veremos a continuación.
Más manipulaciones históricas.
1º.El Boletín de la Oficina de Prensa Ucraniana (20) cita «dos artículos» de la Srta. Suzanne Bertillon en Le Matin sobre "la tragedia de Ucrania".
Esta periodista afirma que ha podido entrevistar a simples campesinos ucranianos, concretamente a Martha Stebalo y a su marido, pareja expatriada desde 1913 y establecida en Estados Unidos, pero cuya familia estaría en Ucrania, etc., los cuales le cuentan las impresiones sobre su viaje a Ucrania en 1932. Allí han visto cosas horrorosas:
Esto es lo que nos cuenta la Srta. Suzanne Bertillon, periodista y gran conferenciante sobre los horrores de la URSS, partidaria entusiasta de «la reconciliación franco-alemana», la cual solía impartir sus conferencias entre grupos de ricos industriales o acaudalados banqueros. Allí, con gran énfasis, les advertía del poder del "Ejército rojo" capaz de movilizar 16 millones de soldados, al tiempo que les alertaba sobre los peligrosos obreros comunistas franceses:La hambruna está organizada por las autoridades empeñadas en "destruirnos". La cosecha nunca fue tan hermosa, pero nos está prohibido tocarla. Si nos sorprenden cortando algunas espigas, nos espera la guandoca o la descarga de fusilería, y en la guandoca, al cabo de tres semanas, se muere de inanición....
Los supuestos familiares de estos exiliados rusos le han dicho que han visto escenas espantosas y hablan del encarnizamiento con el que los hambrientos se arrojan sobre los alimentos, de los gritos de los niños a los que el hambre impide dormir. Cita también casos de locura y de antropofagia..
Todo este tema de las entrevistas de Martha Stebalo fue publicado por unos "investigadores" canadienses de origen ucraniano (22), cuya investigación estaba financiada por las asociaciones ucranianas de Canadá, muy activas en los años 1980 durante la crisis de la URSS, asociaciones que en otoño de 2004 se manifestaron a favor de la parte occidental y anti-rusa de Ucrania, calificada como «democrática» y libre, en contra de la parte oriental ortodoxa y pro-rusa. Es decir, una vez más vemos las garras afiladas de los manipuladores sufrados por el capital financiero occidental."...los industriales franceses que entre su numeroso personal obrero tengan a comunistas, tienen a la vez (sic) entre ellos a enemigos, espías y traidores que buscarán su ruina por todos los medios y que en el momento actual, en el que tantos trabajadores están en el paro, deben depurar su personal de ovejas sarnosas (21).
2º. Otro de los grupos encargados de fabricar el bulo fue el Comité de Organización de Ayuda a los Hambrientos de Ucrania.
Este comité estaba presidido por un ultraderechista conocido como el príncipe Tokary (23), implicado en las acciones del alemán Pavló Skoropadsky, quien ocupó el poder en Ucrania con un golpe de Estado.
Skoropadsky se declaró Hetman, es decir, caudillo del gobierno del "Estado Ucraniano". Tanto su gobierno, como el periodo de tiempo de su funcionamiento, son conocidos como el Hetmanato. Una vez en el poder entregó Ucrania a los nazis alemanes y su sucesor en el gobierno títere ucraniano fue Symon Petliura, cuyas tropas llevaron a cabo numerosos pogromos en el invierno de 1918-1919. Petlyura no rechazaba estas atrocidades, tomándolas como «actos de venganza» por el supuesto apoyo de la población judía a los bolcheviques (24). Como comprobamos una vez más, vemos la calaña "democrática y libre" que caracteriza a estos individuos y sus movimientos de liberación nacional.
Pavló Skoropadsky
Symon Petliura