caminar no es ejercicio...
El gran secreto de Cary Grant para estar en forma sin ir al gimnasio que deberías practicar
Cuentan que Cary Grant, considerado como uno de los galanes más atractivos de la historia del cine, jamás fue al gimnasio. Él, siempre tan impecable y elegante, prefería mantenerse hecho un pincel practicando una sanísima costumbre que en ZEN no nos cansamos de prescribir:
subir escaleras.
Así que, mucho antes de que aparecieran los expertos en 'wellness' para aconsejarnos que nos olvidáramos del ascensor de una vez por todas y que caminemos todo lo que podamos y un poco más, Grant (y nuestros abuelos) ya conocía el gran secreto para gozar de un estado de forma razonablemente bueno sin machacarse: moverse lo máximo posible a lo largo del día.
Porque, aunque el escenario ideal para nuestro cuerpo serrano sería uno en el que se
compatibilizara la actividad física en nuestra vida cotidiana con un buen entrenamiento en el gimnasio (que combinará resistencia, fuerza, movilidad y flexibilidad), las cifras de sedentarismo nos demuestran que no se da ni una cosa, ni la otra.
Según datos del Eurobarómetro 2018,
un 46% de los españoles no hizo nada de deporte durante 2017. Por no hacer, ni siquiera llegamos a esos exiguos
20 minutos diarios de paseo vigoroso que recomienda la Organización de la Salud (OMS) como mínimo para estar razonablemente bien.
Pero aún hay más. Pegarse grandes palizones dos o tres días a la semana en el gimnasio (aunque siempre es mejor que nada) tampoco daría los frutos deseados si luego nos pasamos el resto de las jornadas con el trastero pegado a la silla, tal y como reveló un grupo de investigadores de la Universidad de Texas (Austin, Estados Unidos) en un estudio publicado en febrero de este año.
En el citado informe cuentan que
pasarse más de 13 horas al día sentados o dar menos de 4.000 pasos diarios hace que a nuestro sistema metabólico le cueste un montón aprovechar los beneficios que, supuestamente, le reportarían a nuestro organismo las sesiones de ejercicio aeróbico intenso
SUBIR ESCALERAS
Además de caminar esos 10.000 pasos mágicos al día (unos ocho kilómetros), pasar del ascensor es una de las mejores cosas que podemos hacer por nuestra salud.
El simple hecho de hacer
varias pausas breves durante la jornada laboral para subir escaleras puede mejorar notablemente nuestra resistencia cardiovascular, tal y como demostró un equipo de expertos de la McMaster University (Ontario, Canadá). En las conclusiones de su
estudio, proponen
subir 60 escalones de forma vigorosa tres veces al día, con entre una y cuatro horas de recuperación entre una serie y otra, tres veces a la semana. Fácil, ¿no?
Por odioso que nos pueda resultar (si se tiene en cuenta la cantidad de gente que las huye), subir escaleras nos ayuda a
fortalecer el corazón, a aumentar nuestra capacidad pulmonar y a mejorar nuestra circulación sanguínea.
Al hacerlo, trabajaremos "fuerza y resistencia", tal y como nos explica Noe Todea, entrenadora personal.
Sólo con subir escalón a escalón "activamos los gemelos, los glúteos y los cuádriceps, trabajando a tope nuestro corazón". Si buscamos más intensidad "podemos, además, realizar diferentes combinaciones de ejercicios e incluso saltar". Eso sí, la premisa siempre ha de ser la seguridad: "Es importante que cuidemos la técnica para no hacernos daño en las rodillas".
Si quieres ver el reportaje completo con todos los consejos de Noe Todea, no te pierdas mañana domingo, a partir de las 9 am, 'Salud al día' (programa de Telemadrid producido por
UEtv).