OCTOPUSSY
Madmaxista
Yo siempre he pensado que para suicidarse hay que ser muy valiente, llamarlo cobardía es una especie sencilla de conjuro del calibre "si te suicidas eres un fistro que no sabes afrontar tus problemas con dos bemoles", además de seguir siendo un tema tabú social, antiguamente el que se quitaba la vida era enterrado fuera del camposanto, un apestado en la comunidad, ahora es lo mismo pero con neolenguaje, que la prensa no quiera anunciar los suicidios reales es una estupidez como una casa, por esa regla de tres no deberían publicar noticias violentas para no alentar a los tarados, es la estigmaticación católica que se arrastra además de la imposición por parte del Estado de que tu vida no es tuya, y legislamos para que así sea.
Cuando muere alguien mayor, se dice "bueno por lo menos ha dejado de sufrir el agüelo", sufrir se sufre a cualquier edad, nadie piensa lo mismo del que se suicida, nadie se da cuenta de que a lo mejor el suicida ya descansa de su sufrimiento de una vez, el problema-tabú al respecto es lo que deja detrás, esa especie de vergüenza a la familia, la culpabilidad de no hicimos lo suficiente, no lo supimos ver, no sabíamos nada...pero nadie piensa en que el suicida en la parte jovenlandesal de asunto está descargando ese peso a los que deja, el suicida, el de verdad, se va en silencio, sin molestar, nadie quiere creer que ese suicidio era lo mejor para él, es mejor pensar que era un fistro por no querer enfrentarse a sus problemas, de ese modo nos quitamos esa supuesta parte de culpa autoinflingida, falsa, y nos lavamos las manos.
Y de todas formas, ¿dónde está escrito que debamos enfrentarnos a los problemas hasta sus últimas consecuencias, hasta consumirnos, enfermar, enloquecer, amargar la vida a los demás? nuesta propia vida es eso, nuestra, de nadie más, ni de la familia, amigos, el estado o las iglesias.
Cuando muere alguien mayor, se dice "bueno por lo menos ha dejado de sufrir el agüelo", sufrir se sufre a cualquier edad, nadie piensa lo mismo del que se suicida, nadie se da cuenta de que a lo mejor el suicida ya descansa de su sufrimiento de una vez, el problema-tabú al respecto es lo que deja detrás, esa especie de vergüenza a la familia, la culpabilidad de no hicimos lo suficiente, no lo supimos ver, no sabíamos nada...pero nadie piensa en que el suicida en la parte jovenlandesal de asunto está descargando ese peso a los que deja, el suicida, el de verdad, se va en silencio, sin molestar, nadie quiere creer que ese suicidio era lo mejor para él, es mejor pensar que era un fistro por no querer enfrentarse a sus problemas, de ese modo nos quitamos esa supuesta parte de culpa autoinflingida, falsa, y nos lavamos las manos.
Y de todas formas, ¿dónde está escrito que debamos enfrentarnos a los problemas hasta sus últimas consecuencias, hasta consumirnos, enfermar, enloquecer, amargar la vida a los demás? nuesta propia vida es eso, nuestra, de nadie más, ni de la familia, amigos, el estado o las iglesias.