Los datos epidemiológicos son muy contundentes: aquellas personas con niveles de vitamina D más altos tienen un riesgo de diversos tipos de cancer cancer reducido a la mitad respecto a aquellas personas con niveles más bajos. También aquellas personas con niveles más elevados de vitamina D presentan un 250% menos de cardiopatías, menor incidencia de diabetes tipo I y diabetes tipo II, menor incidencia de artrosis, osteoporosis, fracturas, caidas, asma, alergias, infecciones respiratorias, artritis, fatiga, hipertensión, ciertas enfermedades neurológicas y menor mortalidad por cualquier causa (8,9,10,11,12).
En la Universidad de Boston y California, Garland, Holick y otros estiman que solo en Estados Unidos y Reino Unido, entre 70.000 y 80.000 personas mueren prematuramente cada año por falta de vitamina D. El coste sanitario por falta de vitamina D lo estiman en unos 50.000 millones de dólares, mientras que el coste sanitario por un exceso de radiación solar debido a ciertos tipos de cancer de piel lo estiman en unos 6000 millones, por lo que los beneficios de la exposición razonable al sol sobrepasan los riesgos, tanto en términos de mortalidad, como en impacto para el sistema nacional de salud de cada país (13). Grant calcula en un 20% las muertes reducidas en las enfermedades asociadas a la falta de vitamina D. El coste económico de la vitamina D es muy bajo, los efectos secundarios mínimos y los beneficios potenciales muy amplios (14). Investigadores del University College de Londres presentaron en la conferencia de European Society of Human Genetics (ESHG) polimorfismos como marcadores del status de vitamina D para evitar factores de confusión asociados a los estudios que han arrojado resultados mixtos. Encontraron que por cada incremento de un 10% en los niveles de vitamina D, el riesgo de desarrollar hipertensión disminuía más de un 8% (15). La enfermedad cardiovascular y los infartos asociados a hipertensión, asociados tanto a la falta de exposición al sol como a la falta de vitamina D, producen 80 veces más muertes que el cancer de piel en el Reino Unido (16).